El Correo de Burgos

El Bembibre refugia a un exjugador de la Arandina y el presidente lo mantendrá

El presidente del club leonés apela a la «presunción de inocencia» y asegura que ‘Lucho’ «jugará» mientras sea posible / ‘Viti’ trabaja en una frutería familiar y Raúl Calvo realiza trabajos de albañilería

Carlos Cuadrado ‘Lucho’ (derecha), durante un partido con el Atlético Bembibre.-L. DE LA MATA

Carlos Cuadrado ‘Lucho’ (derecha), durante un partido con el Atlético Bembibre.-L. DE LA MATA

Burgos

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Un día después de que la jueza que investiga el Caso Arandina acusase formalmente de agresión sexual a una menor de 16 años a los futbolistas Carlos Cuadrado ‘Lucho’, Víctor Rodríguez ‘Viti’ y Raúl Calvo; el presidente del Club Atlético Bembibre despeja todas las dudas al asegurar que ‘Lucho’ seguirá en el equipo leonés. «En este país tenemos la presunción de inocencia y mientras pueda jugar jugará», declara a este periódico el máximo responsable del club, David Otero, convencido de que la historia del jugador con la justicia se debe resolver en los tribunales y no en el campo.Aunque el fichaje se produjo en verano, Lucho no es nuevo en el Atlético de Bembibre. «Fue su primer equipo de tercera división y estuvo aquí hace tres o cuatro temporadas», detalla a sabiendas de que después jugó en el Virgen del Camino antes de recalar en la Arandina Club de Fútbol. Tal y como indican los periodistas deportivos de la zona, su fichaje, el pasado mes de julio, se produjo «casi por la puerta de atrás» con el fin de no hacer demasiado ruido. «No hubo revuelo porque aquí, con 9.000 vecinos, nos conocemos casi todos», precisa el presidente del club mientras deja claro que es «un chaval querido por la gente, por los compañeros y por la afición». Asimismo, considera que «es un chico alegre y simpático que tiene pasión por el fútbol» y que «también tiene derecho a ganarse el pan».De hecho, en estos meses, el delantero se ha hecho con cierto peso en un equipo que el año pasado tuvo problemas y cuyo panorama, al inicio de esta temporada, se presenta mucho más esperanzador. «El sábado metió su primer gol en la liga de este año», celebra Otero.Aunque las medidas cautelares impuestas por la Audiencia Provincial y por el juzgado de Aranda de Duero establecen que el jugador no pudo jugar contra la Arandina Club de Fútbol el pasado 26 de agosto al superar la distancia mínima que debe guardar con la adolescente denunciante, sí podría hacerlo en el partido de vuelta donde ambos equipos se enfrentarán en la localidad leonesa. «Entiendo que no habrá ningún problema, pero la decisión dependerá del entrenador y de si está en condiciones para jugar», advierte David Otero.Dicha decisión no agrada a la acusación particular. «Ellos sabrán si quieren tener un presunto agresor sexual, ahí no me meto», zanja el letrado de la menor, Fernando García Puertas.La vida de los otros dos implicados en la causa, Víctor Rodríguez y Raúl Calvo, tampoco cambia con la imputación. El primero está ayudando a su tía en una frutería mientras espera que se resuelva la negociación que su abogado mantiene con el Almazán, que le despidió por el revuelo social tras su fichaje. Su abogado, Rafael Uriarte, permanece «a la espera de una respuesta». Entretanto, Raúl Calvo «echa una mano como albañil» para no estar todo el día en casa. Así pues, el letrado reconoce que «ojalá salga el juicio rápido y se pueda aclarar todo porque están todas las familias muy mal».Por el momento, Uriarte ha presentado un recurso de reforma contra el auto de la jueza al entender que «adolece de indicios racionales de criminalidad». Aparte de calificar de «insostenible» el documento, la defensa se escuda en las «severas contradicciones» de la adolescente y de su entorno. «Además de tardar 18 días en interponer denuncia en dependencias policiales, ni siquiera los hechos relatados por la menor cumplen con la persistencia de la criminalidad ni con la verosimilitud exigida en nuestro ordenamiento jurídico», argumenta a sabiendas de que aunque es casi imposible -con que una de las partes (fiscal o acusaciones) lo pida, habrá juicio-, intentará que se archive la causa porque «son inocentes».En su solicitud de archivo, el letrado se aferra precisamente a la falta de pruebas, en concreto a la inexistencia de restos biológicos en las pruebas de ADN que hizo la Policía Científica en el piso en el que presuntamente se cometieron los hechos, así como al testimonio del único testigo presencial: un joven, también futbolista, que aseguró estar la tarde del 24 de noviembre de 2017 y que ni vio ni oyó nada extraño. «Vamos a desmontar esta fantasía», insiste el letrado.Bajo esta perspectiva, en la declaración prevista para el próximo día 15 de octubre, ya advierte que sus defendidos no admitirán nada porque «allí no pasó nada y no han hecho nada».

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