Los campos de ensayo rompen una lanza por el cultivo de colza

Fundación Caja Rural volvió a citarse con los profesionales del campo, a quienes quiso exponer ayer los resultados logrados durante una nueva campaña de su programa de campos de ensayo puesta en marcha hace décadas, y que desde hace tres años desarrolla con el Instituto Técnico Agrario de Castilla y León (Itacyl). Cita que se suma así, como ya es tradicional a comienzos de verano, a la realizada a las propias parcelas de siembra y recogida de diversas variedades de cereal -como han sido avena, trigo, cebada y colza-, y que este año se han realizado en las localidades burgalesas de Cerratón de Juarros y Zael, así como en otras de Salamanca o Palencia en las que el organismo regional también realiza algunos de sus programas y estudios.Gabriel Villamayor -responsable del Plan de Experimentación Agraria del Itacyl-, fue así el encargado de explicar al centenar de personas que se acercaron al nuevo salón de actos de la entidad en Avenida de la Paz, los resultados logrados en los campos de ensayo de diversos cultivos, donde se alternaron las variedades ya presentes en el mercado y tradicionales en el campo burgalés, con otras nuevas que en breve coparán también espacio en los mercados profesionales.«De esta forma, los agricultores pueden ver y comprobar qué resultados dan estas variedades tras la labor de un órgano objetivo como es el Itacyl, sabiendo que en breve podrán adquirirlas y utilizarlas», remarcaba junto a Villamayor, Javier Leal, responsable del Servicio Agrario de la Fundación Caja Rural e introductor de la jornada de ayer.Villamayor destacó así los buenos resultados alcanzados este año, «muy bueno en la cosecha aunque no se haya llegado a los récords batidos hace dos años, pero aún así estamos en 7,4 millones de toneladas logradas en la región», detalló. «Y que duplica las poco más de 3 millones de toneladas alcanzadas el pasado año ».Añadió como curiosidad, que «el trigo se ha visto muy afectado finalmente por los hongos, «siendo las cebadas las que han estado esta vez, sin embargo, han estado más sanas al haber experimentado menos incidencias».Pero también ofreció algunas apreciaciones, «derivadas sobre todo de la situación climatológica dispar para la estación en la que estamos, y que hace pensar en modificar usos y variedades», comentó.Recordó que el programa de los campos de ensayo sigue con su fin originario de mostrar a los agricultores cómo las variedades de siempre han dado paso a otras más novedosas, «un amplio plantel si se desea probar, y aconsejo hacerlo pues son muchos los avances logrados tanto en la búsqueda de un mejor rendimiento del campo como de la cantidad del producto final».Asimismo, no dudó en remarcar los muchos avances que se han producido en la investigación sobre la siembra y cosecha de trigo y cebada sobre todo, pero también sobre la colza, por la que abogó tras ser su presencia una de las novedades de este año en el programa. Recordó así los muchos beneficios de este cultivo «que sin embargo fue denostado en los años 80, con el problema del síndrome tóxico.La colza, destacó, ha sido una de las grandes novedades de esta campaña, por lo que protagonizó parte de la intervención de ayer, en la que se hizo una comparativa con otras aceites como la de girasol, «destacando la colza por su alto grado de ácido oleico, que le hace tener unas características especiales, y que hacen de ella una gran desconocida», reconoció Villamayor.