Los empleados de la AP-1 cortan la N-I ante su incertidumbre laboral

El inminente fin de la concesión de explotación de la autopista AP-1 ha llevado a los trabajadores de la concesionaria y algunos afectados de negocios de la N-I, a movilizarse para dar visibilidad a su situación y exigir soluciones. Así, durante 5 minutos, casi dos centenares de personas con pancartas informativas cortaron ayer la carretera nacional en Pancorbo con gritos de «Ábalos escucha, la AP-1 está en lucha», y pidiendo mantener los puestos de trabajo amenazados por el fin de la concesión.El miembro del comité de empresa Alberto Mateo cifró en «120 personas las afectadas de forma directa» por lo que calificó como «decisión unilateral del Gobierno», con la que se fija el mes de noviembre como fecha final. «Actualmente se está a la espera de la licitación del nuevo contrato de mantenimiento para la autopista», afirmó, lo que permitiría la fórmula de subrogación de los empleados por la que apuestan desde el colectivo.No obstante señaló que hasta el momento «solo han oído ‘cantos de sirena’ pero no una propuesta concreta sobre el futuro de los trabajadores afectados, lo que les deja «sin noticias sobre el futuro laboral».El representante de los trabajadores se mostró rotundo en que la subrogación ha de ser para la totalidad de la plantilla, «actualmente en una incertidumbre total», por lo que avanzan que seguirán con movilizaciones «hasta el último día».También participaron en la concentración y corte otros colectivos que se verán afectados por la supresión del peaje. Así José Antonio Merlo, gerente de una estación de servicio de la N-I, recordó que «en Europa todas las autopistas son de peaje, por lo que la eliminación del peaje beneficiará a más del 60% de los usuarios que viajarán gratis, mientras que en sus países los españoles están obligados a pagar por usar las autopistas».Merlo aseguró que previamente a la actual situación, «las administraciones no han querido escuchar a nadie» para buscar formulas alternativas que minimizaran el impacto en los negocios del eje Burgos-Miranda, por lo que calculó que «se perderán unos 400 puestos de trabajo además de estar condenándonos al cierre».Cabe recordar que la concesión de explotación de la AP-1 terminará en mes y medio, habiendo la empresa comunicado a principios del presente que el ERE sobre la plantilla de la concesionaria comenzará a aplicarse el día 16. En un intento de solucionar la situación, el comité de empresa ha pedido una nueva reunión a Fomento en la que participarían los representantes ministeriales, empresa y trabajadores con el objetivo de alcanzar un compromiso que permita, con el esfuerzo de todos, recolocar al 100% de la plantilla.La apuesta por la subrogación de todos en la futura nueva empresa que gestione la autopista tiene como principal argumento el conocimiento de la infraestructura por parte de los actuales trabajadores. Y es que la AP-1 no solo cuenta con medios y personal para su mantenimiento habitual sino con instalaciones para las campañas de vialidad invernal que requieren cierto grado de especialización. Algo a tener en cuenta cuando el fin de la concesión será en vísperas del invierno, lo que remarcan, hará necesario contar con medios, equipos y personal formado para garantizar la circulación resulta imprescindible en la autopista.