El Correo de Burgos

«No somos cartillas, somos personas»

Pradoluengo y Fresneda intensifican el contacto con otras plataformas por la sanidad pública de la provincia y no descartan una movilización «masiva» en Burgos / La marcha contra los recortes reúne a más de 2.000 personas

El alcalde de Pradoluengo, Antonio Araúzo (derecha) se sumó a la manifestación contra los recortes.-RAÚL G. OCHOA

El alcalde de Pradoluengo, Antonio Araúzo (derecha) se sumó a la manifestación contra los recortes.-RAÚL G. OCHOA

Burgos

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«¿Por qué nos ponen tan difícil poder vivir en los pueblos? ¿Para qué tanta reunión para buscar soluciones al despoblamiento que vive nuestra Comunidad Autónoma si luego nos quitan los servicios básicos?» Con estos dos interrogantes culminaba ayer la marcha reivindicativa -desde Fresneda de la Sierra Tirón hasta Pradoluengo- contra los recortes sanitarios en el medio rural tras la amortización de una plaza médica el pasado mes de octubre y la reducción de los días de consulta en 14 pueblos de la zona. Se esperaba una respuesta masiva de la población y así fue. Más de 2.000 personas recorrieron los casi 9 kilómetros que unen ambas localidades para recordar, a las puertas del centro médico de la villa textil, que «no somos cartillas, somos personas».«Es un problema muy serio y entendemos que lo tienen que solucionar como sea», manifestaba el alcalde de Pradoluengo, Antonio Araúzo, consciente de que por ahora la Junta de Castilla y León no tiene intención de atender sus peticiones, sino «más bien todo lo contrario». En este sentido, lamentó la reciente amortización de una plaza en Salas de los Infantes, la disminución de consultas en Campolara y la previsible pérdida de un facultativo por jubilación en Lerma.Para el regidor de Fresneda, Luis María Monja, la manifestación de ayer se antojaba necesaria porque «el pilar fundamental de los pueblos es la sanidad» y «cada día nos están quitando más servicios». Partiendo de esta base que se sustenta en la defensa de una «causa justa», advirtió a los responsables de la Consejería de Sanidad que los habitantes del medio rural no piensan rendirse:«Somos duros y vamos a aguantar. No van a poder con nosotros tan fácilmente». En la misma línea, Araúzo subrayó que «esto no se acaba» con una concentración a pie de calle. Es más, aseguró que «no vamos a cejar en el empeño e intentaremos por todos los medios reunirnos con los pueblos que están en la misma situación, que cada vez son más».La red de contactos a la que hacía alusión el alcalde de Pradoluengo ya está en marcha. Isabel Hoyuelos, integrante de la plataforma que aglutina las protestas en la zona, confirmó a este periódico la existencia de conversaciones previas con agrupaciones de Las Merindades, Oña y Briviesca. Asimismo, anunció la celebración de un encuentro en los próximos días con colectivos en defensa de la sanidad pública de toda la provincia en Burgos con el fin de concretar acciones conjuntas, sin descartar una «concentración masiva» en la capital para «hacer más fuerza» ante la Administración regional.Más allá de las actuaciones que puedan llevarse a cabo, los alcaldes de Pradoluengo y Fresneda volvieron a criticar las «excusas» de la Junta a la hora de abordar el problema. Lo que más le molesta a Monja es que la Consejería justifique los recortes amparándose en la «falta de facultativos» cuando ambas localidades propusieron recientemente gestionar la búsqueda de un médico para cubrir la vacante. La respuesta, tal y como rememoraba el regidor, fue simple y llanamente que «aunque lo encontráramos le destinarían a otro sitio».Entretanto, la cobertura sanitaria es cada vez más insuficiente. Lo comprobó el propio Monja, hace 15 días, cuando acudió al consultorio de Pradoluengo para entregar unos análisis. Según entraba se cruzó con la facultativa, que en ese instante se dirigía «a la residencia de ancianos». Para su «sorpresa», comprobó que había «seis o siete personas» en la sala de espera y ningún médico para atenderlas. A partir de ahí, tuvo más claro que nunca que el verdadero problema de la sanidad rural es la «falta de coordinación» de los responsables políticos que toman decisiones «desde un despacho» cuando «lo que tienen que hacer es pisar más los pueblos».Aparte de la movilización social, Araúzo remarcó la necesidad de transmitir el mensaje de la ciudadanía a través de las administraciones. Como diputado provincial del grupo socialista, se interesó recientemente por las mociones presentadas -con el apoyo unánime de todos los grupos- para reclamar a la Junta la reposición de plazas en Villadiego, Oña y Sedano. Hasta la fecha, el Gobierno regional «no ha contestado a ninguna de las tres». Por ello, se mostró partidario de «presionar» al presidente de la Diputación,César Rico, y a todo el equipo de Gobierno para que «se lo tomen un poco más en serio».

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