El Correo de Burgos

La plantilla de Cerealto en Briviesca confía en mantener el empleo hasta el fin del convenio

La empresa se fusiona con Siro, a la que compró la factoría burebana en 2017 y se desprenderá de otras 5 fábricas, entre ellas las de Medina del Campo y El Espinar / Seguirá de interproveedor de Mercadona / González Serna tendrá el control de la firma fusionada

González Serna y Luis Ángel López, presidentes de Siro y de Cerealto.-E.M.

González Serna y Luis Ángel López, presidentes de Siro y de Cerealto.-E.M.

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GERARDO GONZÁLEZ / J. LUIS F. DEL CORRAL / Burgos / Valladolid
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Dos viejos conocidos se unen para crear un grupo alimentario internacional que impulse la fabricación y venta de galletas, cereales y pasta en el exterior. Siro y Cerealto se fusionan para constituir Cerealto Siro Foods. El nuevo grupo estima que facturará al cierre de este año 600 millones de euros y producirá cerca de 400.000 toneladas.Siro y Cerealto venderán sus fábricas de bollería y pan. Esta «desinversión» implicará el traspaso a otras compañías del negocio y las plantas de Briviesca, El Espinar (Segovia), Navarrés (Valencia), Medina del Campo (Valladolid), Antequera (Málaga) y Paterna (Valencia).«No podemos asegurar una fecha» para esta venta, aseguran fuentes de la compañía, porque «son operaciones de gran dimensión que llevan tiempo; lo mismo pueden ser tres meses que más de un año».El nuevo grupo prometió ayer que buscará «el mejor comprador» para estas fábricas, con el fin de que «garanticen el empleo y las condiciones laborales de las personas que trabajen en ellos».Briviesca.Fuentes sindicales de la planta briviescana explican que “los trabajadores tienen en vigor el actual convenio colectivo hasta diciembre de 2019”, por lo que deducen que la operación no debería repercutir en la plantilla con el cambio de propietario, cuando este se produzca. Un dato que también permite augurar un futuro sin sobresaltos para los trabajadores es que Mercadona, principal cliente de estos negocios, ha asumido el compromiso para con el nuevo comprador «de dar continuidad a los negocios de Pan y Bollería, siempre dentro de la garantía de calidad, eficiencia e innovación», aseguraron desde el nuevo grupo.Esta venta de la planta briviescana será la tercera desde que la fábrica de la entonces denominada Repostería Martínez fuera vendida al grupo Bimbo en 1999 para posteriormente ser adquirida por el Grupo Siro en 2009 y en mayo de 2017 por Cerealto, que también compró la planta de Antequera. Cabe recordar que la planta es la principal industria de la capital burebana, con una plantilla de casi medio millar de trabajadores. En la última venta a Cerealto se suscribió un acuerdo que contemplaba la formalización del compromiso de mantener el 100% de los puestos de trabajo y todas las condiciones laborales de la plantilla así como su antigüedad.Respecto al interés que pueda despertar en el mercado la venta de las plantas de bollería del nuevo grupo en la que se incluye la briviescana las cifras facilitadas por Cerealto son atractivas, ya que «el negocio de bollería cerrará con un volumen de 74.000 toneladas y crecimiento de 4,9%» en términos de volumen en 2018 mientras que el mercado evoluciona «positivamente» y se prevé que cerrará en torno al 2,7%.Siro presideEl nuevo grupo tendría cerca de 5.000 empleados, a los que habría que restar los 1.500 de las fábricas que prevén vender. En Castilla y León, el personal que cambiará de dueños serán 849: Briviesca (369), Medina del Campo (200), El Espinar (148) y la línea de pan de Aguilar de Campoo (132). En la Comunidad Valenciana serán 348: Paterna (156) y Navarrés (192). En Antequera, 208.El actual presidente de Siro, Juan Manuel González Serna será el presidente de la compañía y Luis Ángel López, presidente de Cerealto, el consejero delegado. Serna y su mujer Lucía Urbán mantendrán el control del capital de la compañía, según fuentes del grupo y López será accionista minoritario. El empresario que salvara en 2002 la fábrica de Fontaneda mantiene en el nuevo grupo la condición de empresa familiar. Serna y López son viejos conocidos. Éste último llegó a ser vicepresidente del grupo que lideraba el que ahora es su nuevo socio.La alianza permitirá a Cerealto Siro Foods contar con una plantilla de 5.000 trabajadores distribuida en diecisiete centros de producción ubicados en España, Portugal, Reino Unido y México, además de un equipo local en EE.UU.«El objetivo del nuevo grupo es posicionarse en el mercado alimentario global con una oferta de productos que respondan a las necesidades de los consumidores en los diferentes mercados, con un modelo de negocio focalizado en la calidad, la eficiencia operativa y la innovación en productos y procesos, y especializados en el desarrollo de categorías globales y la fabricación de productos alimentarios derivados del cereal para clientes del sector Retail y B2B, acompañado de una amplia capacidad productiva en los múltiples mercados donde tiene presencia», precisó la compañía.Para ello, Cerealto Siro Foods tiene previsto concentrar sus recursos operativos y financieros en las categorías de galletas, cereales y pasta, líneas de negocio con gamas de producto de carácter global y amplio potencial de desarrollo en diferentes mercados. «Siro aporta el conocimiento y toda su experiencia en la cadena de valor en dichas categorías», mientras que Cerealto proporciona «la estructura internacional de su negocio, así como sus compromisos con clientes internacionales».El nuevo grupo subrayó que seguirá siendo interproveedor especialista de Mercadona en el mercado español, y mantendrá la cartera actual de clientes de Cerealto, «tanto en España como en otros mercados a nivel internacional».Según Cerealto Siro, Mercadona respalda esta estrategia, tanto en focalizar su actividad en galletas, cereales y pasta como en la venta de los negocios de bollería y pan. Su compromiso con el nuevo comprador será «el de dar continuidad a los negocios de pan y bollería, siempre dentro de la garantía de calidad, eficiencia e innovación».Siro facturó el año pasado 494 millones de euros, un 9% menos que en 2016, alcanzó un volumen de ventas de 326.500 toneladas y logro un ebitda (resultados brutos) de 77 millones de euros con 31,7 millones en inversiones. El grupo castellano y leonés se constituyó en Alar del Rey en febrero de 1966. Su domicilio social está en Venta de Baños. El año pasado incremento su cifra de negocios gracias a la venta de las fábricas de Antequera y Briviesca. Pese a todo, mantenía al cierre de 2017 un elevado nivel de endeudamiento.Cerealto suma al grupo las plantas de Antequera y Briviesca, Benavente, Portugal, México, Italia y Reino Unido. Su plantilla se acerca a los 1.800 empleados. Está presente en 40 países y trabaja con marcas como Siro, Nutriceal y Moccagatta. La compañía creada en 1991 facturó el año pasado casi 60 millones de euros y tenía entre sus proyectos un ambicioso plan de expansión.COMITÉ DE EMPRESA. Nada más hacer se pública la decisión de fusionarse, las reacciones al acuerdo no se hicieron esperar. El presidente del comité de empresa de la fábrica de Siro El Espinar, Javier Dorrego, afirmó que todavía no hay una postura oficial de los trabajadores, pero aseguró que prefieren ser «optimistas» y confiar en que surja un comprador porque contaría con «la cartera de clientes y el negocio de Mercadona». Dorrego comentó que lo único que saben los trabajadores es por el comunicado oficial difundido ayer en todas las plantas de Siro. Precisó que el acuerdo busca su expansión en los mercados internacionales, con las plantas que tienen en México, Portugal e Inglaterra, dedicadas a la producción de galletas, cereales y pastas, informa Ical. La venta de los negocios de pan y bollería, no afectará a los trabajadores de Horno de Galletas de Aguilar, la planta que tiene en Aguilar de Campoo, en la que la empresa además de galletas y cereales también fabrica pan de molde. «El empleo se va a mantener», aseguraron desde el comité de empresa de la factoría norteña. Su presidente, Alfredo Alonso, insistió en que la asunción por parte de otra empresa de la línea de pan de molde «no traerá consigo despidos» ya que, la nueva firma tendría la obligación de asumir los puesto de trabajo y, subrayó, en cualquier caso la nueva empresa vendría avalada como proveedora de Mercado y por el propio Grupo Siro.JUNTA. Para la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, se trata de «un tema empresarial». Destacó que la compañía ya ha trasladado garantías de que «no va a haber pérdida de puestos de trabajo». A juicio de Del Olmo, lo que está haciendo Siro es «un proceso de selección de dónde puede ser más competitivo» y resaltó la importancia de que haya trasladado a la Junta que no se perderán puestos de trabajo con esta decisión. Del Olmo reconoció que por el momento la Junta no tiene constancia de que haya un comprador.

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