El Correo de Burgos

Los médicos de Atención Primaria tendrán que hacer guardias en el Suap

Los médicos de Atención Primaria tendrán que hacer guardias en el Suap

Los especialistas de Atención Primaria mantuvieron una reunión ayer en el Colegio de Burgos de la capital.-ECB

Los especialistas de Atención Primaria mantuvieron una reunión ayer en el Colegio de Burgos de la capital.-ECB

Publicado por
LORETO VELÁZQUEZ
Burgos

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Con el objetivo de paliar los estragos de la fuga de especialistas y en concreto, la precariedad que a día de hoy sufre el servicio de urgencias de atención primaria (SUAP); el Sacyl ha activado en Aranda de Duero y en Burgos una medida que obligará a los médicos de familia de los ambulatorios (Norte y Sur en el caso de la capital ribereña) a realizar 21 horas de guardias al mes en el Suap. La iniciativa ha creado controversia y mientras en el Suap acogen el anuncio con esperanza al entender que ante la falta de efectivos es preciso repartir «un poco más las cargas», en medicina interna el recelo es evidente ante una solución que entienden «es un parche que no contribuirá a mejorar un panorama insostenible», tanto para los profesionales médicos como para los pacientes.Con el objetivo de buscar una solución real, los profesionales de Atención Primaria se reunieron ayer, a última hora de la tarde, en el Colegio de Médicos de Burgos. «Se ha llegado a una situación de verdadera catástrofe al no poder cubrir toda la demanda con el personal actual», lamenta la junta directiva del Colegio de Médicos, indignada porque pese a los reiterados avisos, no se ha hecho nada.Según denuncian, no ha habido previsión de jubilaciones y no se han puesto medidas para afrontar las consecuencias de los traslados en determinadas áreas o el abuso con «indignos contratos de los médicos de área. La solución propuesta por la Gerencia de Atención Primaria no sólo no va a paliar el problema sino que lo va a empeorar», avisan.Lo cierto es que la situación en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), es límite si tenemos en cuenta que de los nueve médicos con los que se supone cuenta la plantilla orgánica, solo hay tres, más uno de refuerzo que se comparte con el centro de salud rural. «No podemos más», explica uno de estos médicos con la mirada puesta en las 330 horas que puede llegar a hacer este mes, 190 más de lo que debería ser «lo normal. Sabemos que los de Medicina Interna están también doblando cupos pero es preciso repartir un poco las cargas porque aquí estamos solos», advierte al recordar que aunque se ha cubierto una de las dos plazas vacantes en el ambulatorio norte, continúa también sin cubrir la que dejó la pediatra del ambulatorio sur. «Aquí el aumento de niños es notable».La inquietud se extiende a la única pediatra que queda en el ambulatorio sur. Desde que se fue su compañera el pasado 26 de octubre, solo han llegado refuerzos dos días: el 14 de noviembre y ayer, 26 de noviembre. «No puede coger moscosos ni vacaciones, no se puede ni poner mala», relata Eva Asensio, la coordinadora de atención primaria de un centro que atiende a 2.200 menores.Lejos de mejorar, el panorama se complica todavía más en el hospital Santos Reyes y a la dificultad de encontrar a dos radiólogos, un cardiólogo, un digestivo, un geriatra y un ginecólogo, que quieran desarrollar su carrera en una plaza como Aranda de Duero, se une ahora otro reto: la marcha de una nueva pediatra. La profesional, especializada en digestivo infantil se va a Burgos, al hospital Universitario, con un contrato que innova en la capital ribereña por incluir un servicio compartido.De esta manera, al igual que se hace ya en Miranda con algunas plazas, la especialista estará un 60% de su tiempo laboral en Burgos pero tendrá que estar un 40% como refuerzo en el Santos Reyes. No será la única. Según ha podido saber este periódico, el Sacyl prevé utilizar este mismo sistema en la contratación de una cardióloga infantil con la que esperan potenciar el servicio de pediatría ribereño.PreocupaciónAunque estas iniciativas ayudarán un poco a solventar esta nueva crisis en el departamento de pediatría, el jefe de la unidad no esconde su preocupación. «Con tres médicos más dos refuerzos no sé cuánto vamos a poder aguantar en estas condiciones», urge el doctor Barbadillo, a sabiendas de que la cardióloga todavía no ha aceptado. «Es una pena porque nos estamos quedando sin gente muy válida, no por traslados, sino porque les ofrecen mejores cosas de las que podemos ofrecer aquí», lamenta seriamente consternado. «Si no cambian las cosas, vamos al colapso».La marcha de esta pediatra pone en vilo al servicio. Y es que, si antes hacía siete guardias y ahora solo tendrá que hacer dos, el reparto será complicado. «Yo ya tengo tres guardias en cinco días», señala Barbadillo.En su opinión, si los refuerzos no llegan, habrá que tomar medidas en diciembre, como priorizar las cosas más urgentes.

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