El Correo de Burgos

RIBERA

El Servicio de Urgencias también se desborda ante la falta de recursos

Los facultativos piden comprensión a la ciudadanía y animan a presentar reclamaciones

Entrada al servicio de Urgencias del hospital Santos Reyes de Aranda de Duero.-L.V.

Entrada al servicio de Urgencias del hospital Santos Reyes de Aranda de Duero.-L.V.

Burgos

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Primero, los ambulatorios Norte y Sur. Después, el Servicio de Urgencias del hospital Santos Reyes de Aranda de Duero, que tampoco no duda en denunciar la falta de recursos. A través de un comunicado, su equipo médico lamenta las demoras en la asistencia y los «graves problemas de difícil solución» por la falta de facultativos profesionales -tanto de personal médico como de Enfermería y auxiliares- por el espacio físico reducido de un centro que se ha quedado pequeño y que ansía el prometido nuevo hospital. Además, la misiva también alude a la utilización «no correcta» del servicio por parte de algunos ciudadanos que parecen confundir Urgencias con el médico de cabecera, al que recurren por patologías banales o como medio para adelantar pruebas diagnósticas. Y claro, «todo esto hace que el servicio se colapse».Porque aunque «cada uno pueda entender su enfermedad como urgente, hay que distinguir» entre lo que se puede resolver desde el ámbito de la Atención Primaria -como una amigdalitis, un dolor de muelas o un dolor de varios días de evolución- y lo que es una urgencia vital: un infarto, un cólico renal o una fractura, por poner varios ejemplos.Dicho esto, los facultativos coinciden en que la saturación se ha incrementado en los últimos meses a raíz de la precariedad de otras áreas como la Atención Primaria, que «también está al límite» por la falta de pediatras y de médicos rurales. «Nosotros somos los mismos, con el mismo espacio físico, y cada día nos vamos a casa con la sensación de no haber tenido el tiempo suficiente de atender esa faceta tan importante de la enfermedad que es la Psicológica. No tenemos tiempo de escucharles, apoyarles y reconfortarles, porque si nos paramos nos arrolla el tren», explican convencidos de que un servicio como el de Urgencias no puede ser sinónimo de rapidez. «En las urgencias vitales por supuesto que sí, pero en el resto hay que pararse para valorar y diagnosticar porque en ello va mucha responsabilidad», argumentan.El equipo del servicio de Urgencias hace un llamamiento que no deja indiferente: «No nos griten, no nos insulten, no nos amenacen, no nos graben… porque su presión hace que nos bloqueemos y trabajemos peor». Además, advierten que atender a todos los pacientes según llegan resulta imposible. «Cada día intentamos dar lo mejor de nosotros mismos, pero esta presión asistencial está minando nuestras fuerzas físicas y psicológicas», lamentan agradecidos, eso sí, a la inmensa mayoría de usuarios que son «comprensivos, esperan con paciencia y agradecen nuestros cuidados». De hecho, reconocen que «son precisamente esas muestras las que nos animan a soportar la sobrecarga de trabajo».Y es que no hay que olvidar que los médicos, enfermeros o celadores también son usuarios. «La solución lamentablemente no está en nuestra mano», señalan mientras piden no avivar el fuego en las redes sociales, porque «lejos de ayudar a resolver problemas generará otros de más difícil solución». «Nosotros no somos el enemigo. Tenemos que trabajar todos juntos», imploran convencidos de que la única manera de lograr algo es que los usuarios presenten reclamaciones.Aunque dos facultativos están a día de hoy de baja, el problema no es nuevo. «Es una plantilla tan justa que cualquier cosa que se salga un poco de lo habitual nos desborda», precisan a sabiendas de que al igual que los dos médicos del servicio de urgencias del SUAP, que han cogido baja por estrés laboral; si no hay una solución pronto «habrá más casos» en médicos, en enfermeras y en auxiliares de Enfermería.Entretanto, la actividad reivindicativa prosigue hoy, a las 14 horas, en el ambulatorio Sur, donde se ha convocado una rueda de prensa para dar a conocer la situación del centro sanitario.

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