«Nos consta que el Gobierno pidió opinión a otros países sobre el cierre de La Lora»

A Carlos Gallo se le ve con ganas de luchar por su tierra con uñas, proyectos y dientes para frenar el avance de la despoblación. Desde fuera, parece que Sargentes lo tiene ‘crudo’ tras la negativa del Gobierno a mantener abierto el único campo petrolífero del país, pero el regidor se resiste a dar la batalla por perdida. Compagina la protesta activa, el envío de cartas y la captación masiva de apoyos con el desarrollo de alternativas viables para que el municipio vuelva a la «vida». La legislatura toca a su fin y quiere seguir, pero eso ya es otra historia.Pregunta.- La Lora ha copado multitud de titulares a lo largo de 2018 tras el cierre de los yacimientos. ¿Qué ambiente se respira en Sargentes en estos momentos?Respuesta.- Es mucho más triste que hace unos cuantos años. La desolación es lo que queda cuando llega el invierno y ves que se ha apagado. Queda muy poca gente y los servicios que daba el campo de petróleo han quedado reducidos a la mínima expresión. Estamos luchando e intentando reinventarnos de alguna manera. Queremos que la gente nos escuche para poder devolver esa vida que tiene La Lora.P.- Por muy mal que pinten las cosas, nunca ha tirado la toalla. ¿Ve viable que el Gobierno pueda reconsiderar su postura?R.- Me ha sorprendido, sobre todo ahora con lo de Tarragona. Un mes después de anunciar lo nuestro, comentaron que también cerraban las plataformas marinas. Sin embargo, las han dado 10 años de prórroga. Eso nos ha abierto una pequeña esperanza.P.- Entonces supongo que continúa la búsqueda de apoyos...R.- En ello estamos, enviando cartas y pendientes de realizar una serie de actos que permitan recordar y hagan sonar un poco más fuerte lo que se ha vivido allí y lo que se podría vivir.P.- De lo que no cabe duda es de que los vecinos van ‘todos a una’.R.- No solo los vecinos, también otros ayuntamientos. Todo el mundo está con nosotros, sentimos ese calor del resto de los pueblos. La despoblación está ahí y para nosotros es una puntilla más. Aquí en ningún momento se ha hablado de reindustrialización ni de otras alternativas, directamente de desalojar. ¿Qué hacemos ahora cuando hemos estado esperando 20 meses a que se abriera un concurso? Parece que lo teníamos ahí, a las puertas. Y de repente...P.- ¿Cómo se vivió ese periodo de incertidumbre en la zona?R.- Día a día, ibas viendo los avances. Venía gente de Madrid, se analizaba la seguridad, nos iban comentando... Luego, cuando se hizo la primera fase, se realizó una auditoría externa a través de una empresa de fuera. Hasta ahí todo bien. Incluso en diciembre de 2017, en el Boletín Oficial del Estado se requiere el desmantelamiento de objetos que no sirven, que están obsoletos y pueden conllevar algún peligro para las instalaciones. Eran siete cosas.El 15 de enero, la Subdelegación del Gobierno da el visto bueno y quedamos a la espera de ese Boletín que aparece en marzo. Entonces, las empresas que estaban preparada para concursar ya tenían esperanzas de ver qué más iba a pedir el Gobierno. Nos consta que el Gobierno pidió opinión a otros países porque en España era la primera vez que pasaba.P.- ¿Qué le pareció la actitud de Marco Antonio Manjón, portavoz de Imagina en la Diputación, al desmarcarse de su propio grupo para defender la continuidad de Ayoluengo?R.- A Marco Antonio le tengo mucho cariño.Lo primero, porque es vecino del municipio. Marco Antonio está en la foto del pozo número 1 con seis años. Ideologías aparte, le vi entre la espada y la pared y al final el corazón le pudo. Vaya situación: ver algo que has vivido toda la vida, que sabes que es productivo, que ha servido de beneficio para el municipio y que de la noche a la mañana tengas que votar en contra. Ha sido un gesto valiente.También hay que recordar que en Castilla y León, en las Cortes, se abstuvieron. Era lo lógico.P.- ¿Se barajan fechas concretas para el desmantelamiento?R.- Nosotros de momento hemos empezado a actuar por otro lado. Recibimos un correo de la empresa, en vísperas de la Navidad, en la que nos comunicaba que iba a empezar el desmantelamiento ya. No entendíamos ese correo y les respondimos que el Ayuntamiento, evidentemente, se iba a oponer totalmente a ese desmantelamiento si no había un proyecto, una licencia previa.Ahora mismo ya están todas las diligencias en la Junta de Castilla y León, donde se ha solicitado que sea Bien de Interés Cultural como patrimonio industrial de este país porque es el único campo de petróleo.P.- ¿Cuál es la principal motivación de esta solicitud?R.- Que no se pierda esa esencia, algo que nos ha hecho únicos. No solo en la provincia de Burgos, sino en toda España. Queremos que el Museo delPetróleo de Sargentes de la Lora dé fe visualmente, con esos caballitos, de lo que ha sido un paisaje que para nada ha afeado la comarca. Todo lo contrario. Ahora, mucha gente lo que echa de menos es el ruido del balancín. Parece que falta algo.P.- ¿Se traduce el impacto mediático de los pozos en un interés creciente por el Museo?R.- El Museo ha ido avanzando año tras año desde su apertura. Hemos incrementado las visitas y las actividades. Los resultados para nosotros han sido bastante buenos. Sabemos que lo que exponemos solo se puede ver allí. Esa exclusividad nos da juego para que el turismo se asiente en el municipio. Pero no es solo ver petróleo y la historia del hidrocarburo en España, también todos los alicientes que tiene La Lora y el Rudrón. Tenemos las rutas de la Guerra Civil, una de las zonas megalíticas con más dólmenes de Europa, los paseos entrañables por un río con historia molinera. No hay que olvidar que entre finales del siglo XVII y mediados del XVIII tuvimos una de las potencias industriales de la provincia de Burgos. Muchísimos agricultores iban a moler al Rudrón.P.- Los últimos datos demográficos delInstituto Nacional de Estadística revelan que el censo se mantiene intacto. ¿Sabe de algún vecino que haya hecho las maletas o tenga previsto hacerlas?R.- Hay una chica que ha cogido el restaurante del municipio y está dándole una vuelta al tema gastronómico de la comarca. Ha dejado el negocio que tenía en Barakaldo y se ha venido a Sargentes. Entonces piensas, ¿por qué no?También hemos sacado a subasta el albergue y hay empresas interesadas. Puede ser un punto de inflexión a la hora de llegar allí para que la gente se quede el fin de semana y vea todo lo que podemos exponer.P.- Petróleo aparte, ¿qué destacaría del último año?R.- Sobre todo la carretera, la unión de dos comarcas. Ese Rudrón que por fin tiene la cercanía que debería haber tenido hace muchos años con La Lora. El paso entre Moradillo ySan Andrés era uno de los objetivos de la legislatura y lo hemos conseguido. Ahora, ambas comarcas se empiezan a conocer. La carretera les ha dado vida.P.- ¿Ha arrancado ya el proyecto ‘Acompañando al Rudrón?R.- Estamos en ello.Han salido las subvenciones de biodiversidad, pero parece que las han encaminado más a fundaciones o asociaciones y han descartado a los ayuntamientos. Pero bueno, estamos estudiando la manera de seguir. Además, el año pasado, gracias a la cuadrilla del Parque Natural abrimos senda, llegamos hasta los arreaderos y ahora queremos bajar hasta las carboneras y llegar hasta el molino de Rasgabragas y subir a Ceniceros. Ese es el objetivo de este año.También queremos limpiar la batea donde se machacaba el lino con los telares en Santa Coloma. Lo vamos a intentar desde el Ayuntamiento con voluntariado de los pueblos para que la zona vaya resurgiendo. Este año tenemos un aporte de Turismo desde la Junta de Castilla y León. Nos han dado una subvención bastante generosa y se están abriendo muchas posibilidades. Además, vamos a extender las rutas de la Guerra Civil. Y sabemos que este año, por fin, el Túmulo de Arroyo de las Vegas se va a destapar. Va a ser la compañía perfecta para la Cabaña. Cuando alguien vaya a Sargentes a ver el monumento megalítico también se podrá parar en Arroyo de las Vegas. Por otra parte, vamos a descubrir el Románico de los seis pueblos. Cada iglesia, su estilo... Todo ello a través de una ruta de senderismo y de BTTpara que la gente tenga la oportunidad de visitar todo el municipio y conocer la historia de cada pueblo.P.- ¿Algo más para 2019?R.- Sobre todo, mantener la vida del petróleo. En el Museo, estamos enfocando la finalización del jardín de rocas. Tenemos unas cuantas muestras y estamos con la señalización. Creo que va a ser el complemento perfecto junto con las rutas, ya que desde el Museo se podrá recabar información para desplazarse a cualquier punto del municipio y poder disfrutar de toda la comarca. Además, queremos poner en marcha el albergue y darle ‘vidilla’ gastronómicamente con la aportación de Begoña, la chica que ha cogido el bar.