El Correo de Burgos

patrimonio

Recuperan dos sillares robados en Quintanilla de las Viñas

Sustraídos en 2004 de la conocida ermita visigótica, las dos piezas de piedra se hallan en la embajada española en Londres a la espera de su repatriación

Los restauradores burgaleses viajaron a Londres para confirmar que se trataba de las piezas robadas.-ECB

Los restauradores burgaleses viajaron a Londres para confirmar que se trataba de las piezas robadas.-ECB

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M. M.
Burgos

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«Vuelvo a tener esperanza en la humanidad», bromea la directora del Museo de Burgos, Marta Negro. «Después de hacer siempre informes de robos, alegra que esta vez sea para informar del hallazgo de lo robado», comenta. Todo ello tras el viaje relámpago que realizó este fin de semana a Londres, acompañada por responsables de la Unidad de Patrimonio de la Guardia Civil y del área de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, tras solicitar su ayuda para confirmar que dos grandes sillares entregados en la embajada española en Londres, eran aquéllos robados en 2004 en la ermita de Santa María de Quintanilla de las Viñas, elemento reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC).Y lo eran, lo que causó una gran alegría a la historiadora, quien junto a su equipo de restauradores se encuentra ya a la espera de que se realicen los trámites para el traslado de ambas piezas hasta Burgos. «Nos temíamos lo peor, pero a pesar de su mal estado, son perfectamente recuperables», asegura.Trámites que como confiesa, «esperamos que no lleven más de dos o tres semanas, aunque es verdad que necesitan viajar ‘con papeles’ pues tras su salida fraudulenta de tierras burgalesas al haber sido robadas, hace que hoy sea necesario regularizar su vuelta a casa».Momento que Negro espera con gran interés, ya que marcará el comienzo de un largo proceso de análisis de su estado y posterior restauración, «que fácilmente nos llevará uno o dos años, pues hay que tratarlos como la pareja de enfermas que son», afirma.Metáfora perfecta del proceso de trabajo que comenzará en cuanto lleguen en depósito al Museo burgalés, cuyo primer paso será analizar qué daño sufren y en qué grado, haciendo especial hincapié en las frágiles características de ambas piezas a raíz de su tallado en arenisca. «Material que ha favorecido la absorción de todo tipo de humedad, duplicando así su ya de por sí frágil composición, por lo que habrá que trabajar con especial cuidado», advierte Negro. «Y sin prisas, pues lo importante es que vuelvan a casa, que para presentarlas de nuevo en sociedad ya habrá tiempo», augura.‘Enanitos de jardín’«Además de que, por lo visto, se las ha tratado estos años como ‘enanitos de jardín’, tal y como les narraron las autoridades a tenor de las explicaciones que ellos recibieron de sus dueños, de quienes en todo momento se ha mantenido su identidad escrupulosamente en secreto.Compradores años atrás de ambas piezas -de las que confesaron desconocer su origen fraudulento- comentaron haberlas tenido en el exterior adornando su jardín, «y al revés, con el motivo tallado en contacto con el suelo boca abajo». Postura inversa que, como teme, seguramente haya dañado aún más estas piezas «talladas para lucirse en espacio interior, y que de pronto se vieron expuestas a las duras y húmedas inclemencias del clima británico», explica la responsable.A pesar de todo, Negro se muestra agradecida por la reacción de los propietarios de las piezas al haber optado por entregarlas, «pues si hubiesen decidido destruirlas nunca se hubiera sabido puesto que se las daba por perdidas», confiesa, «De ahí que sigamos teniendo esperanza en hallar más de las sustraídas en la provincia».Aventura con final feliz en la que ha jugado un papel decisivo el buscador de arte Arthur Brand, quien declaró haber entregado ambas piezas en la embajada londinense de España, cada una de las cuales con más de 50 kilos de peso, «lo que no hace tan fácil su transporte, de ahí que ahora se esté buscando una empresa especializada para traerlas a España cuanto antes», reitera la responsable del museo.Clunia y ValdearadosNegro agradece, asimismo, la exhaustiva labor de los agentes de la Guardia Civil, «quienes se han implicado mucho en esta recuperación». Además de remarcar la continua revisión y actualización que éstos realizan del registro de este tipo de piezas con que cuentan en Madrid, «y que intercambian con autoridades de otros países, como en este caso con Scotland Yard, que fueron quienes se pusieron a su vez en contacto con los responsables de Madrid».Añade que tras los resultados logrados por Brand con estas piezas de la ermita -sita en la comarca de Lara-, y tras ofrecerse éste a los burgaleses para ayudar en el intento de recuperación de otros elementos robados en la provincia, «le hemos pasado fotos de dos que creemos especialmente relevantes, como son las piezas centrales robadas en 2011 del mosaico romano de Baños de Valdearados, y del cipo de Clunia -trozo de columna con símbolos fálicos y también de gran tamaño-, sustraído poco después del mosaico romano».Contento de la recuperación de estas piezas se mostraba también el delegado diocesano del Patrimonio Cultural de la diócesis de Burgos, Juan Álvarez Quevedo, a quien confirmaban a primeras horas de la mañana de ayer que las piezas halladas en Londres eran, efectivamente, las sustraídas de la ermita burgalesa. «Robo del que hicimos nosotros la denuncia ante las autoridades tras producirse en el verano de 2004, como propietarios que éramos de la misma», recuerda el sacerdote. Propiedad que sin embargo, ha dado lugar a un litigio en los tribunales «que tras una primera sentencia el pasado año a favor del Arzobispado y su posterior recurso por la Junta», aún está pendiente.

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