El Correo de Burgos

CRECIDAS / LAS AGUAS SIGUEN BRAVAS

El poderoso Arlanza reduce su cauce pero sigue muy vigilado

Puentedura, Lerma o Covarrubias vieron salirse sus aguas del cauce pero sin causar gran peligro, aunque temen que la nieve recrudezca la situación la próxima semana Villarcayo también permanece alerta

El Arlanza se ha apropiado ya del entorno que rodea la autovía de entrada a Lerma.-I. L.M.

El Arlanza se ha apropiado ya del entorno que rodea la autovía de entrada a Lerma.-I. L.M.

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M. M.
Burgos

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Sí... pero no. Con actitud tranquila pero vigilante amanecieron ayer gran parte de las localidades de la provincia. Si bien la lluvia pareció haber dado algo de tregua desde la tarde del viernes -hecho que permitió que ayer sábado los ríos bajaran con mucha menor altura en sus cauces-, no fue así con la nieve, que con diferente intensidad pero en toda ella de forma continua, no abandonó la provincia en toda noche del viernes al sábado, lo que hizo a todos seguir ayer vigilantes.De hecho, las localidades de Lerma, Covarrubias y Pinilla de los Moros fueron las omnipresentes a lo largo de los partes informativos que sobre el estado del Arlanza emitía con regularidad la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), a quienes se fueron sumando sus vecinos Puentedura, Tordómar o Peral de Arlanza. Que sin embargo también fueron desapareciendo del listado de alertas a la par que descendían sus respectivos cauces, cuyas revueltas aguas días antes habían comenzado a campar a sus anchas por calles y parques aledaños al recorrido fluvial.Es el caso de Puentedura, donde a pesar del pequeño muro de contención con que cuenta tras años previos de inaundaciones y riadas, el agua se acercó peligrosamente a la ermita de San Millán. «En la que sí entró un poco de agua pero no mucho, ya que en previsión de ello, yo ya había tapado un espacio que hay en uno de los lados, y así el daño fue mínimo», comentaba su alcalde Gonzalo Javier Moral, atento durante el día de ayer a que el agua no llegara a la calle cercana y casualmente bautizada ‘del río’.Reducción de fuertes caudales que ya desde primera hora de la mañana era visible en muchas de las localidades. «De hecho, el río baja ya con apenas metro y medio de altura, lo que sin ser poco sí supone la mitad del cauce que llevaba el jueves o el viernes, en que superaba los 3,65 metros», comentaba también al mediodía, el alcalde de la localidad de Covarrubias, Óscar Izcara.Vallado del entornoVolumen que si bien el sábado rondaba los ‘respetables’ 2,70 metros cúblicos por segundo, «esto es poco comparado con los más de 400 que llegamos a tener el pasado jueves», cifró el edil.Caudal en descenso que no evitó que desde el Consistorio de la villa rachela se decidiera, de todas formas, mantener el vallado del entorno cercano al río y el paraje conocido como Paseo de la Solana. Zona verde y de habitual paseo tanto para lugareños como visitantes, «hemos preferido acotar esa zona para que no se cuele ningún paseante despistado, o algún temerario que se acerque demasiado a hacerle fotos al río, y evitar tener que lamentar daños mayores», comentó Izcara.Remarcada reducción del Arlanza en Tordómar que tampoco evitó que desde el Ayuntamiento se mantuviera el aviso dado a los propietarios de las casas bajas existentes a los laterales del río, de que sacaran el ganado. «Y es que muchos tienen allí animales, y queríamos evitar que una subida rápida del río causara percances más graves», comentaba su alcaldesa, Inma Sierra, quien a media tarde de ayer confirmaba que el río seguía bajando con fuerza pero en su cauce.Asimismo, el Arlanza se mostraba mucho menos caudaloso -que no tranquilo-, a su paso por Lerma, donde la previsión de que no habrá este fin de semana más lluvias ni nevadas de calado remarcable, no terminaba de convencer del todo a sus responsables municipales. De hecho la alcaldesa lermeña, Celia Izquierdo, comentó que «de todas formas he preferido seguir manteniendo avisados a los responsables de otras administraciones de la situación, para evitar problemas».Si bien reconoció que la situación estaba controlada, «porque el agua hoy ya ha bajado mucho en comparación con estos días pasados», recordó, «aún así ya ha anegado un poco la zona del ferial y del paraje de paso que hay entre el Arlanza y el entorno de los colegios, así que no está de más estar pendiente», aseguró.Valoraciones que parecen confirmar los partes de avenidas emitidos este fin de semana, los cuales advertían el viernes en la mañana de cómo las mediciones marcaban en Lerma un nivel de 3,23 metros de altura del Arlanza a su paso por la villa. Cifra que apenas rondaba los 2,36 metros ayer sábado también al mediodía, y los 2,15 metros a partir de las 20,30 horas de la tarde de ayer, frente a los apenas 1,60 con que también cerraba Covarrubias la tarde de ayer sábado.«Y aunque quedan aún unos metros del colegio y del instituto hasta el agua, prefiero que todo el mundo esté advertido para, en caso de que suceda algo, la directora del centro pueda ponerse rápidamente en contacto con el Ministerio, igual que nosotros con el delegado de la Junta, quien ya está pendiente de la situación».Izquierdo recuerda cómo hace dos años, sendos centros educativos se vieron muy afectados por las aguas del Arlanza que tras salirse anegaron aulas, bibliotecas, baños, patios y demás espacios educativos. «Pero no creemos que esta vez llegue a tanto», auguraba la alcaldesa lermeña, «pues creemos que ya ha subido todo lo que tenía que subir... pero nunca se sabe».Y es que como reconocían tanto Izcara como Izquierdo, el temor de mayores problemas lo trasladan a la próxima semana, «en que tanto si vuelven de nuevo las lluvias como si no es así, la nieve que sí ha caído en otros puntos, y que comenzará a derretirse, se convertirá en agua que acabará de nuevo en el río».Villarcayo, en alertaPauta en descenso del caudal del que también hizo gala el Ebro -tras mantener a todos en vilo esta semana tras dar lugar el pasado jueves a una de las más fuertes subidas de los ríos a su paso por la ciudad mirandesa-, que ayer cerraba el día con apenas 2,64 metros frente a los casi 2,90 del viernes. Como también sucedió con el Nela en Villarcayo, desde donde su alcalde, Adrián Serna, al igual que sus compañeros munícipes del resto de la provincia, se mantenía pendiente. «Aunque aquí éste también ha bajado mucho, ya que estos días pasados llegamos a tener 3,65 metros y ahora rondamos apenas 1,20 metros».Si bien no achaca los problemas de riadas a la excesiva suciedad del río, sí detalla que seguirá insistiendo a la Confederación para que limpie el río, «ya que hace cuatro meses les informamos de hasta 15 puntos para limpiar, y por falta de presupuesto sólo se limpiaron 3 ó 4, así que seguiremos insistiendo», avanzó.

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