El jefe de la Policía Local confía en iniciar con la sede una nueva etapa

Apenas unas horas después de que el Pleno aprobase por unanimidad sacar 25 plazas, el jefe de la Policía Local Alejandro Benedited, lo tiene claro: estamos a muy poco tiempo de iniciar una nueva etapa en la Policía Local. «Confío en que la nueva sede de un revulsivo», asegura a este periódico con la esperanza de que cuando la plantilla se complete y se mejore la situación laboral de estos trabajadores, con un espacio digno, el servicio pueda despertar de nuevo el interés de los opositores locales.Porque ahí está la clave, en los arandinos y ribereños. Solo un dato: de las 136 personas que se presentaron a la última convocatoria (de 2019), únicamente eran de Aranda de Duero diez. «No se los motivos porque cuando yo entré ni estaba mejor pagado ni mejor valorado pero sí se presentaba gente».En su opinión, una de las causas puede estar en los requisitos exigidos en la Policía Local, que se han complicado en exceso. «Se exige menos titulación para entrar en la Guardia Civil o Policía Nacional donde se estipula un mínimo de graduado escolar», puntualiza convencido de que una licenciatura no tiene por qué garantizar que un trabajador sea bueno. «Este trabajo está más relacionado con la persona, con el interés y con las ganas de trabajar».La periodicidad con la que se saquen las ofertas de empleo público también afectará de una manera determinante. «La gente no puede estar tres o cuatro años preparándose sin saber a ciencia cierta si se van a convocar o no», argumenta al recordar que las penúltimas plazas se sacaron en el año 2015.a toda prisa«Los opositores no pueden estar esperando cuatro años», insiste a sabiendas de que la última convocatoria se tuvo que hacer a toda prisa, dejando a los aspirantes apenas tres meses de plazo. «En ese tiempo no se pueden preparar con garantías de éxito», advierte.Así ocurrió. De los 136 presentados inicialmente, solo 5 superaron todas las pruebas. «Si se estableciesen, como norma, convocatorias anuales como ocurre por ejemplo, en la Policía Nacional, estarían más preparados».PueblosLos ayuntamientos de los pueblos pequeños se enfrentan además a un riesgo añadido: las plazas que sacan las grandes ciudades. «Al final se puede dar el caso de haber hecho el proceso y quedarte sin gente porque aunque aprueben aquí, luego se van a Burgos», subraya convencido de que si los opositores no son de la zona, tienden a irse con sus familias o a las grandes ciudades. «La Junta debería implicarse y modificar la Ley de Coordinación de Plantillas para no perjudicar a los pequeños destinos».Porque aunque en Aranda no haya especialización y la carrera profesional sea corta, al haber solo tres categorías; «los agentes tienen aquí la ventaja de tener un conocimiento global de las cosas. En los últimos años hemos ido asumiendo más competencias como malos tratos o medio ambiente y eso también motiva», anima.En cuanto a la polémica ubicación de una sede que no gusta a los grupos de la oposición, el jefe de la policía Local se muestra pragmático al entender que aunque se pierda un poco el contacto con la ciudadanía, un edificio de esas dimensiones no se encuentra en el centro de la localidad. «Lo ideal sería complementar esta sede con una oficina de atención al ciudadano en el centro», propone.