El Correo de Burgos

«Arte y naturaleza» para «frenar el despoblamiento»

A punto de abrir su propio Ecomuseo, el apicultor Alberto Uría presentó este fin de semana en Burgos, Quintanalara y Briongos de Cervera ‘El País del Abeyeiro’

Alberto Uría culminó ayer la ‘minigira’ de presentación de su libro por la provincia de Burgos en Briongos de Cervera en compañía de Bernabé Moya y Fernando Fueyo.-ECB

Alberto Uría culminó ayer la ‘minigira’ de presentación de su libro por la provincia de Burgos en Briongos de Cervera en compañía de Bernabé Moya y Fernando Fueyo.-ECB

Burgos

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Érase una vez un apicultor «roto anímicamente» que observaba impotente la oleada de incendios que arrasaba por completo bosquescon «siglos de antigüedad» en la Cordillera Cantábrica. Tanto le ardía la sangre al ser consciente de la «pérdida absoluta de paisajes» y de los «conocimientos asociados al monte» que decidió «hacer algo» para concienciar a la población sobre la necesidad de conservar y proteger el medio natural. Con el fuego como «desencadenante», este joven asturiano con raíces familiares en la Ribera del Duero se lanzó a escribir hace año y medio ‘El País del Abeyeiro’, toda una declaración de intenciones en defensa del medio rural que recoge sus «vivencias» profesionales entre panales con el objetivo de «poner en valor el papel de las abejas como conservadoras del paisaje» y rendir homenaje a los «oficios y la alimentación artesanal» que se nutren del «trabajo sostenible» a pie de campo.A la hora de enriquecer las páginas de su obra, Uría contactó con una «leyenda viva» de la «conservación natural» que «sabe captar» como pocos la «esencia» de la flora y fauna:el pintor Fernando Fueyo. Una vez formado el tándem, buscaron financiación a través de una plataforma de micromecenazgo con la que lograron recaudar 12.850 euros aunque en principio se conformaban con 6.000. La respuesta del público fue espectacular y ambos devolvieron con creces, a través de recompensas, la acogida de un proyecto que conjuga «arte y naturaleza» con el «cariño que nos enseñaron nuestros mayores».El grato recibimiento de ‘El País del Abeyeiro’ en la red de redes también es palpable en los actos de presentación que Uría sigue realizando por distintos puntos de la península. Este fin de semana, de la mano de la Fundación Oxígeno, el joven apicultor ha visitado Burgos capital, Quintanalara yBriongos de Cervera. Junto a Fueyo y el botánico Bernabé Moya, desgranó con pasión aquellas «anotaciones de campo» que acabaron dando forma a un libro autoeditado con una «edición muy cuidada y especial» gracias a los mecenas que permitieron que viese la luz.Las puertas del campoA partir del próximo fin de semana, es posible que Uría reduzca sus largas estancias en Casanova, pedanía de Peñaranda de Duero en la que residen sus centenarios abuelos. El motivo no es otro que la inminente inauguración, el sábado 30 de marzo, de un Ecomuseo en Negueira de Muñiz, una pequeña aldea de Lugo que hace unos años «no salía ni en Google» porque ni siquiera «había carretera».Como era de esperar, su iniciativa ha generado «mucha ilusión» entre la población local, también dispuesta a «luchar decididamente por frenar el despoblamiento» y «dignificar lo rural antes de que los pueblos se queden totalmente abandonados». Ha llegado el momento de «dar un paso más» para consolidar un proyecto «de vida» -y «muy intenso»- que no se limita a la simple exposición de elementos apícolas en un aula de interpretación. En realidad, lo que pretende este joven emprendedor es desarrollar una «escuela-taller» en un territorio de alta montaña mediante la organización de cursos para que el visitante «pueda formarse y quedarse unos días». Quién sabe si después más de uno decida afincarse en la zona. Sería lo ideal, aunque por ahora lo más importante es trasladar un mensaje positivo y concienciador sobre la importancia de respetar el medio ambiente que tantos beneficios proporciona a la humanidad.

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