Solo el 44% de los nacidos desde 2016 están matriculados en las guarderías

De los 813 niños y niñas que nacieron en Aranda de Duero en el trienio comprendido entre 2016 y 2018 sólo el 44% está matriculado en una guardería o escuela infantil. Es la conclusión que se extrae del último informe elaborado por la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Aranda de Duero.La capital ribereña cuenta con 4 guarderías y 7 escuelas infantiles de 0 a 3 años, pero en los últimos años cubrir plazas se está convirtiendo en todo un reto. De hecho, ya hay algunas que han empezado a hacer recortes de personal para paliar la crisis.El principal motivo se encuentra en la evolución de la natalidad de una ciudad que ha pasado de 399 nacimientos en 2010 (y de no bajar de 300 hasta 2016), a 259 en 2018 y la escalofriante cifra de 35 en los tres primeros meses de este 2019.A día de hoy sólo tres centros están cubiertos al 100%: los dos públicos -Santa Teresa (de la Junta y con 106 plazas), y la municipal Aranda de Duero con 33-, y la privada Dumbo, con 72 plazas. Las otras 4 privadas suman 75 plazas disponibles ya que, Allendeduero está al 68% (con 17 libres de 54); Cinco Sentidos, al 65,8% (con 27 libres de las 41); Claret al 69% (con 35 de las 54) y Vera Cruz al 69%, con 51 de las 73 plazas disponibles.El análisis no entra a detallar la ocupación de las cuatro guarderías: Duendes (calle Las Francesas, número 7), Ciempiés (Avenida de Burgos, 13), Winnie the Pooth (Burgo de Osma, 25) y Ángel de la Guarda (calle Pedrote, 7).Según los datos que maneja la Concejalía de Educación, esta tendencia se debe principalmente «al elevado coste de las escuelas infantiles privadas y a la falta de más centro públicos. Las dificultades económicas en las familias ha producido la reducción de la jornada para pagar el mínimo, unas cuatro horas, o la no escolarización al no ser obligatoria», argumenta el documento, a sabiendas de que la cifra del 44% puede ser en realidad mayor, ya que Aranda nutre de servicios a la comarca.La mayor concentración de plazas ocupadas se concentra entre la Avenida Castilla y el polígono residencial, gracias a las nuevas zonas urbanas y a las familias jóvenes que allí viven. En este sentido, salen reforzadas Dumbo y las públicas Aranda de Duero y Santa Teresa- Arco Iris.PolígonoPor otro lado, aunque la asociación de empresarios Asemar había anunciado su deseo de dejar la gestión de la guardería ubicada en el polígono industrial Allendeduero, junto al recinto ferial, tendrá que esperar. Según acordó ayer la comisión de Juventud, al estar aún vigente el contrato con el Ayuntamiento (como dueño del edificio), la gestión deberá mantenerse hasta julio de 2020, por lo que tendrá que hacerse cargo del próximo curso. La votación contó con el apoyo de todos los grupos políticos menos el PSOE, que se abstuvo.Resuelto el futuro más inmediato, algunos partidos no esconden su preocupación ante la posibilidad de que el Ayuntamiento se haga cargo con una nueva privatización del servicio. «Si se cubren todas las plazas costaría al Ayuntamiento 3.000 euros por niño, y si sigue como hasta ahora con 46, costaría cada niño 3.500 euros», advierte el concejal de Izquierda Unida (IU), Jonathan Gete, quien aboga por una municipalización completa.«Reventar el sector»Pero la idea no convence a las cuatro guarderías y cinco escuelas infantiles privadas de la ciudad, que ven en la municipalización del servicio una nueva competencia que puede «reventar» el sector. «Entre la municipal, la de la Junta y ésta se creará un monopolio», rechaza desde La Escuelita de la calle Cid, Jennifer Rodríguez. En su caso, tras hacerse con el traspaso hace unos meses, la apertura de una nueva guardería municipal supone un serio problema.«En Aranda ya hay muchas plazas libres», asegura. Si tenemos en cuenta que la gente que se decanta por la guardería de Asemar va en coche, la gestión municipal afectaría sobre todo a la guardería Cinco Sentidos, situada en las instalaciones de Gerardo de la Calle. «Para nosotros puede suponer el cierre de la nuestra», advierte la gerente, Melina Ruiz Delgado, al recordar que su centro se nutre de trabajadores de Gerardo de la Calle y de otras empresas de la zona como empleados de Michelin, Glaxo o Pascual. «Somos competencia directa con la de Asemar».A su favor existe un informe en el que a raíz de una petición de Asemar (realizada en 2016 para que el Ayuntamiento aumentase su aportación anual de 12.000 euros hasta los 20.000), el secretario municipal advertía de que el «Ayuntamiento carece de competencias en lo concerniente a la gestión de los centros de Educación Infantil».