Los daños del AVE en Quintanilleja superan los 100.000 euros

La callada por respuesta. Es lo único que han recibido los vecinos de Quintanilleja tras meses de reclamaciones para exigir la reparación de los daños provocados por las obras del AVE a su paso por la localidad. Por ahora, los desperfectos suman más de 100.000 euros que el pueblo no puede asumir para el arreglo de «calles, caminos y arquetas». Ni los fondos propios de la Junta Vecinal ni tan siquiera los del Ayuntamiento de San Mamés darían para cubrir las intervenciones que deben acometerse y de las que «no tenemos culpa de nada», señala el alcalde pedáneo, Álvaro Castrillejo.«Lo único que han hecho es limpiar el tramo de un cauce molinar», detalla el regidor consciente de la necesidad de efectuar dicha actuación porque «se inundaba por su culpa», concretamente debido al movimiento de tierras que se llevó a cabo para garantizar el trazado ferroviario. El problema radica en que después nada más se ha sabido del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y del Ministerio de Fomento pese a las continuas reclamaciones de la población. Cierto es que se arregló«correctamente» la pasarela y que «el riesgo ya no existe». Sin embargo, Castrillejo insiste en que el Gobierno debe responsabilizarse de unos desperfectos que «ellos mismos han reconocido» como suyos.El alcalde pedáneo lamenta que tanto él como sus vecinos hayan tenido que soportar «mentira tras mentira» para «callarnos la boca en el momento». Sabe que ahora, con las elecciones generales en apenas unos días y las municipales y autonómicas a la vuelta de la esquina, lo conveniente es «dejar que pase el tiempo». Lo que ocurre es que los 90.000 euros de la primera tasación de daños en la localidad se ha incrementado un 12%, y obviamente podría aumentar si no se toman medidas cuanto antes.Al margen del «desprecio» que a su juicio ha sufrido el pueblo desde que los desperfectos comenzaron a ser palpables, el primer edil de Quintanilleja lamenta que el Ejecutivo solo haya tenido en cuenta a los «alcaldes socialistas» de las localidades por las que discurre el trazado a la hora de abordar plazos y posibles incidencias derivadas de las obras. En conclusión, cree que «somos ciudadanos de segunda» a los que no se tiene en consideración pese a las reiteradas solicitudes para «llegar a un acuerdo por el bien de ambas partes».Si nada cambia tras los comicios, Castrillejo y el resto de vecinos no descartan la vía judicial. De hecho, esta posibilidad «ya se ha barajado y está encima de la mesa». No en vano, prefiere esperar a obtener una respuesta satisfactoria por parte de Adif o Fomento, pues no le cabe duda de que «luchar contra una Administración es muy duro».La única opción que no se contempla en Quintanilleja es la de rendirse. Castrillejo asegura contar con el «apoyo»de «todos los vecinos» en esta cruzada contra la inacción del Gobierno, que «no quiere saber nada» de los desperfectos pese a tener «toda la documentación sobre la mesa». Por lo tanto, advierte que «no nos vamos a cansar» porque los habitantes del pueblo están «desesperados». De momento, las obras que se han realizado en la localidad, como la pavimentación de una calle «intransitable», han sido sufragadas por los propios vecinos, que «ya no saben qué hacer» al ver que problema se mantiene en «stand by» y sin «voluntad» de solucionarse desde el Ministerio de Fomento y Adif.