El Correo de Burgos

Nuclenor traslada los plazos que prevé Enresa a la plantilla

Se reunieron la pasada semana y confirmó 2021 para el inicio del desmantelado, sin concretar si se hará con el combustible en la piscina o ya fuera en los cofres

Las central cuenta ahora con cerca de 120 trabajadores ocupados en labores de oficina, de mantenimiento de los equipos y de vigilancia de la seguridad.-ECB

Las central cuenta ahora con cerca de 120 trabajadores ocupados en labores de oficina, de mantenimiento de los equipos y de vigilancia de la seguridad.-ECB

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M. M.
Burgos

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Nuclenor trasladó a la plantilla de la central de Santa María de Garoña la información aportada a su vez a la empresa por Enresa, confirmando así a los trabajadores que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) baraja el inicio del desmantelado de la nuclear burgalesa durante el próximo año 2021.Y lo hizo durante una reunión celebrada la pasada semana en la que Nuclenor -entidad gestora de la central formada a partes iguales por Iberdrola y Endesa-, confirmó a los cerca de 120 trabajadores que configuran en la actualidad la plantilla, de ellos 16 en oficinas, «que nosotros seguiremos con el régimen de trabajo habitual desde hace dos años que se hizo efectivo el cierre de la central», explican fuentes del comité de empresa.Labores centradas sobre todo en tareas de mantenimiento de las instalaciones y la seguridad, al encontrarse aún los elementos combustibles en la piscina de la central, a las que se suman las realizadas por otro centenar de personas pertenecientes a empresas externas relacionadas con la central, la cual está sin actividad desde diciembre de 2012.Proceso en el que, como añaden desde el comité, «sin embargo, no se nos detalló si el desmantelamiento será paralelo a la progresiva retirada de los elementos combustibles de la piscina, o si se optará por retirar todas las infraestructuras y edificios de la central dejándolos dentro de la piscina hasta el último momento».Opciones que entienden que está barajando Enresa. y que Nuclenor se ha comprometido a trasladarles en las próximas semanas «en las que está previsto la organización de varias charlas con los ingenieros y responsables, con el fin de ir concretando más los trabajos a realizar».Y es que, como argumentan, tan válida y segura es una opción como la otra, «aunque hasta ahora, en los casos anteriores en que se ha dado esta circunstancia -como ha sido Zurita-, la opción ha sido retirar todo el exterior dejando mientras los elementos combustibles en la piscina».5 de los 50 necesarios«Donde además de estar seguros siguen enfriándose a la vez que se da tiempo a que las empresas encargadas de ello construyan los cofres contenedores que restan para guardar dichos elementos combustibles, labor ésta última que sí que va con gran retraso», advierten. Recuerdan que años atrás. en que comenzó a hablarse del posible cierre y obligado desmantelamiento posterior, se cifraron ya en cerca de 50 los contenedores-cofre necesarios para poda tdo el combustible existente en la central de Garoña.«Y hoy en día son apenas 5 los que están ya acabados y a la espera en Cantabria donde se contruyeron». De ahí que consideren mejor elección la de mantener el combustible en la piscina, ya que a pesar de contar la central con su Almacén Temporal Individualizado (ATI), «no se sabe el tiempo que deberá permanecer allí, al estar el ATC definitivo (Almacén Temporal Centralizado) de Villar de Cañas (Cuenca) proyectado para albergar el combustible, aún en sus primeros trámites», argumentan.Jubilaciones en breve«Aunque está claro que la decisión la tomará Enresa, una vez realicen sus técnicos los estudios previos sde la viabilidad de una y otra opción».Actuaciones todas éstas que hacen, sin embargo, que el conjunto del desmantelado se vaya retrasando en el tiempo, «ya que si hace dos años en que se concretó el cierre, se hablaba al menos de 17 años de duración de los trabajos de desmantelado, el hecho de comenzarlos en 2021 hace que estas labores se alarguen, al menos, hasta 2038», datan.Llaman asimismo la atención sobre el hecho de que a los retrasos materiales se sumarán pronto los ‘personales’, al recordar el comité que «la media de edad de la plantilla en este momento ronda ya los 53-54 años, lo que hace que se vayan a producir numerosas jubilaciones antes de desmantelarlo todo». Algunos de ellos «puestos obligatorios como son los vinculados a la vigilancia de los sistemas de emergencia y seguridad que no podrán ir amortizándose totalmente».Recuerdan que tras confirmarse hace varios años el cierre y negociar Nuclenor con los sindicatos diferentes opciones para los trabajadores, fueron finalmente unos 58 empleados los que fueron recolocados en otras centrales españolas en puestos similares a los ocupados en la central burgalesa, mientras que diez optaron por la salida de la empresa y otros 32 los que optaron por la prejubilación en aquel momento.

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