El Correo de Burgos

El comité de Garoña pide saber los plazos y planes de Enresa

Los empleados no fueron invitados a la reunión mantenida hace unas semanas con Nuclenor

A pesar de que la central está parada desde 2012, cerca de 120 trabajadores se ocupan de diferentes labores de mantenimiento y vigilancia de la seguridad.-I. L. M.

A pesar de que la central está parada desde 2012, cerca de 120 trabajadores se ocupan de diferentes labores de mantenimiento y vigilancia de la seguridad.-I. L. M.

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M. M.
Burgos

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El comité de empresa de la central de Santa María de Garoña insistirá para que se le haga partícipe de los planes y plazos concretos en los que ya trabaja la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) para el pre-desmantelado y posterior desmantelamiento efectivo de la nuclear burgalesa, que Enresa prevé que pueda iniciarse en torno a 2021.Y es que, como detallan sus responsables, «representantes de Enresa se reunieron aquí en Burgos con los de Nuclenor, y a pesar de haber pedido estar presentes en dicha reunión o encontrarnos después, no fuímos invitados», lamentaba el presidente del comité de empresa, José González.Añade que si bien comprenden que dicho proceso de trazado de los futuros trabajos a realizar «se encuentra dando sus primeros pasos, los trabajadores están preocupados porque lo que sí se sabe es que se realizarán grupos de trabajo para realizar estas labores a lo largo de varias fases, pero no se sabe ni cómo, ni cuándo, ni cuántos ni en cuántas fases...». De ahí que avancen su intención de reiterar a los responsables de Nuclenor -como empresa gestora que es de la central burgalesa tras cuya gestión se encuentran al 50% las empresas Iberdrola y Endesa-, «con el fin de saber algo más al respecto».González, representante del sindicato ACN (Asociación de Cuadros) es el nuevo presidente del comité de empresa tras las recientes elecciones para la renovación de cargos, dando lugar a la actual composición de este organismo. Forman así parte del mismo 3 representantes de ATYPE/ ACN, 2 de USO (Unión Sindical Obrera), 2 de ALOG (Asociación de Licencias de Operación) y 2 del Sindicato Independiente de la Energía (SIE).González afirma que solicitar información ha sido una constante tanto del anterior comité como lo será del actual, ante la incertidumbre que rodea la actualidad de Garoña, al hallarse parada la actividad desde 2012 pero seguir cerca de 120 trabajadores ocupándose de diferentes labores en el interior del complejo. Y no saberse aún, por ejemplo, si se optará por iniciar los preparativos con los más de 2.000 elementos de combustible en la piscina o comenzarlos una vez se hayan sacado éstos y trasladados al almacén temporal.O desconocerse también cuándo se hará Enresa cargo de todo, «ya que según nuestro convenio, en el momento en que Enresa sea la responsable dicho convenio concluye y se abre automáticamente la negociación de uno nuevo», explica.De ahí que si la intención es agilizar los preparativos para el pre-desmantelado todo lo posible, «quizás con la idea de tener un mínimo borrador de los trabajos antes de acabar este año como dicen algunos no tendrían que tardar en transmitírnoslo, más que nada por saber cuál sería la situación de los empleados», argumenta. «Demasiadas dudas que hacen que sigamos pendientes».Inspección de dosis el pasado mes de marzoDe forma paralela a las labores de mantenimiento se encuentran también los controles que con periodicidad realizan los responsables del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), «para los que, como en el resto de centrales, hay un inspector residente que supervisa diariamente la actividad y que se cumpla la normativa», destacan desde el organismo. Entre ellos, añaden, «los realizados dentro del Programa Base de Inspección (PBI), que abordan la vigilancia radiólógica de los trabajadores de acuerdo con el comité ALARA», acrónimo inglés que en español significa ‘Tan bajo como sea razonable’ en referencia a la dosis de radiación que reciben los trabajadores.Sin embargo, algunas puntualizaciones incluidas en el acta de la última inspección realizada en marzo parecen haber causado cierta incertidumbre.Irregularidades recogidas por los inspectores, en las que se incluyó el hecho de que dichas dosis no se habían variado respecto a revisiones realizadas meses antes, ni existía ningún estudio ALARA abierto. Y es que como consta en el acta que explicaron a los inspectores los responsables de realizar dichas estimaciones, ‘las actividades que se estaban realizando en aquel momento, no requerían dicho estudio ALARA de acuerdo a los procedimientos establecidos por la ley al respecto.A pesar de todo, la inspección incluyó en el acta ‘exigir reestimaciones’, ante lo cual , «no se ha identificado ninguna desviación que requiera inspección adicional alguna», aseguran desde el CSN.

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