El Ayuntamiento trata de evitar el cierre de la Escuela Municipal Infantil

Todavía no hay una solución sobre la mesa que impida el cierre de la Escuela Infantil municipal, pero el Ayuntamiento de Aranda de Duero lo está intentando. Tras verificar que la Ley Montoro impide a los consistorios sacar a contratación gastos de competencias que no sean municipales -inclusive las guarderías que dependen, a día de hoy y sobre el papel, de la Junta de Castilla y León-, técnicos de Contratación, Intervención y Secretaría General analizan lo que podría ser un posible remedio.Según detalla a este periódico el nuevo concejal responsable del área de Educación, Emilio Berzosa, la estrategia pasa por defender un proyecto que ha sido municipal desde su inicio en 2002; dos años antes de que se aprobase la polémica Ley de Estabilidad Presupuestaria y de que se limitase la competencia a las comunidades autónomas y cuatro años antes de la apertura. «Si se entiende que las competencias estaban atribuidas desde el 2002 simplemente habría que sacar el pliego», confía el edil.Si la alternativa encaja a nivel jurídico y legal -se sabrá en los próximos días-, el servicio de Intervención marcaría como prioridad la elaboración de este pliego administrativo, por lo que podría estar listo en una o dos semanas. Pero todo depende de la legalidad, y eso no tranquiliza ni a padres ni a profesores. «Estamos muy nerviosos», asegura una trabajadora, emocionada por el respaldo y el apoyo recibido. De hecho, pocas veces se puede ver el salón de Plenos del Ayuntamiento de Aranda -donde la alcaldesa, Raquel González, les recibió ayer por la tarde- tan lleno.A sabiendas de que el cierre afecta a 33 familias y dejaría sin trabajo a cinco personas, la directora espera que se encuentre una solución que garantice el futuro de este centro ubicado en el antiguo colegio Belén. Con el objetivo de tranquilizar a las familias y a los trabajadores, tanto González como Berzosa les convocaron ayer por la tarde. «Estamos trabajando para encontrar una solución», aseguró el concejal.Al encuentro asistieron además el socio de Gobierno y portavoz de Ciudadanos, Francisco Martín Hontoria, y como espectadores, los concejales de Izquierda Unida, Jonathan Gete, y de Podemos, María Ángeles Pizarro.Aunque no estaban convocados, a la reunión también acudieron padres y madres de la guardería de Asemar, un centro que está también en la cuerda floja desde que la asociación de empresarios renunció a la gestión. «Son dos luchas distintas», puntualizan desde la Escuela municipal Infantil, decididos a llegar hasta el final.