Ilustradores de todo el mundo comparten trazos en Atapuerca

Ilustradores de todo el mundo han vuelto a darse cita en Atapuerca, donde desde ayer y hasta el viernes participan en la V Picture Camp, en el que a modo de intensiva clase magistral, 14 profesionales serán a la vez docentes y alumnos a la hora de imaginar, trazar y dar forma a un libro ilustrado. Y es que en él, la escritura y la composición de personajes o argumentos de libros ilustrados comparten protagonismo con los pasos necesarios hacia la presentación a editores o la comercialización final de la obra.Canadá, Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Taiwan, Tailandia o Alemania son así el lugar de origen de los participantes de este año, creando a su alrededor una efervescente torre de babel, donde el inglés y la creatividad se convierten en las herramientas de comunicación durante los 4 días de esta master class. «Este año son 14 lo que vienen, número similar a otras ediciones pero a la par ideal, porque con menos no merece la pena hacer el curso, y con más es ya un poco sensación de multitud», confiesa su organizador, el ilustrador de orígenes burgaleses, Jorge Martín.Nacido hace 5 años del empeño de Martín, Picture Camp es en verdad un sueño convertido en realidad, en forma de aventura didáctica en medio del campo burgalés, que a la vez permite convivir e intercambiar experiencias con quienes como él, han hecho de la ilustración su modo de vida. «Y hacerlo, no desde la teoría sino desde la experiencia que da a todos ellos la práctica diaria de su profesión, a quienes yo recluto unos días para que vengan a contar al resto esa labor, en la que unas veces todo va rodado pero otras no logras plasmar lo que quieres, o el libro que crees maravilloso no pasa la criba de las editoriales.... Y de todo eso hablamos aquí».Afincado en Londres hasta hace muy poco -aunque su trabajo le ha paseado por medio mundo y en breve le llevará a Dubai-, Martín recuerda que todo surgió en torno a una mesa, en la que un grupo de amigos compartían unas cervezas tras presentación del libro de uno de ellos. «Comenzamos a pensar en organizar un curso que nos permitiera reunirnos para intercambiar ideas y vivencias, pero también dejar el bullicio y salir de la soledad que creo que a veces rodea nuestra labor creativa», confiesa.Dicho y hecho. Y qué mejor que ubicarlo en el entorno rural que conoce desde su infancia cuando pasaba los veranos en Agés, pueblo natal de su padre al que apenas 3 kilómetros separan de Atapuerca. «Donde desde el principio contamos además con el apoyo del Ayuntamiento, que nos alquila el lugar donde albergarnos y dar el curso». Apoyo que ellos agradecen promocionando el pueblo, «pues comemos en la zona, la visitamos y todos los participantes se llevan con ellos a sus países todo lo que disfrutan y aprenden aquí».El programa de trabajo comenzó ayer para seguir desarrollándose hasta el viernes en jornadas de trabajo de 10 a 17 horas -con descanso para comer-, y dejando las tardes para el ocio como la visita a los yacimientos de Atapuerca o la que realizarán a la capital, todo ello como complemento al programa.La primera tarea fue así la propuesta por la artista valenciana Aitana Carrasco, quien confesó estar en Atapuerca por primera vez y haber venido por Martín. «Su propuesta me parece interesante, y creo que es una oportunidad excelente, pues el contacto es directo entre gente formada en otros lugares y con vivencias diferentes», explicó.Ella fue, de hecho, la que marcó la primera jornada de trabajo a los presentes: los ingredientes fueron un libro de bibliografías, la imaginación de cada uno para inventarse una nueva vida personal de alguien, y la creatividad de los compañeros a quienes les tocaría posteriormente reinterpretar esa nueva biografía.Junto a Martín y Carrasco participan también Alexis Deacon, Marta Altés, Ben Newman o Nadia Shireen, entre otros, a quienes cada año se suman otros muchos llegados a veces de casualidad pero siempre con curiosidad, siendo cerca de 50 los participantes que ha tenido esta cita desde su inicio.Es el caso de Ping He o de Fintan, china e irlandés de nacimiento pero con domicilio en Holanda, donde los dos desarrollan su labor ilustradora. Y desde ayer vecinos de mesa de trabajo en Atapuerca, en el que ambos participar por primera vez. Dedicado a la ilustración desde hace 18 años, Fintan explica que fue su curiosidad «por conocer un poco más de España -pues sólo conozco Orense donde viví un año-, por lo que vine, así como a aprender de otros», afirma sonriente, sin dejar quieta su mano zurda que sigue realizando trazos ocres sobre el papel.Junto a él, Pin He explica que su trabajo como ilustradora se vincula a las revistas de moda, siendo el mundo de los libros ilustrados el que «siempre me ha atraído desde que de pequeña mi madre nos enseñaba y leía libros antes de dormir». Los mismos que ella tiene intención de elaborar en breve, al estar ya embarcada en el que será su primera publicación, razón que le ha animado aún más a participar.O como en el caso de la madrileña -hoy afincada en Bélgica-, María Luisa Melendo, «vivir una nueva experiencia que narraré después a una amiga que no ha podido venir, y que me está encantando....».