EVARISTO ARZALLUZ
«Los irresponsables deberían ser sancionados, pero para eso hace falta más control policial»
Gerente del hospital Santos Reyes.
Pregunta- ¿En qué cifras de contagio estamos en estos momentos?
Respuesta- Aranda de Duero está en riesgo medio con 42 casos diagnosticados en siete días y una incidencia acumulada en catorce días de 54,23. El problema es que la tendencia es a crecer y que muy cerca tenemos municipios donde el riesgo es alto o muy alto como Pedrosa, San Martín de Rubiales o Fuentespina.
P.- ¿Qué podemos hacer como ciudadanos?
R.- La mayoría, hay que destacar, reconocer y agradecer, lo está haciendo muy bien, pero hay unos pocos insolidarios y su imprudencia afecta a la totalidad de la población. Hay que ser claros. La primera ola comenzó en la Ribera por un funeral, la segunda por un cumpleaños… La tercera casi no la notamos pero la cuarta, todo parece indicar que viene también por una visita de un pariente que vino de Burgos y por un cumpleaños. Al final todo empieza así, por un descuido, una imprudencia, que piensan que no va a tener consecuencias, pero que luego se expande como la pólvora. Desde luego, creo que esas personas que se creen por encima del bien y del mal, merecen una sanción porque ponen en riesgo al resto.
P.- El pasado fin de semana las alertas saltaron en Pedrosa y Villovela. ¿Está controlado?
R.- El de Villovela tuvo su origen el Día del Padre, mientras que el de Pedrosa comenzó la semana siguiente, en los días previos a la Semana Santa. La cuestión principal es que los afectados son mayoritariamente jóvenes, que si es verdad que no lo sufren apenas o con sintomatología leve, transmiten el virus, convirtiéndose en vectores de la enfermedad.
P.- Una vez infectado, ¿qué factores de riesgo marcan la diferencia?
R.- La edad, la obesidad y el sexo masculino.
P.- ¿Cuál es el momento más delicado de esta enfermedad?
R.- A la semana después de comenzar los síntomas hay un momento crítico en el que el paciente va a mejor o a peor y ahí te la juegas, pero luego no podemos olvidar que es un virus nuevo por lo que desconocemos las secuelas que puede dejar a medio y largo plazo, tanto en los que hayan necesitado atención hospitalaria como los que lo hayan pasado sin apenas problemas en casa.
P.- Lo mismo dicen los críticos de las vacunas.
R.- Sí, bueno, es verdad que es un virus nuevo y también una vacuna nueva pero se han hecho estudios y lo indicado es vacunarse. Yo desde luego me he vacunado y lo recomiendo vivamente.
P.- ¿Cuándo se empezarán a ver los estragos de la Semana Santa?
R.- Ahora estamos viendo lo que ocurrió los días previos. En tres o cuatro días podremos ver las consecuencias de la Semana Santa.
P.- ¿Por qué Aranda se ha librado de la tercera ola y está afrontando relativamente bien la cuarta?
R.- Principalmente porque la población se ha portado muy bien. En el cribado de noviembre participó la mitad de la población y en el preventivo de febrero también respondió de forma masiva.
P.- ¿Podemos decir que Aranda y la Ribera son ahora una isla?
R.- Sí pero sin perder la prudencia porque el virus sigue ahí. Si me pregunta qué nos diferencia del resto, la respuesta es sencilla. Nosotros fuimos el único municipio de la Comunidad donde se hizo el cribado preventivo de febrero y eso fue determinante para cortar la tendencia ascendente, que fue controlada. Luego está la vacunación. Mientras en Aranda el 90% de los convocados el martes acudieron a la vacunación, en Burgos y Miranda apenas superaron el 60%. Eso también marca diferencia y explica por qué en Burgos hay 96 ingresados (sólo 1 de ellos nuestro) y en Aranda sólo dos. Dicho esto, tenemos que ser cautos. Estamos en un momento crítico porque hasta que no se normalice y extienda la vacunación, tenemos que seguir extremando las precauciones, sobre todo, en la distancia social, el buen uso de la mascarilla y la higiene de manos. Ya falta poco.
P.- El hospital Santos Reyes ha sido un ejemplo de gestión en estos difíciles meses.
R.- Hemos intentado ir siempre por delante del virus y por ahora lo hemos logrado gracias a todos los profesionales que forman parte de este hospital. A diferencia de otros centros donde ha habido hasta 60 profesionales aislados en casa, aquí no hemos tenido ningún brote y los protocolos han funcionado. Fuimos los primeros en montar el hospital de campaña y lo hicimos desde la nada, con el apoyo del Ayuntamiento, Protección Civil, empresarios y asociaciones. Nos hemos sacado las castañas del fuego y ha salido razonablemente bien.
P.- Ha sido el único hospital que en pandemia ha mantenido la actividad quirúrgica e incluso ha logrado reducir tanto la lista de espera en consulta (un 25%) como la quirúrgica (un 40%). Todo un reto.
R.- Eso hay que agradecérselo fundamentalmente a los profesionales porque cuando pudieron parar, porque lo permitían los protocolos por incidencia, decidieron seguir atendiendo a la población.
P.- ¿Cómo se puede luchar contra los insolidarios?
R.- En mi opinión, deberían ser sancionados pero para eso hace falta más control policial y decisiones políticas.