La rehabilitación de Santa Catalina avanza pero sin fecha

Tras dos años de trabajo, la rehabilitación integral de Santa Catalina da un paso más con la aprobación del plan inicial de reforma interior; un trámite indispensable para poner en marcha un ambicioso proyecto que aunque no tiene fecha en el calendario, supondrá un antes y un después para los vecinos del que es el barrio más populoso de la ciudad.

Consciente de que el éxito de este Área de Regeneración Urbana  (ARU) depende en gran medida de la implicación de los ciudadanos, el equipo redactor explicó en el salón de plenos arandino, los pormenores del plan ante la atenta mirada de la directora general de Vivienda, María Pardo; el subdelegado de Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente; el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Roberto Saiz; la alcaldesa de Aranda, Raquel González, y algunos concejales de la corporación.

Todos coincidieron en que es de vital importancia que los vecinos lo apoyen porque no solo afecta a calles, plazas y jardines, también se extiende a edificios y 926 viviendas donde se espera resolver asignaturas pendientes como la carbonización, la falta de accesibilidad y de sostenibilidad.

Todos coincidieron en que es de vital importancia que los vecinos lo apoyen porque no solo afecta a calles, plazas y jardines, también se extiende a edificios y 926 viviendas

Y es que, aunque las administraciones subvencionarán el 86% de un presupuesto que supera los 20 millones de euros y se invertirá en cada una de las casas objeto un total de 18.600 euros por vivienda;  los propietarios deberán pagar 2.600 euros, lo que representa un 14%.

A cambio, asegura la directora general de Vivienda, verán cómo mejora su vida y su salud, porque se eliminarán humedades, se instalarán ascensores y rampas y se colocarán calefacciones más eficientes, entre otras mejoras.

Bajo esta perspectiva, se actuará en fachadas, cubiertas y portales; se mejorará la eficiencia energética y se implementarán infraestructuras deficitarias como calefacción o impermeabilización.

En el caso en el que el ascensor no quepa en el interior del edificio se estudiará la ocupación de parte de la vía pública. En esos casos, se plantearán soluciones ligeras, de estructura metálica acristalada que minimicen la ocupación del espacio

Sobre el papel, el ARU promete grandes cambios con una reforma integral que se extenderá del mismo modo a calles, plazas y zonas ajardinadas.

Decididos a dar más protagonismo al peatón, se ensancharán aceras, se aprovecharán espacios ahora residuales; se diseñará un carril bici (desde Antonio Machado hasta el Paseo del Río) y se liberará de coches algunas zonas colapsadas como la calle Palomas, lo que conllevará una reducción de plazas de aparcamiento aún por determinar.

A la hora de crear nuevos puntos de encuentro, el equipo redactor destaca la relevancia de convertir en plaza el actual patio del centro cívico Virgen Viñas.

A la hora de crear nuevos puntos de encuentro, el equipo redactor destaca la relevancia de convertir en plaza el actual patio del centro cívico Virgen Viñas

Entrados en materia, la zona de actuación se concentrará en puntos como la plaza Montehermoso (Avenida de Burgos y calles Pizarro y Santiago); la de Obispo Acosta, el grupo de bloques que limita con la calle Antonio Machado y las calles Fernán González, Pizarro y Sedano.

«Va a suponer una mejora para la vida de los vecinos y para el planeta», destaca la directora general de Vivienda, María Pardo, al recordar que estas iniciativas responden al compromiso regional, nacional y global de luchar contra el cambio climático.

Por ello, aunque todavía no haya un presupuesto asignado, tiene claro que cuando llegue el momento se activará tanto a nivel regional y estatal como a la hora de acceder a los fondos europeos. «Eso no me preocupa», zanja.

El ARU de Santa Catalina recogerá el testigo de otras actuaciones que ha llevado la Junta de Castilla y León en Burgos como San Cristóbal o el centro histórico de la ciudad.

A nivel regional, las tres administraciones (Estado, Junta y ayuntamientos) han invertido 309 millones de euros que se han desarrollado en 95 fases, beneficiando a 13.100 viviendas.

A nivel regional, las tres administraciones (Estado, Junta y ayuntamientos) han invertido 309 millones de euros que se han desarrollado en 95 fases, beneficiando a 13.100 viviendas

«Estamos asumiendo un compromiso importante», subraya a sabiendas de que además contribuirá a reactivar un sector de la construcción muy dañado por las crisis.

Entusiasmada, la alcaldesa de Aranda de Duero, Raquel González, destaca la importancia de un proyecto largamente esperado porque es «muy interesante para nuestra localidad».

Hay que recordar que la Junta de Castilla y León anunció que Aranda de Duero había sido elegida para desarrollar un Área de Rehabilitación Urbana (ARU) hace dos años.

A la hora de elegir el barrio de Santa Catalina tuvo en cuenta el envejecimiento de la población, la evolución del padrón censal desde 2011, la tasa de paro (del 11,9%), la población nacida en el extranjero (sobre todo fuera de la Unión Europea); el nivel formativo y otras cuestiones como la antigüedad de los edificios, las barreras arquitectónicas o el número de viviendas vacías.