El Correo de Burgos

VILLASANDINO / TROTABURGOS

La villa de las siete sendas

La localidad se sitúa en la comarca burgalesa de Páramos y Campos y cuenta con más de diez siglos de historia  

En la iglesia de la Natividad de Barriuso se celebran algunas de las fiestas populares de la localidad. villasandino.es

En la iglesia de la Natividad de Barriuso se celebran algunas de las fiestas populares de la localidad. villasandino.es

Publicado por
Ruth de la Fuente Herrero
Burgos

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Emplazada a orillas del río Odra, afluente del Pisuerga, y con apenas 180 habitantes, la localidad burgalesa de Villasandino puede hacer gala de poseer un valiosísimo patrimonio histórico.

Destacan su imponente puente medieval, los vestigios de una antigua muralla y la puerta que antaño daba acceso a la villa.

El conjunto de la localidad se completa con dos magníficas iglesias parroquiales, que presiden los dos barrios de la villa. De este modo, no es de extrañar que el pueblo fuera declarado el pasado 10 de junio Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico por La Junta.

El pueblo declarado el pasado 10 de junio  Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico el pasado 10 de junio

Para descubrir el origen de esta preciada villa, uno ha de remontarse casi al siglo II, momento en el que se cree que pudo existir un poblamiento romano en el lugar donde hoy se encuentra el pueblo.

La idea cobra aún más fuerza si se tiene en cuenta que por allí pasaba la Vía Aquitania, una de las calzadas más importantes del Antiguo Imperio Romano, que unía Astorga con Burdeos.

Tras largos periodos de asentamientos de diferentes pueblos en el lugar y la posterior llegada de los visigodos, la invasión musulmana  en el siglo VIII marcó un punto y aparte en la historia de esta villa.

Así, no es hasta los siglos IX y X cuando tuvo lugar la repoblación medieval del lugar y por ende, donde verdaderamente se encuentra el origen del actual núcleo de Villa Sendino, ahora Villasadino.

Existen dos versiones en lo que respecta a la incógnita del nombre de la villa. Por un lado, la que dice que se lo debe a su fundador, el colono Dorotti Sendino. Por otro, tradicionalmente se pensaba que el pueblo estaba unido con siete poblados de su alrededor a través de siete caminos o sendinos.

Existen dos versiones en lo que respecta a la incógnita del nombre de la villa

El transcurso de la Edad Media impulsó considerablemente el desarrollo del pueblo, que se vio especialmente favorecido por la cercanía del Camino de Santiago.

En el siglo XIII, la villa fue donada por el rey Fernando III al Obispo Don Mauricio, considerado su gran promotor, quien mandaría construir su famoso puente medieval, convirtiéndose este así en aquel momento en la única vía de acceso al lugar.

En la actualidad, la villa queda dividida en dos barrios. El barrio norte se encuentra presidido por la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo herreriano.

El templo alcanza los 45 metros de altura y posee tres magníficas naves. Destaca el retablo del altar mayor, dedicado a la Asunción de la Virgen, que da nombre al templo.

Es de estilo barroco y se atribuye a Diego Alonso de Suano, Lucas de la Concha, Martín del Hoyo  y Ventura Fernández. Es de admirar igualmente el majestuoso órgano, que reúne cada verano a un gran número de melómanos en diversos conciertos.

Además, los restos de la antigua muralla medieval, la  puerta de acceso a la villa y el grandioso puente románico completan el conjunto de este barrio norte.

El barrio sur, por su parte, se ve representado por la iglesia de la Natividad de Barriuso, un estupendo ejemplo del gótico rural en la provincia de Burgos. Un conjunto histórico de este calibre revela la importancia que la villa debió tener en tiempos pasados.

Villasandino se muestra también como un destino ideal para disfrutar de la naturaleza, en especial para los amantes de los animales.

Sus lagunas, creadas en 2002 a causa de la extracción de áridos para la construcción de la autovía  A-231, sirven ahora de refugio para cientos de especies acuáticas como el ánade real o el aguilucho lagunero.

Desde allí es posible avistar igualmente otros tipos de aves, desde rapaces hasta las características avutardas. Estas últimas son fáciles de ver entre los caminos que unen  pueblos de alrededor.

Desde allí es posible avistar igualmente otros tipos de aves, desde rapaces hasta las características avutardas

Si existe algo sagrado para los habitantes de Villasandino, también llamados villasandinenses, sin duda son sus fiestas.

Destacan especialmente las que se celebran en honor de los patrones de la villa: San Ambrosio y la Virgen del Carmen. Las primeras tienen lugar el 7 de diciembre y lo cierto es que ya no cuentan con la importancia de antaño.

Las fiestas del Carmen, sin embargo, se festejan cada 16 de julio y son recibidas con gran devoción por los más mayores, que nunca faltan a la procesión y con entusiasmo por los más pequeños y los jóvenes, que disfrutan cada verano de hinchables, juegos, música y verbenas.

Así, el pueblo burgalés de Villasandino permite al visitante viajar en el tiempo y volver a la época medieval de la mano de algunos de sus monumentos más emblemáticos.

La villa, que cuenta con no pocos siglos de historia es una gran elección si uno quiere disfrutar de la naturaleza y empaparse del patrimonio histórico y cultural de nuestra tierra castellana.

 

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