Villariezo: 22 metros para batir un récord

Hablar de Villariezo es, desde hace más de dos décadas, hablar del libro Guinness de los Récords. Y es que esta pequeña localidad cercana a la capital burgalesa lleva desde principios de este siglo haciendo de su semana cultural un reto cada año más grande y disparatado, siempre dedicado a la gastronomía.  

Comenzaron allá por el año 2000 con un pequeño grupo de aventureros que decidieron que la morcilla más larga del mundo tenía que estar, como no, en Burgos. Dicho y hecho, 20,19 metros de morcilla que fueron mejorados y registrados ante notario el año siguiente para entrar en el libro Guinness de los Records. 

No conformes con eso, decidieron hacer de batir records una tradición anual con tortillas, quesos, hornazo, o pizza entre otras cosas.  Retos que obligaban a los habitantes del pueblo a concebir las ideas más originales para llevar a cabo estas locuras culinarias. Si bien es cierto que han tenido algún año de asueto con los récords, no se crean que no hicieron nada en dichas ediciones. 

Los hitos mencionados forman una bonita iniciativa, pues sirven para hacer pueblo y que los vecinos colaboren entre sí en cada proyecto. También destaca el carácter siempre solidario de la iniciativa, que aprovecha para colaborar con la causa que más lo necesite. En el  presente año aprovecharán la coyuntura para ayudar a la asociación cultural del pueblo. 

Desde el año 2016 se realiza la degustación de morcilla del lugar, sin una pieza tan grande como en ediciones anteriores pero igual de sabrosa. 

Este año sin embargo han querido volver a lo tradicional y, aprovechando que se cumplen 22 años de la primera morcilla de récord, han querido rendir homenaje elaborando otra de 22 metros de longitud «como mínimo». 

Esta proeza la realizarán los habitantes del pueblo el sábado día 27 de agosto a las 17:30 horas.  No obstante, no es lo único que tienen en su semana cultural. Esta tiene un cartel digno de cualquier ciudad dada su extensa oferta de actividades. 

Torneo de pádel, discomóvil y verbena, pasacalles y dianas, talleres o eventos gastronómicos completan el programa de fiestas. Para los amantes de estos últimos habrá una fiesta de la sidra con chorizo el miércoles día 24, así como una paellada el día siguiente. 

No puede faltar entre estos eventos el famoso concurso de pacharanes caseros, que este año celebra su VIII edición y se celebrará también el miércoles. Tampoco perderán la ocasión para poner en valor tradiciones como el bolo burgalés y homenajear debidamente a sus mayores.