Las obras entre Rubena y Fresno de Rodilla obligan a cortar la N-I las noches del 22 al 26 de mayo
Los trabajos, que cuentan con una inversión de nueve millones de euros, se ejecutarán entre los kilómetros 251 y 278 de la vía carretera
Desvío alternativo por al AP-1
Las obras de mejora que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) está ejecutando en la carretera N-I, entre Rubena y Fresno de Rodilla, en la provincia de Burgos, obligará a cortar la circulación del 22 al 26 de mayo, en horario de madrugada, entre las 23 y las 6 horas. Con esta medida se pretende garantizar la seguridad de los trabajadores y usuarios, según un comunicado del departamento ministerial. Los trabajos cuentan con un presupuesto de nueve millones de euros (IVA incluido).
Para asegurar la fluidez del tráfico se habilitarán dos itinerarios alternativos debidamente señalizados. Por un lado, en la salida de Burgos capital por la N-I, dirección Irún, se realizará a través de la AP-1, desde Rubena hasta Briviesca. En segundo lugar, el acceso a Burgos desde Irún se realizará por la propia autovía desde el municipio briviescano.
Además, se implementará un sistema de señalización para permitir el acceso controlado a la carretera N-I a aquellos vehículos cuyo destino sean las localidades intermedias, a las que no se pueda llegar desde la autopista, y se realizarán desvíos temporales entre los km 251,252 y 254,255, en ambos sentidos de circulación. Estos desvíos dirigirán a los vehículos que provengan o deseen acceder a dichas localidades intermedias hacia los ramales provisionales de los enlaces en construcción en el margen derecho.
Se tomarán las medidas necesarias para señalizar claramente los desvíos y habrá señalistas presentes para atender cualquier incidencia de tráfico y proporcionar información sobre los desvíos.
Mientras duren las afectaciones se llevará a cabo la ejecución de los elementos prefabricados de los tableros de los enlaces de acceso a Rubena y Quintanapalla, a la altura de los km 251,620 y 254,060. La obra tiene por objeto la eliminación de los accesos directos existentes a la carretera N-I para redistribuir esas conexiones a través de nuevas vías de servicio, que mejorarán las condiciones de explotación de la N-I y la seguridad vial.