El Correo de Burgos

Miranda mira con preocupación a la crecida del Ebro y los afluentes

La Confederación espera que el caudal supere el umbral de desbordamiento y el Ayuntamiento pide que se desalojen los garajes cercanos y vigila el Bayas y el Zadorra

El nivel del Ebro, rondando los 350m3/s, durante la tarde de ayer.

El nivel del Ebro, rondando los 350m3/s, durante la tarde del lunes.ECB

Burgos

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El temporal de frío, lluvia y nieve que se cebó con provincias como León y otros puntos del norte de España ha tenido efectos limitados en el territorio burgalés, que también vió nevar pero con menos intensidad y, sobre todo, con menor afectación al tráfico.

El principal problema que deja en Burgos el paso de esta masa de aire de origen ártico cargada de precipitaciones se evidencia ahora a orillas del río Ebro en su curso alto y semialto que comprende principalmente a Miranda de Ebro, donde se vigila la crecida del caudal. 

El cauce excedía ya los 3 metros y 15 centímetros a las 21:30h rozando la cota que dispara la alerta amarilla que es de 3,5m, aunque el caudal del río no dejó de crecer a su paso por la ciudad de Miranda donde a la misma hora, ya superaba los 351 m3/s. 

La Confederación Hidrógráfica del Ebro estuvo pendiente del río en Miranda desde el sábado cuando se detectó que sus afluentes habían empezado a registrar crecidas derivadas del temporal de lluvia y nieve. Ya desde un primer momento calculó que la crecida llegaría a Miranda a últimas horas del lunes y ayer actualizó sus previsiones puntualizando que a lo largo del curso del Ebro prevé dos avenidas diferentes: la procedente de la cuenca alta, cuyo máximo se espera en Miranda de Ebro por debajo de los 500 m3/s y una segunda aguas abajo en Logroño, aunque el máximo de la crecida del Ebro se podría observar en Zaragoza durante la tarde del miércoles 11.

Con todo, en Miranda se sigue con la vista puesta en el río donde, aún con la advertencia de la CHE de que la crecida será inferior a los 500 m3/s la estampa del cauce es muy llamativa y ya bordea las orillas en las zonas más bajas de la localidad. La CHE advierte de que la subida del agua podría ser suficiente para ocasionar daños localizados en las zonas más vulnerables.

Por eso el ayuntamiento mirandés mantiene el aviso de precaución y recomendó desde el primer momento a los vecinos de la urbanización El Lago a que retiren sus vehículos de los garajes próximos al río Zadorra como medida de precaución. Los servicios de seguridad del consistorio mirandés mantienen la mirada en la situación de los ríos Bayas y Zadorra, que, según la CHE, presentan un alto riesgo de desbordamiento. 

El nivel del Ebro, rondando los 350m3/s, durante la tarde de ayer.

El nivel del Ebro, rondando los 350m3/s, durante la tarde de ayer.ECB

La crecida estaba  a las 21:30h por debajo del nivel amarillo de alarma que marca la CHE que es de3,5 metros de altura, pero el Ayuntamiento mantiene la vigilancia, además, de los ríos Bayas y Zadorra, que presentan un alto riesgo de desbordamiento.

Se va la nieve, sigue el frío

Tras abrupta llegada del invierno a Burgos este fin de semana, las complicaciones a la hora de circular por numerosas carreteras de la provincia se van a ir disipando este martes y ya el miércoles cesarán las precipitaciones.

Un termómetro marca 3ºC en el centro de la ciudad de Burgos este lunes.

Un termómetro marca 3ºC en el centro de la ciudad de Burgos este lunes.ECB

Este lunes amaneció con nevadas superiores a los 20 centímetros en diferentes puntos de las zonas más altas de la provincia, por lo que la DGT se vio obligada a establecer restricciones e incluso cerrar el puerto de Lunada o la CL-633 desde Masa hasta Poza de la Sal. 

Copisa nevada en Masa, al norte de la capital burgalesa.

Copisa nevada en Masa, al norte de la capital burgalesa.I. A.

La situación fue especialmente complicada en la comarca de Las Merindades, donde fue obligatorio el uso de cadenas en vías como la BU-573 desde Salcedillo hasta el País Vasco, la CL-629 entre Cernégula y Valdenoceda, la BU-564 desde Cilleruelo de Bezana hasta Soncillo o las vías de comunicación del norte de la provincia con Cantabria. 

Copisa nevada en Masa, al norte de la capital burgalesa.

Copisa nevada en Masa, al norte de la capital burgalesa.I. A.

También se notaron los efectos de la nevada en La Demanda y aunque la DGT no impuso restricciones hubo que circular con la máxima precaución en las carreteras hasta el límite con La Rioja. Los avisos llegaron también al entorno de la cartuja de Miraflores y la zona de Juarros.

Sin embargo, esta situación va remitiendo y ya ayer el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, descendió el operativo de nevadas a fase de alerta por nieve en la red de carreteras del Estado en las provincias de Burgos, León y Palencia.

Tras la nieve llega el hielo porque el frío y el invierno han llegado para quedarse. «El ambiente será frío. Ciudades como Burgos, Pamplona, Segovia o Soria no pasarán de cinco grados», vaticinó ayer el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, Rubén del Campo.

Burgos será una de las capitales más afectadas por el frió que arrastra el primer temporal invernal de la temporada, con temperaturas máximas que apenas alcanzarán los 4 grados este lunes. A esto se suma la llegada de una masa de aire ártico muy frío que mantendrá mínimas nocturnas por debajo de los 0 grados durante toda la semana.

El paso de una borrasca mediterránea agrava la situación del tiempo, que ha dejado nevadas, lluvias, nieve y un ambiente especialmente desapacible en la ciudad y su provincia. Según la Aemet, las heladas serán una constante en Burgos, tanto en la capital como en las áreas rurales, con valores que oscilarán entre los -3 y los -5 grados durante las madrugadas más frías. Las previsiones para Burgos indican que las temperaturas seguirán siendo muy bajas a lo largo de la semana. Este lunes, la capital burgalesa registrará una de las máximas más bajas del país, con 4 grados. El martes, las mínimas caerán hasta los -2 grados, y aunque se espera un leve repunte en las máximas el miércoles y sábado, no superarán los 7 grados en Burgos capital.

En la provincia, las zonas montañosas estarán bajo el impacto de nevadas intermitentes, con una cota que comenzará en los 700 metros y ascenderá a 1.000 metros hacia el martes. Estas precipitaciones se sumarán al riesgo de heladas en carreteras y caminos rurales, lo que podría dificultar la movilidad en las áreas más elevadas. Las temperaturas irán en descenso y los vientos serán más flojos, lo que propiciará que las heladas sean más intensas. «En páramos de la zona centro se podrá bajar de -4ºC. También serán fuertes las heladas en los Pirineos y continuará el frío diurno, con valores similares a los de la jornada anterior», aclaró Del Campo.

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