Trotaburgos
El pequeño pueblo de Burgos conocido por su 'Cueva Negra'
Covanera, localidad de Burgos bañada por el río Rudrón y conocida por su Pozo Azul, destaca por su rica arquitectura, hallazgos en espeleología y rutas naturales

Camino al Pozo Azul podemos ver una gran roca vertical conocida como el ‘Perentón’
Covanera, una localidad situada en la provincia de Burgos, se ha convertido en referente nacional por el Pozo Azul y la Cueva Negra, enclaves naturales de gran valor paisajístico y científico. Esta pequeña población, dependiente del municipio de Tubilla del Agua y ubicada a 52 kilómetros de la capital burgalesa, se levanta a orillas del río Rudrón, rodeada de formaciones geológicas que narran la historia milenaria de la región. A través de la carretera N-623, principal eje de comunicación entre Burgos y Santander, se accede a una área donde el río y la erosión han esculpido cuevas, desfiladeros y parajes singulares que atraen tanto a investigadores como a visitantes interesados en turismo rural.
La formación conocida como Cueva Negra toma su nombre de la localidad -Covanera, derivado del latín "Covam Nigram"- y referencia los orígenes del asentamiento en torno a un paisaje fuertemente modelado por el agua subterránea. El Pozo Azul, manantial de aguas azul turquesa cuyas temperaturas rara vez superar los 11 grados centígrados, se ha convertido en punto de interés internacional para la espeleología desde que, en 2024, el equipo liderado por el británico Jason Mallinson avistó 660 nuevos metros de galerías, ampliando el conocimiento de la cueva subacuática más extensa explorada de España. Hasta el momento, han quedado cartografiados más de 14.000 metros de galerías, aunque su recorrido completo —enterrado bajo la Sierra de Huidobro— permanece sin desvelar.

Cañón del río Rudrón.
Patrimonio arquitectónico y entorno natural en Covanera
El patrimonio arquitectónico local conserva trazos de la historia de Covanera. Destaca especialmente el palacio de los Fernández-Huidobro, una construcción solariega levantada en el siglo XVII cuya estructura, aunque en estado avanzado de deterioro, testimonia la importancia social y económica de la comarca en épocas pasadas. "La integración de la arquitectura en la ladera sobre la que se asienta el barrio de Santa María conforma un conjunto pintoresco", han señalado fuentes municipales. La iglesia románica de Santa María mantiene, entre sus muros y capiteles de simple decoración floral, vestigios de distintas épocas gracias a reformas posteriores que incorporaron elementos góticos y barrocos.

Iglesia de Santa María.
En la zona baja de Covanera se encuentra una zona de baño habilitada junto al Rudrón, que se combina con espacios recreativos infantiles y servicios de hostelería. Este enclave al aire libre es frecuentado por familias de la comarca de Sedano y de Burgos, especialmente durante los meses de verano, cuando afluye turismo atraído también por la singularidad del Pozo Azul.
El Pozo Azul y la espeleología subacuática
El Pozo Azul constituye uno de los entornos de espeleobuceo más relevantes de Europa. Según han informado los equipos de exploración, solo los profesionales acreditados cuentan con autorización para descender por sus galerías debido a la dificultad técnica y a los riesgos asociados. La cueva, cuya entrada está sumergida, supera los 14 kilómetros de desarrollo conocido tras los avances de 2024 realizados por expertos internacionales. El acceso al baño en la superficie del Pozo Azul está permitido al público en general; ahora bien, únicamente algunos soportan la baja temperatura de sus aguas, que rara vez superan los 11 grados, incluso en época estival.

El Pozo Azul da fama mundial a la localidad de Covanera.
El agua del Pozo Azul proviene del anticlinal de Huidobro y recorre cerca de 300 metros antes de desembocar en el Rudrón, mediante el arroyo de Las Pisas. Además del Rudrón, el municipio también está atravesado por el río Moradillo -también conocido como Sedanillo-, cuyas aguas confluyen con las del Rudrón en las inmediaciones de Covanera. Las investigaciones en la Cueva Negra y el Pozo Azul han estado marcadas por sucesivos hitos. Desde los primeros buceos en la década de 1990 hasta los recientes avances anunciados por Jason Mallinson en 2024, se han ido desvelando nuevos tramos de la galería principal y bifurcaciones laterales, con desafíos técnicos notables debido a la profundidad y a la baja visibilidad en algunos puntos. Las autoridades locales y los organismos de protección del patrimonio han limitado el acceso con el fin de preservar el delicado entorno y minimizar riesgos.