Atapuerca representa su batalla medieval con una escena inédita

LORENA BARCO / Burgos

Atapuerca cumple un verano más con la que con los años se está convirtiendo en toda una tradición: la representación de la Batalla de Atapuerca, o lo que es lo mismo: el encuentro bélico que tuvo lugar el 1 de septiembre de 1054 y que enfrentó al ejército del Reino de Castilla y al de Navarra en las tierras ataporquenses. La batalla -que tuvo por protagonistas a Fernando I rey de León y Castilla, y su hermano García Sánchez III ‘El de Nájera’, rey de Pamplona e hijo de Sancho el Mayor- tuvo un papel decisivo para el futuro de las tierras de Atapuerca.

El domingo 23 tendrá lugar la representación a partir de las 18.30 horas en la ladera de la iglesia de San Martín. Eso sí, la jornada festiva dará comienzo a las 12.30 horas con la duodécima edición del mercado medieval de Atapuerca que este año cuenta con la presencia de 25 puestos de alimentación y artesanía. La feria medieval permanecerá abierta hasta las 21.00 horas.

El éxito de afluencia es tal que con ésta ya son catorce las ediciones de este particular testimonio de la Historia medieval en territorio burgalés que cada año cuenta con más adeptos. «La clave de quela obra se represente verano tra verano es la implicación de los vecinos de Atapuerca y el apoyo incondicional de la Asociación de Amigos del pueblo», señala la concejala de Cultura, Raquel Torrientes.

Novedades 

Con el fin de que la representación no resulte aburrida al constar de los mismos actos los trece veranos anteriores, esta edición incluye una nueva escena, concretamente la inicial. En ella, se recrea una conversación entre la reina Estefanía de Navarra y su ama de compañía en la que la primera le revela sus malos presentimientos de que algo va a ocurrir.

Además, la Asociación de Amigos de Atapuerca cuenta este año con un total de 9.000 euros de presupuesto. Asimismo, participarán en la representaciónque organiza la Asociación casi 200 voluntarios. Entre este numeroso grupo de actores amateurs se encuentra una nutrida representación del pueblo, así como miembros del Hogar Navarro y jóvenes voluntarios de los campos de trabajo de Atapuerca. Otra de las novedades es la presencia de vecinos de Rubena en el reparto de la dramatización.