El Hacedor
‘Arte en movimiento’ cierra un año intenso en La Aldea
A caballo entre la moda y el arte, ‘Esculturas Andantes’ contó con 25 modelos en el desfile de El Hacedor
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GERARDO GONZÁLEZ / La Aldea
La iniciativa impulsada por Sarah Huyghe, artista de origen flamenca y desde junio trabajando como voluntaria con Imágenes y Palabras, ha puesto el broche a un año muy fructífero en La Aldea del Portillo de Busto.
Bajo el título de ‘Esculturas Andantes’, las salas de El Hacedor acogieron un singular desfile de modelos al que asistieron cerca de medio centenar de personas. En una singular amalgama de materiales y diseños veinticinco modelos lucieron trajes de tan difícil definición que no se les podía encajar como ropa pero tampoco como piezas escultóricas.
Por ello se las definió como ‘esculturas andantes’ al estar en su interior personas que las ponían en movimiento siendo así una nueva fórmula de exposición de trabajos artísticos.
El grueso de esta singular ‘Pasarela La Aldea’, 13 modelos, fue realizada por Huyghe pero el interés del proyecto animó a participar a otros artistas. Así, voluntarios que pasaron por El Hacedor aportaron ideas y modelos junto a tres profesores de la escuela artística burgalesa y otros de Madrid.
De hecho, ha cuajado en el mundo artístico esta propuesta y ya se da por hecho que tendrá continuidad el año próximo con más participantes. Incluso se ha iniciado su futuro como muestra itinerante por Burgos, Bilbao y Madrid habida cuenta del eco logrado incluso antes de su presentación oficial al público.
Dorien Jongsma se mostraba muy satisfecha por el resultado de esta iniciativa que cierra un año especialmente intenso para Imágenes y Palabras desde su fundación en La Aldea del Portillo.
Como evento destacado el año ha contado con la inauguración oficial del taller colectivo y centro cultural ‘El Hacedor’ tras seis años de trabajo continuado.
En el acto inaugural se presentaron una amplia variedad de obras que conformaban la muestra ‘Fin de Obra’ con la que arrancaba el nuevo espacio artístico y cultural. La muestra recogía obras de once disciplinas diferentes de expresión artística elaboradas por treinta y nueve artistas de once países.
Además de la actividad en si esta mostraba una de las características más destacadas del proyecto de Imágenes y Palabras en el diminuto pueblo burebano.
La internacionalidad ha sido siempre la base del trabajo sobre el terreno tanto en la propia construcción como en las actividades artísticas.
Por ello en su ‘puesta de largo’ El Hacedor mostraba trabajos de los cinco continentes con piezas de artistas de Japón, Irak, Reino Unido, Bulgaria, Argentina entre otras nacionalidades.
La popularidad de la Aldea dentro del mundo artístico más innovador tanto en artistas como conocedores de las nuevas tendencias, ha crecido exponencialmente en los últimos años.
Así, hasta hace unos años los escasos conductores que pasaban por La Aldea solo se detenían para preguntar por Oña o Frías atraídos por su patrimonio histórico. Actualmente, resulta cada vez más frecuente que en Oña y Frías se pregunte como llegar a La Aldea en busca del arte más actual.
Como la mayoría de las piezas artísticas que conforman las muestras que de forma permanente o temporal se organizan en la localidad el propio Hacedor se creo de una suma amplia y diferente se voluntades. En el aspecto material empresas de la zona donaron gratuitamente materiales para la obra que permitieron mantener el ritmo de forma lenta pero continua sobre el terreno.
Del programa ‘Juventud en Acción’ de la Unión Europea llegaron una importante cifra de voluntarios tanto europeos como de otros países al pequeño rincón de los Obarenes.
También las instituciones como la Diputación Provincial, Junta de Castilla y León, ayuntamientos y juntas administrativas de la zona, los grupos de acción local Ceder Merindades y Adeco Bureba y de forma muy especial a Caja de Burgos dieron su apoyo al proyecto.
La coordinación de todos estos elementos permitió que además de las obras físicas se pudieran realizar proyectos artísticos prácticamente desde que se colocó la primera piedra.
En realidad este singular espacio es en si mismo una obra sino de arte si de artistas ya que en el han trabajado creadores de multitud de nacionalidades que han dejado a su paso piezas de su creación.
La evolución de campos de trabajo a estancias de seis meses permitía combinar el trabajo con la creación artística.
Todo este trabajo, que no se restringe a lo contenido en el edificio sino que numerosas obras se reparten por todo el pequeño pueblo, ha cambiado la percepción sobre el arte moderno en toda la zona.
De hecho una de las últimas propuestas ha estado vinculada al territorio de forma directa mezclando, como son todas las actividades de Imágenes y Palabras, lo tradicional y más moderno.