Musical Alvi culpa a Ayuntamiento y propietarios del derribo del edificio

LORETO VELÁZQUEZ / ArandaDesmontando las estanterías de lo que fue un negocio durante treinta años, uno de los dos empleados que se quedarán sin trabajo con el cierre de Musical Alvi, lamenta la injusticia de un edificio que se demolerá sin remedio por la «desidia», asegura, de sus propietarios. «Llevamos más de diez años reclamando mejoras como el arreglo de goteras y nunca han hecho nada», sostiene mientras enseña el almacén, un habitáculo de dos plantas de 15 metros en total cuyos techos y escombros amenazan con caer por la falta de canalones en la fachada trasera. «El resto del edificio está bien», aclara.Aunque el desalojo del local del inmueble situado en la calle Santa Lucía número 7, es ya inminente, los antecedentes de este derribo se remontan al año 2005, fecha en la que el Ayuntamiento acordó en Pleno la ejecución subsidiaria con un presupuesto de 30.000 euros de multa que se impuso a los propietarios por no hacer caso a la orden para el arreglo de la fachada del 21 de junio de 2005. «Ni los propietarios ni el Ayuntamiento hicieron nada al respecto», sostiene el inquilino del local arrendado, José Rodríguez.El tiempo, sin embargo, no perdona y la falta de arreglos conllevó a los propietarios a solicitar una ruina inminente que al final, quedó en ruina económica. «No estamos de acuerdo con la ruina económica porque hay muchas cosas del informe que no son verdad. Ponen el presupuesto de calefacción cuando el edificio no está habitado. De hecho, nosotros contratamos a un experto para que elaborase una valoración y sus conclusiones nada tienen que ver por lo que decidimos poner el asunto en manos de la Justicia», explica José Rodríguez quien reprocha al Consistorio que haya tomado parte apoyando a los propietarios sin esperar a conocer el resultado de una sentencia que está a punto de hacerse pública. «Es cuestión de días», subraya.Así, el empresario de Musical Alvi recuerda como hace cinco o seis meses el Ayuntamiento les pidió un aval de 441.000 euros para paralizar el procedimiento municipal de declaración de ruina económica. «Es algo insólito», apunta que «muestra las dos varas de medir» de la Concejalía de Urbanismo.El último requerimiento municipal del pasado día 5 daba siete días para desalojar. «Nos echan sin explicación», lamenta aunque reconoce el apoyo de los ciudadanos. «Hemos recibido muchos apoyos y solo podemos estar agradecidos a nuestros vecinos».Renta AntiguaAl parecer, según los inquilinos todo se debe al tipo de alquiler de renta antigua. «El mejor ejemplo lo vemos en el edificio de al lado, que tiene los mismos años pero que ha sido rehabilitado. Se quejan de la renta antigua pero no se acuerdan del altísimo traspaso que pagamos hace treinta años. Yo no dicto las leyes, solo las cumplo. No quiero que me regalen nada pero tampoco que me lo quiten con malas artes», sostiene el inquilino quien asegura no va a tirar la toalla. «Seguiré atendiendo a mis clientes en Maxocio en los Jardines de Don Diego y seguiré creando riqueza para este pueblo; mi pueblo», concluye Rodríguez.