El Correo de Burgos

Varios vecinos piden el cierre de las obras de Julián y Romero

Recurren la decisión municipal al entender que la vivienda no respeta las alineaciones

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Burgos

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L. V. / Aranda

Varios vecinos de la barriada de Santo Domingo han decidido recurrir el acuerdo municipal que permite al dueño del solar de la calle Julián y Romero, número 2 reanudar las obras para la construcción de una vivienda, que según denuncian los vecinos no cumple con las alineaciones de la calle. «Es una vulneración de las normas urbanísticas que regulan la tipología y los retranqueos consolidados en esta barriada», explican.

Por ello solicitan la anulación del acuerdo municipal por entender que es nula de pleno derecho porque carece de toda motivación o argumentación que la justifique y porque se ha delegado la decisión a un informe del Colegio de Arquitectos, «con dejación de las responsabilidades municipales en orden a la interpretación y aplicación de la normativa urbanística». Así, el recurso defiende que todo el expediente de licencia de obras «está viciado de nulidad» al haberse emitido los informes técnicos favorables «a la concesión de la licencia por una arquitecta municipal con categoría de contratada laboral, estando estas funciones reservadas por Ley a los funcionarios municipales», advierten.

La licencia, contraviene además las normas del Plan General de Ordenación Urbana, «como afirman en sus informes, tanto el Servicio Municipal de Urbanismo y Arquitectura, como el Letrado Urbanista del Ayuntamiento, al incumplir la vivienda en construcción tanto las alineaciones como la tipología de las viviendas de tan singular barriada, debiendo ser revocada su concesión por los cauces legales y de forma inmediata».

En su conclusión, los vecinos recurrentes solicitan la suspensión inmediata de las obras «para evitar mayores daños al propietario promotor, que podría, en su caso, reclamar al Ayuntamiento». Si la iniciativa no prospera los vecinos afectados no descartan acudir a los tribunales «para denunciar los defectos e ilegalidades».

La polémica surgió cuando un vecino adquirió dos parcelas entre las calles Julián y Romero, número 2 y Santo Domingo con el objetivo de hacer una vivienda y dejar el resto de suelo como patio. Al parecer la nueva edificación rompe la alineación de la calle y la imagen de este barrio de Santo Domingo que se ubica en la zona trasera de la Avenida de Castilla.

Estética

Los vecinos se quejan de que con la nueva ubicación no sólo se rompe la estética sino que además afecta de forma directa a las viviendas colindantes, que lamentan que ahora hace más frío y que sus paredes se han visto dañadas.

Con el propósito de evitar esta obra, los vecinos emprendieron incluso una campaña de recogida de firmas (que suscribieron al parecer el 80 por ciento de los propietarios, unos 45) que encontró su apoyo en un informe municipal que sostenía que la licencia de obra no correspondía. Sin embargo, al existir otro informe municipal previo que sostenía lo contrario, el Ayuntamiento decidió clausurar la obra y acudir al Colegio de Abogados para que fuera éste órgano el que decidiera sobre el futuro de esta obra, y así lo ha hecho.

El Colegio de Abogados entiende que el segundo informe no es válido y que sus apreciaciones no corresponden al Plan General de Ordenación Urbana por lo que el propietario puede ejecutar el proyecto.

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