El Ayuntamiento pedirá explicaciones sobre el futuro de la variante de la A-11

LORETO VELÁZQUEZ / Aranda

Preocupados ante el rumor de un posible nuevo parón en las obras de la variante de la A-11, y ante la imposibilidad de reunirse con la subdelegada de Gobierno, Berta Tricio (por problemas de agenda), la alcaldesa del Ayuntamiento arandino, Raquel González y el presidente de la Asociación de empresarios de Aranda y la Ribera, Pedro Iglesias han solicitado un encuentro con el jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Castilla y León Oriental (Francisco Almendres), que se producirá el próximo lunes, 1 de agosto en la ciudad de Burgos. «Pediremos que se nos informe de las perspectivas de continuidad no solo en lo que afecta a la variante sino también al resto de tramos que competen a la Demarcación de Burgos», explica la alcaldesa, Raquel González quien muestra su inquietud por los rumores de los últimos días.

Acciona

Y es que, al parecer, el Ministerio de Fomento ha dejado en manos de la empresa constructora Acciona, la decisión de continuar con las obras tras rebajar las condiciones económicas y solo admitir un modificado del presupuesto de 54 millones de euros del 10 por ciento frente al 30 por ciento inicial. «Están poniendo a la empresa en una tesitura que no le corresponde porque le están cambiando las condiciones», lamenta González.

Por su parte, desde Acciona guardan silencio y prefieren no emitir declaración alguna al entender que es un proveedor y que la decisión corresponde en cualquier caso al Ministerio de Fomento «como dueño» de la infraestructura.

Quejas

Así, y mientras la duda se despeja, la corporación arandina y los empresarios de la capital ribereña continúan pendientes de la ejecución de una obra que no solo contribuirá a mejorar el tráfico de la ciudad, sino que además ayudará a reducir los costes de distribución, según advierten desde el colectivo empresarial.

 En la reunión, tanto González como Iglesias pondrán sobre la mesa otros temas de interés como las obras de la autovía A-1. «Estamos recibiendo numerosas quejas», advierte la regidora municipal quien pone como ejemplo el hospital ribereño. «Están habiendo problemas con los traslados, con las demoras de los análisis y también de los pacientes. De hecho, algunos están optando por ir por la carretera de Salas», comenta.

Y es que, desde que comenzaron las obras, los atascos se suceden por los continuos desvíos.

Estrategia

Con el objetivo de establecer una estrategia conjunta, el representante de la Asociación de Empresarios de Aranda y la Ribera (Asemar) mantuvo ayer una reunión con la alcaldesa, Raquel González en las dependencias de Alcaldía. «Las informaciones que tenemos son malas», adelantaba la pasada semana en el encuentro con la FAE de Burgos, el propio Pedro Iglesias.