Las pitadas silencian el discurso de la alcaldesa en el inicio de las fiestas

M. M. / Aranda

A pesar de que los arandinos están empeñados en disfrutar de los festejos que estos días invaden todos los rincones de Aranda de Duero, tampoco han querido dejar de lado las reivindicaciones. Por ello, no dudaron en dejar oír su malestar ante las idas y venidas que los actos festivos han sufrido desde meses atrás, y acompañaronel discurso de la alcaldesa, Raquel González, con pitadas que hicieron imposible oír las palabras con las que ésta quiso dar la bienvenida a la fiesta y al popular chupinazo, en una maniobra que se había trenzado a través de las redes sociales y los mensajes de móvil. Los pitidos de ayer se suman así al reproche que ya hizo a los políticos el pregonero de este año, el atleta Santiago Manguán, quien durante su pregón del viernes criticó «el fiasco de la plaza de toros arandina», entre otras muchas cosas, críticas que de nuevo la alcaldesa allí presente, tuvo que aceptar estoica como responsable municipal de todos los arandinos que es.