Las hermanas de la menor ratifican su versión de la agresión sexual

El proceso judicial que investiga la presunta implicación de los tres ex jugadores de La Arandina Carlos Cuadrado, alias ‘Lucho’, Víctor Rodríguez ‘Viti’ y Raúl Calvo Hernández en un caso de agresión sexual a una menor de 15 años, se trasladó ayer a Burgos, concretamente a la Fiscalía de Menores. Llegaba el momento de escuchar a las dos hermanas pequeñas de la adolescente denunciante, dos niñas de 9 y 12 años que según explica el abogado de la acusación popular, Luis AntonioCalvo, ratificaron la versión de la hermana mayor.

Conscientes de la edad de las pequeñas, todas las medidas de precaución eran pocas. En la exploración judicial, nada de abogados. Ni siquiera la juez que instruye el caso o la fiscal; solo una cámara de vídeo y dos psicólogas que trasladaron tanto las preguntas de la juez como algunas que aportaron por escrito los abogados de la defensa. «No se puede revelar el contenido de lo que han dicho al ser menores», señala Fernando García Puertas, abogado de la acusación particular mientras recuerda que se trata «de una prueba más».

La defensa por su parte, confía ahora en que tras el auto en el que la Audiencia de Burgos ha decidido mantener la prisión incondicional sin fianza para los tres investigados, la juez llame a declarar cuanto antes al cuarto jugador que estuvo en el piso de los futbolistas el día de los hechos y que, en su opinión, puede «arrojar luz» al caso.

Hay que recordar que el cuarto varón apareció, para sorpresa de todos, en el vídeo que entregaron a la causa dos menores el pasado 3 de enero; un vídeo musical de una conocida aplicación que en apenas ocho segundos muestra a la adolescente denunciante grabando y cantando con sus presuntos agresores detrás, el día de autos. Según los abogados de la defensa, la menor envió el vídeo y lo subió a una red social dos horas después de haber estado en la casa de los futbolistas. «Se está empezando a desmontar el castillo de fantasía», defendía el abogado de Víctor Rodríguez, Rafael Uriarte.

Prisión

A la hora de mantener la prisión provisional, la Audiencia Provincial tuvo en cuenta el hecho de que todavía no haya declarado el cuarto jugador y que al ser amigo de los investigados, la libertad puede poner en riesgo el testimonio. El tribunal tampoco olvida otras cuestiones como un posible riesgo de fuga, ante la gravedad de los hechos, la alarma social generada y la doble victimización de la menor.

En cualquier caso, el tribunal burgalés se muestra contundente al defender por un lado, la credibilidad de una denunciante que no ha caído en contradicciones «ni consta acreditada la concurrencia de motivo espurio alguno», «enemistad, odio o venganza que haga pensar en la interposición de una denuncia falsa» y por otro, deja claro que existen motivos que hacen considerar «inicialmente acreditada» la autoría del delito por parte de los tres jugadores de fútbol.

A la pregunta de cómo se encuentra la menor, el abogado de la acusación responde con rotundidad: «Mal, mal, sigue estando mal, sigue en tratamiento», explica Fernando García Puertas con la esperanza de que «amaine todo un poco y deje de ser un circo». «Esto tampoco le beneficia a ella en absoluto», zanja con preocupación por las filtraciones. «Algún día jugaremos a ver quién filtra la información y cuando nos lo digáis a lo mejor yo también hablo», advierte.

En la misma línea se manifiesta el abogado de la acusación popular, Luis Antonio Calvo. «Imagináoslo. Tal y como va evolucionando, va estando peor que al principio», afirma molesto ante la doble victimización que se está produciendo. «Hay que tener mucho cuidado con ella», insiste.

A la espera de que la juez decida si hay indicios suficientes para formalizar la acusación y abrir un juicio, la investigación continúa y tal y como señaló la audiencia provincial en su último auto, la instrucción se encuentra todavía en una fase inicial, estando pendiente tanto la obtención de resultados en diligencias ya practicadas (como el volcado de los móviles y de las redes sociales) como el testimonio de otros testigos que podrían contribuir de una forma significativa al esclarecimiento de los hechos y su autoría.