«Los arandinos son amantes de sus tradiciones populares»

Pregunta- Dicen que no conoce el aburrimiento.

Respuesta- Mi trabajo es mi pasión; pero también tengo muchas aficiones por lo que dispongo de poco tiempo libre.P.- ¿En qué momento se cruzó la cerámica en su vida?

R.- La primera vez que vi a un alfarero modelando el barro sentí una sensación, que me descubrió el futuro.P.- Hoy es todo un referente. ¿Cómo se define un hombre que lo ha aprendido casi todo solo?

R.- Curioso como un niño, un poco obsesivo y alguien al que no le importa dedicar todo su tiempo y su trabajo a una buena idea.P.- Ahora que hay tanto máster, tanto curso... ¿Ha tenido que mentir en alguna ocasión en el currículum?

R.- Por fortuna, mi currículum es mi obra y mi trabajo diario.P.- ¿Cuál es el mejor ambiente para crear?

R.- Mi mejor inspiración la encuentro en la naturaleza, en los pájaros, en el murmullo del agua. Luego también me inspira mucho la música así que dependiendo del momento tiro por un blues o flamenco.P.- ¿Quién es su mayor crítico?

R.- Yo mismo; pienso que ningún creador queda jamás satisfecho al cien por cien con su trabajo. Y mi hijo, que me sigue de cerca (ríe).P.- Entre sus obras, ¿tiene alguna niña bonita?

R.- Es difícil elegir, pero me vienen a la memoria las primeras piezas de la serie A través de la ventana que inicié hace casi 20 años.P.- El Museo de Cerámica que gestiona desde que abrió hace ahora 18 años podría crecer con 35 nuevas piezas que actualmente pertenecen a un coleccionista catalán. ¿Qué tienen de especial?

R.- Son piezas únicas, algunas con más de cien años, procedentes de los más señalados y desaparecidos alfares tradicionales de Aranda de Duero. Me emociona que exista la posibilidad de que vuelvan a su tierra.P.- ¿Vivimos muy deprisa?

R.- En general, sí. Hay que bajar el pie del acelerador para disfrutar de verdad con las cosas que merecen la pena.P.- ¿Qué consejo daría a los políticos?

R.- Que hagan coincidir sus intereses con los de los ciudadanos; que su trabajo sea para mejorar la sociedad y que nunca se olviden de que son nuestros democráticos representantes.P.- Dígame una manía aparte de la de dar la vuelta a la barra de pan cuando está boca abajo…

R.- (Ríe) Intentar poner orden dentro del aparente caos de mi taller.P.- ¿Qué es para usted la felicidad?

R.- Sentir que la gente que me rodea es feliz o que por lo menos es capaz de sobrellevar con una sonrisa los desafíos de la vida.P.- Si pudiese enviar un tuit a su yo de cuando tenía 15 años, ¿qué le diría?

R.- Disfruta todo lo que puedas y no hagas daño a nadie. La vida es muy corta y lo más importante son las personas.P.- ¿Qué quería ser de mayor cuando era pequeño?

R.- Geólogo, quizá ese deseo me ha servido para descubrir las mejores materias primas para mis obras.P.- Si tuviese una varita mágica para cambiar las cosas, ¿qué cambiaría?

R.- Me gustaría un mundo sin tantas desigualdades y con menos sufrimiento.P.- Y si existiese la reencarnación. ¿Qué le gustaría ser?

R.- Creo que con una vida bien aprovechada tenemos bastante (ríe).P.- ¿Cómo está el nivel de ceramistas en la escuela de Aranda de Duero?

R.- El nivel es bueno y prueba de ello es la serie de obras colectivas que todos los años se exponen en el Museo de Cerámica.P.- ¿Valoran los ciudadanos de Aranda la cultura popular?

R.- Los arandinos son amantes de sus tradiciones populares: música, fiestas, procesiones…P.- ¿Vino o caña?

R.- Café.P.- Un sueño…

R.- Vivir despierto. No están los tiempos para bajar la guardia.