El Correo de Burgos

LABORAL

CC OO confía en alcanzar pronto un acuerdo sobre los vendimiadores

Espera garantizar un trabajo «digno» con el apoyo de las bodegas y las administraciones

Las previsiones este año apuntan a una cosecha de calidad pero corta.-JOSÉ I. BERDÓN

Las previsiones este año apuntan a una cosecha de calidad pero corta.-JOSÉ I. BERDÓN

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L. V.
Burgos

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No llegará a aplicarse en la próxima campaña, pero el acuerdo está cerca. Así de esperanzado se muestra el secretario provincial de CC OO, Ángel Citores, sobre el documento que están preparando con la patronal y las administraciones para garantizar las condiciones laborales de las personas que realizan la tarea de recogida y de mantenimiento en el campo burgalés y ribereño. Y es que, aunque la uva es protagonista en estas fechas por la proximidad de la vendimia, ya hay trabajo en el campo para todo el año. «Tenemos que verlo como una oportunidad de fijar población», defiende convencido de que las medidas que se pacten en este nuevo acuerdo no se centran en lo que los temporeros deben cobrar – «que para eso ya están los convenios colectivos»- sino en las condiciones laborales con cuestiones no reguladas hasta ahora como el desplazamiento al lugar de trabajo, el alojamiento o la formación. «El campo ha evolucionado, se ha mecanizado y hay labores muy específicas que requieren un conocimiento y para las que cuesta encontrar personal», justifica.

En su opinión, lo relevante de este pacto es que se sentarán las bases del futuro de la Ribera del Duero. «Aquí vamos a establecer cómo queremos que sea la imagen de la Denominación de Origen», subraya a sabiendas de que la marca Ribera saldrá reforzada.

Dicho esto, el sindicato no fija un plazo en el calendario porque lo importante es que se alcance un consenso. En este sentido, aún queda si tenemos en cuenta que aunque el acuerdo entre la parte social y la patronal está «cerca», todavía queda el trabajo con unas administraciones públicas que, según CC OO, juegan también un papel determinante.

Una de las cuestiones que más preocupan es el alojamiento de estos trabajadores ya que, aunque hay muchas bodegas que se hacen cargo, otras, lamentan, no. Para CC OO, la solución no puede depender de que el ayuntamiento de turno realice, como hacía Aranda, un programa de acogida de temporeros sino que debe encontrar una garantía en el propio sector con el apoyo de las administraciones. «No es una cuestión asistencial que requiera la ayuda de Cruz Roja; es trabajo», zanja con la esperanza de que las muchas bodegas que sí cumplen, afeen la actitud a las que todavía no lo hacen porque ponen en riesgo entre otras cosas, el prestigio de la Ribera del Duero. «Estamos hablando de alojamiento pero también de excesos de jornadas, de gente que trabaja sin contrato…», censura.

Este futuro acuerdo entre sindicatos, patronal y administraciones vendrá a complementar el convenio del Vino; un documento que desde hace tan solo unos meses actualiza la regulación que existía a nivel provincial para comercializadores del vino y licores abriendo el abanico a los elaboradores de vino, cerveza, licores y aguardientes. Según explican desde CC OO, con esta iniciativa se da por un lado, cobertura a más trabajadores y a los que hasta ahora se guiaban por el convenio agropecuario y por otro, se garantiza la pervivencia del convenio al contar con patronales de mayor entidad.

La teoría llevada a la práctica se traduce en incrementos salariales progresivos de hasta 2.000 euros en la categoría más baja así como mayores derechos en permisos.

El primer paso se dio justo hace un año cuando los sindicatos, Comisiones Obreras y UGT, convocaron varias mesas de trabajo. En la primera invitaron al subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, y a representantes de la Inspección de Trabajo, del Ayuntamiento de Aranda, de la Policía Local, Nacional y Guardia Civil y a la segunda, al Consejo Regulador Ribera del Duero, a la asociación de bodegas de Ribera (Asebor), y a los empresarios de FAE.

Previsiones

Según explican desde este sindicato, las previsiones este año apuntan a una cosecha de calidad pero corta por lo que es de esperar que el volumen de trabajadores que vengan a vendimiar sea menor que el del año pasado. «El número depende siempre de cómo venga la cosecha», señalan conscientes de que en un año óptimo de cantidad suelen hacerse unos 3.000 contratos, 2.500 más que en el 2017 cuando una helada caída en una madrugada del mes de abril acabó con el 60% de la cosecha.

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