Santa Catalina insiste: es mejor esperar y asegurar un mercado de los domingos de calidad
La Asociación de comerciantes del barrio pide a los artesanos de la Ribera que se unan al proyecto
Aunque el Ayuntamiento de Aranda de Duero ya ha abierto el plazo y tras cubrir la zona del textil, pretende ponerlo en marcha este mismo mes de junio, la Asociación de Comerciantes del barrio de Santa Catalina insiste: antes de que abra el nuevo mercadillo de los domingos hay “que trabajar todavía mucho”, para que “sea una mercado diferente y atractivo”. “De nada sirve hacer un mercadillo como el de los sábados, tiene que ser algo diferente: un mercado europeo, moderno, que de verdad dinamice el barrio”, defiende como portavoz de la junta directiva, Juan Carlos Quintana, con la mirada puesta en la necesaria presencia de puestos de productos artesanales, donde tendrán cabida artesanía, cerámica, antigüedades, libros, y productos de la tierra y gastronómicos. “Queremos que sea un mercadillo multicultural”, invita la presidenta del colectivo, Lola Redondo.
Por ello, desde el colectivo hacen un llamamiento a todos los artesanos de Aranda y la Ribera para que se unan a un proyecto que pretende actualizarse cada semana con nuevos productos. “Dentro de un mismo puesto podrán rotar hasta cuatro expositores diferentes”, anima la presidenta.
Consciente de que el dinero puede ser un problema, la asociación de comerciantes recuerda que los artesanos que no son autónomos, pueden evitar el trámite apuntándose a una cooperativa, donde el precio baja a 50 euros al mes. A eso hay que añadir el coste del stand, con el toldo blanco que exige la nueva normativa, y la cuota de 80 euros al trimestre que deberá pagar al Ayuntamiento.
Los interesados deben apuntarse en la oficina de la OMIC, de la plaza Mayor, o pedir información en la asociación de comerciantes del barrio de Santa Catalina.
Temas pendientes
Por resolver, advierten, quedan cuestiones importantes como la figura de un placero, alguien que vele por el buen funcionamiento del mercado, por la limpieza y el pago de los comerciantes. Y es que, cada expositor tendrá que hacerse cargo tanto del stand, como de la limpieza posterior. Si no, debería haber, en su opinión, una multa. “Tiene que haber un protocolo de seguridad, de limpieza e higiene y eso no está, vemos que aún está todo muy retrasado”, lamenta Quintana, convencido de que más allá de fechas, lo que hay que garantizar es que sea un mercado de calidad, “serio”, y diferente a lo que hay. “No es un mercadillo al uso, vamos a tener actividades paralelas… queremos que sea una opción para los domingos y para el barrio”, añaden mientras dejan claro que no es una crítica al Ayuntamiento, ni a los técnicos “que están haciendo un gran trabajo”, pero “faltan cosas importantes por cerrar”.
Distribución
La distribución del espacio sí está decidida. Los stands del textil se situarán rodeando el centro cívico Virgen Viñas, entre la Avenida de Burgos y la calle Fernán González, mientras que los artesanos y productores locales ocuparán el interior del patio del centro cívico.