Aranda de Duero
Tras 126 años de historia, Aranda despide con pena a los Claretianos de Santiago
La Iglesia Corazón de María cierra sus puertas en Aranda por la crisis de misioneros
Ya es un hecho. Los claretianos de Santiago cierran su comunidad de misioneros de Aranda pero seguirán manteniendo la vinculación con el colegio Claret, a través de un equipo de misioneros especialistas en Educación que es el que orienta a los 7 colegios que tienen.
La congregación adopta esta decisión tras 126 años de presencia en la capital ribereña ante el descenso progresivo del número de misioneros.
Ribera
126 años de historia. Los claretianos de Santiago cierran su comunidad de misioneros de Aranda
Loreto Velázquez
Su marcha afecta de forma directa a la Iglesia arandina Corazón de María, donde hasta ahora se oficiaba misa todos los días de la semana. “Aunque las puertas físicas de la Iglesia se cierren, quedarán abiertas las de nuestro colegio, lugar en el que velaremos por seguir manteniendo vivo el espíritu de nuestro fundador, San Antonio María Claret”, garantiza el director del colegio Claret, Aitor Martín Herrero.
La despedida ha sido difícil. Tuvo lugar el sábado en la Iglesia Corazón de María en una emotiva eucaristía que contó con la presencia del obispo de Burgos y con la música del Orfeón Arandino.
En los últimos años vivían tan solo tres claretianos, personas mayores que han sido desplazadas a otras comunidades de la provincia de Santiago. “Damos gracias a Dios por haber podido compartir durante estos 126 años el camino de la fe con los arandinos”, expresó en la despedida el padre Adolfo Lamata, superior mayor de los misioneros de esta provincia religiosa.
“Nos toca vivir este tiempo de escasez”
“Dios guía la historia y nos da lo que conviene en cada momento”, continuaba el padre provincial. “En la actualidad, a los claretianos nos toca vivir este tiempo de escasez y fragilidad, pero sentimos la gracia de haber podido compartir el camino con vosotros, con la presencia de una comunidad de religiosos, -añadió refiriéndose a la feligresía congregada en la iglesia- como, de aquí en adelante, con una presencia diferente a través del colegio y su comunidad educativa”. “Pedimos al Señor que todos sepamos seguir avanzando en el cumplimiento de su voluntad como lo hemos hecho a lo largo de la historia de la comunidad y el colegio”, concluyó.
Se van pero seguirán cerca
Aunque ya no estarán presentes como Comunidad, los Claretianos seguirán vinculados con el colegio. Para ello se ha asignado un equipo de titularidad compuesto por curas que visitarán semanalmente el centro educativo para marcar las pautas de actuación.