Los arandinos pagarán 2,3 millones por las lecturas pendientes del agua
El equipo de Gobierno estudia soluciones y garantiza que habrá plazos y facilidades
Nada más y nada menos que 2,3 millones de euros. Es el dinero que el Ayuntamiento de Aranda ha dejado de percibir por la factura del agua y, por ende, lo que deberán pagar los ciudadanos de a pie por el año que no se cobrado por falta de personal.
Para desbloquear el problema, la Junta de Gobierno Local acaba de aprobar las bases reguladoras para contratar a un ingeniero técnico y dos auxiliares administrativos. Al ser contratos subvencionados por el Servicio Público de Empleo de Castilla y León (Ecyl), los tres aspirantes deberán ser desempleados y mayores de 45 años. Además, la duración contractual se prolongará hasta el 31 de diciembre de 2024. Su función principal será regularizar las lecturas del consumo de agua potable en los hogares arandinos. Bajo esta perspectiva, la lectura se normalizará a principios del año que viene. «Espero que en enero o febrero ya esté funcionando», subraya la concejala responsable del área, María de las Viñas Ortuño, con la vista puesta en la digitalización «que también se va a llevar a cabo».
Ahora, la pregunta que todos se hacen es: ¿cómo van a pagar los arandinos los 2,3 millones de euros pendientes? Según explica, no será un desembolso brusco. «Estamos estudiando las alternativas, pero no va a ser de golpe. Vamos a buscar las mejores soluciones, pero tenemos claro que los ciudadanos no han sido los culpables de lo que ha sucedido», afirma consciente de que se trata de un problema «heredado del anterior Gobierno (...) como ocurre con otros, como el cementerio municipal, el servicio de prevención, que no había, o las últimas sentencias judiciales, entre otros».
Los problemas con el cobro del agua comenzaron hace más de dos años. En los primeros meses se hizo una lectura estimada, pero llegaron las reclamaciones y desde hace un año no se cobra nada. Por su parte, el alcalde de la capital ribereña, Antonio Linaje, precisó durante el pleno municipal que se facilitarán «cómodos plazos» y se fragmentarán los recibos por periodos en caso de ventas o alquileres para que siempre pague el que se ha beneficiado del servicio.
¿Externalización?
Conviene recordar que en su día este servicio estuvo externalizado hasta que el Ayuntamiento acordó su remunicipalización. Sin embargo, la escasez de la plantilla ha abierto una crisis sin precedentes que afecta de forma directa al bolsillo de los ciudadanos. Aunque con las tres contrataciones el equipo de Gobierno pone un parche para no agravar el problema, la solución final depende, como en otros muchos departamentos, de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que se está «ultimando».
«La externalización, desde luego, no está sobre la mesa. Estamos trabajando para recuperar la normalidad del servicio cuanto antes. Fue una prioridad cuando llegamos al Gobierno y lo sigue siendo», zanja Ortuño.