“Si cuidas la tierra, en ecológico el cereal aguanta mejor la sequía”
Félix cuenta su experiencia desde sus 100 hectáreas de secano en Villafruela
Félix Ramos lo tiene claro: tras probar el sistema convencional y el ecológico, él apuesta por la agricultura regenerativa, un enfoque agrícola que busca restaurar la calidad y la fertilidad de los suelos degradados. “El suelo en España está muy degradado y por lo general hay tan solo un 1,5% de materia orgánica, pero con este sistema yo tengo el 3%”, asegura.
Él trabaja en Villafruela (Burgos) 100 hectáreas de secano donde compagina trigo, avena y centeno, con girasol y leguminosas. “En mi caso hago aportaciones de materia orgánica antes de sembrar y también reincorporo todos los residuos de la cosecha a la tierra”, explica sin olvidar otras aportaciones como harinas de roca o compost vegetal o animal, “pero siempre tienen que estar certificados en ecológico porque todos mis cultivos están en ecológico”.
La segunda herramienta a tener en cuenta es la rotación de cultivos. “Al sembrar en diferentes fechas rompes el ciclo de las hierbas e impides infecciones masivas”, subraya. A la hora de sembrar tiene además en cuenta los dos cultivos que han estado previamente. “Si el primer año sembré leguminosa y el segundo cereal, el tercero pongo girasol, que es un ciclo más corto, y después cereal”, señala sin olvidar que hay cultivos más abrasivos que otros. “Las leguminosas son las que más aportan a la tierra y en cambio, el girasol puede ser el más esquilmante, pero es interesante porque al tener raíces más profundas abre más el suelo”.
En su experiencia este agricultor ha comprobado que en ecológico los cultivos aguantan mejor la sequía. “Al final en ecológico la tierra tiene más vida, porque en convencional, como se usan abonos y estos tienen mucha sal, deshidrata las plantas. Aquí al tirar de materia orgánica se seca menos y la tierra gana en esponjosidad”. Un esfuerzo que se ve en la factura. “Por lo general en ecológico se paga un 20% más que en la lonja”.
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Dicho esto, Félix matiza: “una cosa es el precio y otra la rentabilidad porque aunque es verdad que se paga mejor y no gasta herbicidas, que es un coste importante; estar en ecológico es caro: los aportes son caros y las semillas y abonos también”, señala.
Precisamente por este motivo, piensa mucho dónde echar la aportación de materia prima. “No se puede echar a todo porque económicamente te hunde. Hay gente que no echa nada, pero a mí me gusta, y voy viendo en función de las analíticas”. En su opinión, el mejor momento es antes de la siembra y con raspadas superficiales. “En regenerativa conviene no tocar mucho los suelos”, puntualiza.
Sin herbicidas, Félix tira de ingenio para luchar contra enfermedades como el Roya o Septoria. “Hace dos lo solucioné con agua oxigenada, que es un producto permitido en ecológico. No hace milagros pero evita que se extienda”.
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Aunque tiene dos hijos, de 18 y 20 años, no hay relevo generacional. “Me ayudan en tareas muy puntuales, pero no quieren saber nada de campo”, lamenta a sabiendas de que no es fácil. “Ahora hay que cultivar más para ganar como antes y es difícil encontrar tierras”.
Junto al elevado precio de los insumos como el gasoil, los abonos, la luz y la maquinaria, “que sigue disparado”, preocupa también la proliferación de topillos. “Este año ya tuvimos un poco, pero este, como en invierno no haga frio vamos a tener un problema serio porque se multiplican exponencialmente”, advierte sin olvidar otras especies que también comprometen la viabilidad de los cultivos como los conejos y sobre todo, el jabalí y el corzo. “Lo del corzo es una barbaridad. Este año tuve que dar parte al seguro porque me comieron todo el girasol. Una pena”.
Con lo que ha llovido este año, ya no hay sequía, pero, insiste: no hay que relajarse. “Como luego no caiga en su momento tendremos problemas”, advierte con la mirada puesta especialmente en los meses de abril y mayo, que es cuando necesita agua para que engorde el grano y “salgan buenas espigas”. “Aquí este año ha ido bien. Ha llovido bastante, no tuvimos granizo y aunque cayó alguna helada, apenas afectó porque el cereal aguanta mejor que el viñedo, que siempre queda más expuesto cuando brotan las yemas”.
En su opinión, la nueva PAC más que solucionar, da más trabajo, por la carga burocrática, y limita en exceso la flexibilidad. “Si luego mejorase las ayudas, pero es todo lo contrario. Cada vez recortan más”.