Unión Arandina presenta candidatura alternativa y no descarta forzar una moción de censura

Decididos a acabar con la que califican como “una etapa oscura”, Unión Arandina ha presentado de forma oficial la candidatura alternativa con la que intentará forzar las elecciones en un año que, recuerdan, “es electoral”. “Si las convocan, estamos preparados; y, si no, estamos dispuestos a forzar una moción de censura”, advierte el presidente, José Antonio Rupérez.

Conocido como ‘Navarro’, Rupérez ha compaginado, a lo largo de su vida, su pasión por el fútbol —donde ha competido— con su trabajo en GSK, de donde se ha prejubilado tras 35 años. En los últimos años, ha sido entrenador de fútbol base en las categorías inferiores y, en el último lustro, ha estado en el cuerpo técnico del primer equipo, desarrollando funciones como delegado y entrenador de porteros. “Quiero fomentar la unión entre el equipo y la afición, y potenciar el fútbol base, resolviendo todas las carencias que hay, que son muchas”.

Junto a él estarán el jugador Carlos Alonso, ‘Zazu’, el “eterno capitán”, que ejercerá de vicepresidente; Ricardo Herrero (secretario) y Alejandra Pérez (tesorera). Como vocales trabajarán Virginia González, Rubén Ramos, Mónica Hortigüela, Santiago Mambrilla, Elena Martín, David Pomar, Carlos de la Horra, José Medrano, Agustín Ibeas y Roberto Gutiérrez. “Somos un grupo formado por más de 30 personas que ven el fútbol desde distintos puntos de vista, pero con un objetivo común: que la Arandina Club de Fútbol se mantenga en el futuro y pueda crecer desde la base hasta el primer equipo. Somos una candidatura que cuenta con socios, exjugadores, exentrenadores, entrenadores y delegados de campo. Además, contamos con padres y madres de jugadores del fútbol base. Entre todos, formamos un grupo con experiencia en coordinación de fútbol base, aspectos legales, relación con instituciones y otros clubes, y, sobre todo, de deporte y fútbol”, aseguran.

Sus objetivos pasan por lograr una estructura fuerte desde la base “para que nuestro primer equipo se pueda nutrir de jugadores del fútbol base arandino; y, para ello, debemos cambiar la tendencia de estos últimos años, evitando los problemas con entrenadores que no cobran o equipos que muchos días están sin entrenador o sin material de entrenamiento”.

Además, contratarán una auditoría “para poder llevar a cabo una gestión eficiente y que no genere deudas” y cambiarán los estatutos para que cualquier persona que lo desee pueda hacerse socio “sin esperar una decisión de la asamblea de socios, siempre y cuando no haya problemas de aforo en el estadio”. También darán mayor protagonismo al fútbol femenino, con nuevas categorías en Cadete y Juvenil, y retomarán, entre otras iniciativas, las relaciones con clubes como Aranda Riber, el Atlético Aranda 1503 o el Club Arandina Veteranos, “para aunar esfuerzos por nuestras canteras y fútbol popular, dejando atrás los colores y centrándonos en el bienestar de todos los jugadores que aman este deporte en Aranda y alrededores”.

Así está la batalla judicial

La actualidad se extiende a la vía judicial. Según explican, mientras la denuncia penal que Francisco Galán y Virginia Martínez interpusieron contra David Pomar, Carlos Alonso y Elena Martín por coaccionar e intimidar a los denunciantes para hacerse con el control de la junta directiva del club “ha sido sobreseída”, continúa la investigación judicial que analizará si la junta directiva liderada por Virginia Martínez cometió los presuntos delitos de administración desleal, apropiación indebida, estafa, amenazas, coacciones e injurias.

Como primer paso, el juzgado tomará declaración “como investigados” a Virginia Martínez, Francisco Galán y Patricia del Cura, quienes tendrán que aportar si tienen antecedentes penales el 23 de enero de 2025.

El juzgado, detallan, remitirá oficios sobre las subvenciones que el club ha recibido del Ayuntamiento de Aranda y de la Junta de Castilla y León en los últimos cinco años; las cuentas anuales y los ingresos que el club ha obtenido de los padres de jugadores de fútbol base en el mismo tiempo. Con este proceso, Unión Arandina confía en saber otras incógnitas como el listado de socios de los cinco últimos años, “por años”; las altas y bajas de los socios de este lustro; y la justificación documental del pago realizado por parte de socios de los últimos cinco años, “para verificar el cumplimiento de las condiciones actualmente establecidas”.

Del mismo modo, han solicitado la ratificación de la denuncia y la comparecencia de cinco testigos que son “perfectos conocedores de los hechos”. También han pedido la suspensión cautelar del paso a una Sociedad Anónima Deportiva (SAD), que aprobó la junta directiva en la polémica asamblea donde se dejó fuera a muchas personas “que eran socios”.

Por otro lado, Unión Arandina ha pedido al tribunal que esclarezca los motivos que llevaron al Ayuntamiento de Aranda de Duero a suspender, de forma cautelar, el pago de los 190.000 euros del convenio de patrocinio de la Arandina, que había firmado en enero para ayudar a la celebración del partido de Copa del Rey contra el Real Madrid, por presuntas irregularidades en el proceso, y para que certifique si la directiva de Virginia Martínez pudo incurrir en un presunto delito de falsedad documental.

A este respecto, Unión Arandina pide investigar un documento donde Virginia Martínez y su pareja, el secretario Francisco Galán, renuncian a sus cargos, dando paso a una nueva junta directiva que “se actualizó sin la necesaria asamblea y sin ninguna modificación estatutaria”. En esta nueva junta directiva figuran Patricia del Cura, como presidenta; Roberto Alcalde, como secretario; José Simón, como tesorero; y Christian Monzón, como vocal.

Sin noticias del PP

Mientras en la Arandina Club de Fútbol y en el ámbito judicial la guerra está abierta, en el plano político hay una incomprensible calma tensa. El Partido Popular anunció hace un mes la expulsión de Virginia Martínez, la que fue su fichaje estrella, que se sumó a la candidatura de Raquel González como número 2. La decisión, aseguran, es firme y, según ha podido confirmar este periódico, apenas hay trato. Sin embargo, todo está en stand-by: Virginia Martínez sigue como concejala y tampoco ha dado ningún paso. Ni se ha pasado al grupo de los no adscritos ni ha entregado su acta de concejala.