Así va a ser por dentro el nuevo hotel de 5 estrellas (y 19 millones de euros) de la Ribera del Duero

El hotel de cinco estrellas que Castilla Termal va a abrir en el histórico Palacio de Avellaneda, en Peñaranda (Burgos), comenzará a funcionar en el último trimestre del año y no en verano, como estaba previsto en un principio. Es el nuevo plazo que fija la dirección de un proyecto valorado en 19 millones de euros, que, sin duda, supondrá un revulsivo decisivo para el municipio y su entorno. Y es que, no solo está llamado a consolidarse como un recurso turístico de primer orden en Ribera del Duero, también conlleva la creación de 80 puestos de trabajo.

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Loreto Velázquez

Según explican desde Castilla Termal, la selección de los diferentes perfiles de trabajadores comenzará a materializarse en los próximos meses, y los elegidos se formarán primero en Valbuena, el otro hotel de lujo que tiene la marca en la Denominación de Origen.

Como era de esperar, la obra de este edificio, declarado Bien de Interés Cultural y protegido por Patrimonio, está siendo todo un desafío. Aunque el grupo cuenta con un equipo de mantenimiento itinerante, está teniendo dificultades importantes a la hora de completar oficios con trabajadores de la zona. “Está siendo cuidadosamente restaurado para ofrecer una experiencia única que combine patrimonio histórico, lujo y bienestar en el corazón de la DO Ribera del Duero”, aseguran fuentes de Castilla Termal.

El proyecto de restauración arquitectónica está a cargo de María Jesús de Pablo Yagüe, mientras que el interiorismo será desarrollado por LATT Estudio. “Este equipo se asegurará de respetar la esencia histórica del palacio, poniendo en valor sus elementos originales y creando un ambiente acogedor, elegante y funcional, que integre la historia con las comodidades modernas”, señalan desde el departamento técnico.

¿Cómo va a ser?

Conocido también como Palacio de los Condes de Miranda, el hotel contará con 80 habitaciones, de las cuales 12 serán suites. Según detallan, se respetará al máximo la arquitectura original del edificio, conservando detalles como los artesonados de madera y otros elementos arquitectónicos.
Las habitaciones serán amplias y muchas contarán con vistas a la plaza Mayor de Peñaranda de Duero (antigua Plaza de los Condes de Miranda), donde se localiza la majestuosa Colegiata de Santa Ana.
El salón de desayunos se ubicará en la antigua capilla del palacio, mientras que el área principal de restauración estará en el antiguo claustro, que se cerrará, como Castilla Termal hizo en Burgo de Osma. La oferta gastronómica de Castilla Termal se centrará en productos de cercanía, maridados con los vinos de la DO Ribera del Duero. Además, como ya ha hecho en otros hoteles de la compañía, elaborarán vino propio con un pequeño viñedo que han adquirido en los alrededores de Peñaranda.

Spa y bienestar

La salud será importante. Para ello, el hotel tendrá una piscina termal con aguas mineromedicinales, junto con un completo área de tratamientos de bienestar, dividido en 12 cabinas con una amplia gama de masajes. “Este espacio estará diseñado para proporcionar a los huéspedes un entorno dedicado exclusivamente a la relajación y el cuidado personal, combinando tratamientos tradicionales con los más innovadores”, señalan, sin olvidar las zonas reservadas para eventos, reuniones de empresas y celebraciones. “Los salones históricos del edificio serán ideales para reuniones de empresa y celebraciones privadas, mientras que los amplios jardines exteriores y la piscina al aire libre ofrecerán un entorno perfecto para eventos al aire libre. La Sala de Embajadores, una de las estancias más emblemáticas del palacio, se conservará como espacio para el disfrute de los huéspedes, permitiendo apreciar su valor histórico y arquitectónico”, puntualizan.

Energéticamente eficiente

El hotel implementará, entre otras medidas, sistemas de biomasa para la calefacción, junto con energía solar fotovoltaica, sistemas de recogida de aguas pluviales y separación de aguas para su reaprovechamiento. “Estas medidas refuerzan el compromiso de Castilla Termal con la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente”.

Seis proyectos de éxito

El Palacio de Avellaneda será el sexto hotel de lujo de una marca que ya suma proyectos de éxito en Valbuena (Valladolid); la antigua Universidad de Santa Catalina, en Burgo de Osma (Soria); el antiguo Convento de Sancti Spiritus, en Olmedo (Valladolid); el Palacio Modernista de Solares (Cantabria), y la antigua Real Fábrica de Paños de Brihuega (Guadalajara).

Objetivo: duplicar número de hoteles antes de 2030

El hotel de Peñaranda, junto a la otra novedad del grupo, el futuro hotel, también de cinco estrellas, en el Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba, en Alfauir (Valencia), forman parte de un ambicioso plan de expansión con el que Castilla Termal pretende duplicar el número de hoteles antes del año 2030, un crecimiento que también se trasladará a su plantilla, que pasará de los 450 trabajadores actuales a 1.000. Para ello, invertirá 100 millones de euros.