Castrillo de la Vega recupera la estabilidad perdida con nuevos proyectos
La infancia tendrá protagonismo en esta nueva etapa con mejoras en el colegio y en el parque

El alcalde de Castrillo de la Vega pide un paso de cebra para proteger a los niños que cruzan al frontón
Tras la moción de censura, el nuevo alcalde de Castrillo de la Vega, Diego Ruiz Pinto, tiene muy claros los objetivos, y el colegio es uno de ellos. “Queremos invertir en el centro escolar, sobre todo en la zona infantil del patio, porque está muy mal. Vamos a asfaltarlo y poner suelo de caucho para que jueguen los niños sin riesgo; es una zona pequeña, pero vamos a ir poco a poco mejorando más cosas”, avanza, con la mirada puesta también en el parque infantil. “Este año cambiaremos varios columpios y le daremos un lavado de cara”.
El segundo gran desafío tiene como epicentro las bodegas subterráneas. “Nuestra idea es hacer una ruta turística, como hace, por ejemplo, Moradillo. Quiero hablar con su alcalde para ver cómo lo han logrado”.
Según el estudio que el Ayuntamiento encargó al experto Alfredo Sanz en 2023, en Castrillo de la Vega hay contabilizadas 166 bodegas, de las cuales el 64,5 % están en buen estado, un 15 % presenta desprendimientos y solo en un 4,8 % son graves. La mala noticia llegaba con el 7 % de bodegas que ya se han hundido por la falta de uso. “Es precisamente lo que queremos evitar”, argumenta.
Equipo
El nuevo equipo de gobierno, formado tras la moción de censura, asegura que funciona. “Estamos trabajando todos en equipo. Nosotros, con VOX, tenemos la Alcaldía. Yo me encargo, además, de la asociación Tierra de Haza, Cultura y Festejos, mientras que mi compañera, Rebeca Carrasco, lleva todo lo relacionado con agricultura, el colegio y la infancia. Del PSOE, Isidro García gestiona Urbanismo y la Ruta del Vino, y María Jesús Prieto coordina el tema de basuras. Mª del Mar Hontoria, concejala no adscrita, controla todo lo que tiene que ver con jardines, con el apoyo de Rebeca. Estamos funcionando bien”.
Sobre la mesa hay muchos temas y varias prioridades que no pueden esperar, como el paso de peatones que han pedido a la Diputación de Burgos para garantizar la seguridad cuando los niños cruzan la carretera a diario para ir del colegio al frontón. “Sabemos que es un pueblo complicado, porque tiene muchas curvas, pero algún día va a haber una desgracia. Hay que poner ya este paso de peatones”, urge.
De la riada del 3 de septiembre todavía hay cosas por arreglar. “Los caminos son lo que peor está, pero se va a encargar la empresa Arpape y, como está con la obra de los Jardines de Don Diego de Aranda, tenemos que esperar”, subraya, sin olvidar las ayudas económicas. “Estamos a la espera de la resolución de la ayuda estatal, que luego nos da la Diputación, pero, en principio, ha hablado de un 50 %, más o menos unos 30.000 euros”, agradece.
Los planes provinciales, que ahora son bianuales, servirán para acondicionar el depósito de agua, digitalizarlo y mejorar la red de saneamiento.
En Sanidad, continúa, no hay quejas. “Somos de los pocos pueblos que aún tenemos el privilegio de tener médico y enfermera todos los días, y la verdad es que es un tema importante para los vecinos”.
Consciente de que uno de los requisitos para atraer población es tener un parque de viviendas, el alcalde insiste en que, al no tener suelo municipal, la única opción es concienciar a los vecinos para que vendan lo que no utilicen y se abran al alquiler. “Queremos retomar el proyecto que intentó poner en marcha Juanjo, el anterior alcalde, para hacer residencial la Cuesta de la Cabaña, una zona de particulares, pero todo depende de que se pongan de acuerdo”.
Como responsable de fiestas, Diego ya está preparando los programas, empezando por la Virgen de la Vega. “Nos falta solo la actividad para los jóvenes, pero ya estamos mirando”.
Estabilidad
El Ayuntamiento de Castrillo logra así entrar en una etapa de estabilidad, algo que no había encontrado desde que el alcalde, Juan José Gutiérrez, dimitió en abril de 2021 por motivos personales, tras 34 años en el cargo.
Primero le sucedió como alcaldesa Flor Muriel, quien renunció al cargo en marzo de 2022, un mes después de haber realizado una consulta pública en la que sometía a votación la propuesta de dotar de sueldo al cargo del alcalde, por las muchas horas de trabajo y la responsabilidad que conlleva. Aunque el pueblo le dio la razón, con 96 votos a favor y 76 en contra, ella entendió que el respaldo no había sido suficiente, porque de los 474 vecinos censados solo habían votado 173.
Tras la renuncia de Flor, la sorpresa llegó con su teniente de alcalde, Raquel Herrero, y con el resto de concejales, que también se negaron a asumir la responsabilidad de la Alcaldía. Ante el vacío de poder, tuvo que resolver la secretaria municipal, que tiró de ley nombrando alcalde al concejal que más tiempo llevaba en el cargo político. Tampoco funcionó. A los pocos días, Isidro García presentaba su renuncia, molesto por la imposición.
Jesús Mambrilla, del PP, lo intentó después, pero fue un mandato tan corto como polémico. Apenas un mes después de tomar posesión, una de las concejalas, María del Mar Hontoria, anunciaba su marcha por discrepancias con el regidor. Como muestra de apoyo, los dos concejales del PSOE, María Jesús Prieto e Isidro García Revenga, decidieron rechazar las concejalías que les había ofrecido Mambrilla y que, en un primer momento, aceptaron.
Tras el varapalo, el alcalde del Partido Popular se quedó con el único apoyo de otro concejal del PP y de los dos concejales de Vox, Diego Ruiz y Paula de la Roca, quien meses después presentó también su dimisión por motivos personales. Fue sustituida en la formación verde por Rebeca Carrasco. También dimitió el concejal del PP, Santiago Vegas, por motivos personales.
El último movimiento lo dieron Vox y PSOE al presentar, el 28 de octubre de 2024, una moción de censura al ya exalcalde Jesús Mambrilla, del Partido Popular.