Muñoz cede y confiesa la muerte de Denise tras negarla durante 10 horas

Miguel Ángel Muñoz, el sospechoso detenido el pasado viernes en el curso de las investigaciones por la desaparición de Denise Thiem protagonizó ayer en los juzgados de Astorga un tenso tira y afloja de diez horas en el que quiso declararse inocente para, al final, reconocer su culpa.Muñoz llegó fuertemente escoltado sobre las 12.00 horas y ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Astorga, se desdijo de la confesión realizada ante los policías que lo detuvieron y en la que especificó que había golpeado hasta la muerte a la peregrina, aunque su intención no era matarla. Si condujo a las fuerzas del orden hasta el cadáver era porque antes lo había visto alertado por el olor, pero no por haberla dado muerte.Ya en ese momento, la magistrada no dio credibilidad a esa declaración, ya que decretó la prisión comunicada y sin fianza. Pero también encargó al médico forense un informe para conocer la imputabilidad del detenido. Horas más tarde, ante la doctora, cambió de nuevo su versión y solicitó realizar una nueva declaración ante la juez, esta vez autoincupaltoria. La magistrada decretó prisión sin fianza.A esta confesión se une el resultado de la autopsia conocido ayer y que señala que el cuerpo es el Denise Thiem. Con todo, falta la prueba del ADN, que espera a la llegada de miembros de la familia Thiem a España para el cotejo y unos días más hasta que el análisis se complete.Ante el intento de Muñoz clamar por su inocencia, agentes cercanos a la investigación mantenían su total seguridad sobre haber atrapado al culpable. Y no sólo porque éste admitió en un primer momento ante la Policía su crimen y, como rúbrica, les guió hasta el cuerpo en su finca de Castrillo de los Polvazares.Este periódico ha podido saber por fuentes cercanas a la investigación que lo que encontraron los agentes que acompañaron a Muñoz fue el cuerpo de una mujer que, aunque en avanzado estado de descomposición, correspondía «en su morfología» con la desaparecida de 41 años edad. Una comprobación que facilitó el hecho de que el cadáver no estuviera desmembrado. Tampoco se apreciaban laceraciones propias de un intento fallido de descuartizamiento.Lo que es más importante respecto a la confesión ante la Policía que Muñoz desdijo en su primera declaración ante la juez: pudieron observar las señales de un fuerte traumatismo en la cabeza de la desdichada mujer, que coincidían con lo dicho al principio por Muñoz: la había golpeado hasta la muerte.Las mismas fuentes confirmaron que los investigadores manejan el móvil sexual, dados los antecedentes de Muñoz, que intentaba ‘ligar’ con mujeres que realizaban el Camino con unas formas que éstas calificaban como hostigamiento.Uno de los puntos fuertes de la investigación y que hizo de Muñoz el principal sospechoso fue el cambio de 1.000 dólares pocos días después de la desaparición de Thiem.Con todo, ese cambio de billetes no se constituyó en una prueba con el suficiente peso ya que, a pesar de su aspecto bohemio y de vivir en una casa prefabricada, Muñoz pertenece a una familia adinerada (aunque las relaciones con ella parecen ser mínimas) y, en apariencia, no necesitaba dinero. Así, el robo pasa a ser una circunstancia adyacente.