«Menos mal que no había más gente en las viviendas»

El barrio segoviano de San Lorenzo sigue consternado el día después de la explosión de la bombona de gas que se cobró la vida de su vecina Lucía M.G. de 82 años, cuyo funeral abarrotó la iglesia parroquial segoviana.Centenar y medio de vecinos despidieron a ‘Luchy’, como la recordaban ayer, describiéndola como una mujer «trabajadora», «abnegada, muy activa» pese a los 82 años y «gran cuidadora» de su marido Gabriel, de 84, que permanece ingresado en el Hospital General de Segovia, donde se recupera de la fuerte inhalación de humo sufrida por las llamas del incendio del número 5 de la Calle Coca, donde explosionó una bombona de butano.Lucía y Gabriel vivían en la segunda planta del edificio siniestrado y fueron víctimas de la deflagración en distintas habitaciones. La potente onda expansiva hizo que la habitación donde dormía Lucía fuera la más afectada por el siniestro. Gabriel, pudo salir del incendio aunque muy afectado por la inhalación de humo que le mantiene ingresado en el Hospital segoviano.En la vivienda de la planta primera donde se originó la deflagración vivía otro matrimonio de octogenarios, Florencia y Eusebio que salvaron sus vidas al encontrarse pasando el fin de semana en la casa que tienen en el pueblo abulense de La Zarza. Sus vecinos se felicitaban ayer por este hecho: «Ha sido una bendita casualidad que se hubieran ido para el pueblo a pasar un fin de semana largo», relataban.«Vinieron la mañana del domingo al saber lo sucedido. Vieron esto y se marcharon horrorizados. Mejor no verlo», afirmaba ayer un conocido de la familia tras el funeral de Lucía, oficiado en la más estricta intimidad a mediodía de ayer en la parroquia de San Lorenzo.Aunque todo apunta a que ha sido la bombona de butano la que explosionó y originó el posterior incendio, el informe técnico no se ha cerrado. Se sabe que en la vivienda de la deflagración usaban el gas butano, aunque el edificio contaba con instalación de gas ciudad, a la que sus inquilinos habían decidido no adherirse. «Todavía no nos lo podemos creer», señalaron a EL MUNDO algunos de los vecinos que el día después se acercaban a ver la fachada ruinosa.«No damos crédito…pasas por aquí, te quedas mirando y piensas que es increíble que haya pasado más. !Menos mal que no había más gente en las viviendas, si no…vete a saber cuántos muertos se lleva la explosión», decían ayer dos miembros de la nutrida Asociación de Vecinos La Parrilla de San Lorenzo.De los ocho heridos de la deflagración, además de Gabriel, viudo de la fallecida, que aún no sabe que su mujer ha muerto en el siniestro, permanece ingresado en el Hospital Río Hortega de Valladolid otro vecino del inmueble, de 53 años, conocido en el barrio como ‘Gües’.Vivía solo en el piso colindante a la explosión y sufrió quemaduras graves por lo que en el Hospital General de Segovia, adonde fue conducido por los servicios de emergencia, decretaron su traslado en helicóptero la mañana del domingo hasta la capital vallisoletana. Permanece estable, dentro de la gravedad, sin que por el momento puedan determinarse la evolución de las heridas y su alcance.Los técnicos determinarán si hay que derribar el edificioEsta misma semana los informes técnicos despejarán las dudas sobre la actuación inmediata en el inmueble. «En un par de días», según dijo ayer a EL MUNDO el jefe del cuerpo de Bomberos de Segovia, José Luis del Pozo, estará terminado el informe que precisará si es posible reconstruir las cuatro plantas o, por el contrario, es necesario demolerlo.El inmueble siniestrado permanece vallado tras el desescombro y la calle Coca ha visto restablecida la circulación. La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero anunció ayer que hasta que no concluyan estos informes no podrá determinarse con exactitud el futuro de la edificación de propiedad privada, cuyos pisos estaban ocupados en régimen de alquiler.La presidenta de las Cortes, la segoviana Silvia Clemente, trasladó sus condolencias a la familia de la mujer fallecida y la solidaridad con las personas que de una manera «tan agresiva han visto perturbada su vida».El secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, expresó el pésame y el apoyo de su partido a todos los afectados, al tiempo que confió en una rápida respuesta de las administraciones.El portavoz del Grupo Parlamentario de Ciudadanos, Luis Fuentes, también manifestó sus condolencias y su solidaridad con los afectados.