Dimisión en bloque de la Comisión de Garantíasde Podemos

Los miembros de la Comisión de Garantías Democráticas de Podemos en Castilla yLeón han dimitido en bloque después de que el mismo órgano a nivel nacional desautorizara su actuación contra el nombramiento de enlaces provinciales en la formación que lidera Pablo Fernández en Castilla y León.Fernández, portavoz parlamentario de Podemos, confirmó ayer en los pasillos de las Cortes la renuncia de los cuatro miembros de la Comisión de Garantías. Este órgano estaba formado inicialmente por seis personas, pero dos habían dimitido con anterioridad por otras causas.El procurador pidió ayer «disculpas» por el «espectáculo» dado en este asunto y anunció la convocatoria inmediata de primarias entre los inscritos en Podemos para volver a formar la Comisión de Garantías Democráticas. Fernández explicó que la dimisión se produce como consecuencia de la desautorización del mismo órgano a nivel nacional.El líder de la formación considera que los miembros de la Comisión se habían extralimitado en sus funciones hasta el punto de querer asumir el control de la dirección política. La Comisión pretendió tumbar el esquema de organización de Podemos en Castilla y León, que decidió crear la figura del enlace provincial, comentó Fernández, quien reconoce que esa figura no existe en la formación en España pero eso no significa que no se pueda crear.De hecho, la respuesta del órgano nacional respalda la decisión de la Dirección del partido en Castilla y León, por lo que Pablo Fernández ve «coherente» la dimisión de los miembros de la Comisión de Garantías, a pesar de la «mala imagen» que se pueda trasladar a los simpatizantes del partido.Por otro lado, Fernández negó que existan discrepancias en la Dirección nacional tras el debate en las redes sociales protagonizado por Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Según el representante de Castilla y León se trata de una muestra de la transparencia en el debate interno, en el que hay acuerdo, señala, pero se discuten «los matices». A su juicio, el problema está en que en otros partidos están «acostumbrados a los monólogos».