El Correo de Burgos

La Junta baraja el cierre de la hostelería la próxima semana

Las nuevas restricciones para el sector hostelero  se plantearán en el Consejo de Gobierno del próximo martes, tras analizar el efecto del toque de queda y el confinamiento perimetral de la Comunidad tiene en el avance de los contagios

PROTESTAS HOSTELEROS / SANTI OTERO

PROTESTAS HOSTELEROS / SANTI OTERO

Publicado por
F. RAMOS VALLADOLID
Burgos

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La hostelería de Castilla y León camina hacía un nuevo cierre, salvo que el toque de queda y el confinamiento perimetral de la Comunidad comience a funcionar y se produzca un descenso en el número de contagios en esta segunda ola del coronavirus, que las últimas cifras de contagiados no apuntan que vaya a ser así.

La situación de «riesgo extremo» en la que se encuentra Castilla y León, según reconoce el propio Ejecutivo autonómico, hace que la Junta baraje ordenar el cierre de la hostelería justo después del puente de los santos, según detallan las diferentes fuentes de Cecale a las que ha tenido acceso este periódico.

La razón de esta nueva medida restrictiva, que aún no está tomada y se planteará en el Consejo de Gobierno extraordinario del próximo martes viene dada porque desde Sanidad se entiende, a decir de las mismas fuentes consultadas por este periódico, que sigue existiendo demasiado contacto social, .lo que obliga a plantearse estas nuevas limitaciones  para el sector hostelero de la Comunidad, sin duda uno de los más castigados por la pandemia del coronavirus.

El Consejo de Gobierno extraordinario, tal y como ya anunciaba el pasado jueves el propio vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, analizará la evolución de los contagios y cómo están actuando las medidas restrictivas en marcha –toque de queda, confinamiento perimetral de la Comunidad, limitación de aforos y de reuniones a un máximo de seis personas…– en la evolución de la incidencia acumulada de casos. Conviene recordar que Castilla y León  presenta la quinta incidencia más elevada del país, con más de 700 casos por cada cien mil habitantes, a la vista de los datos facilitados por la consejera de Sanidad, Verónica Casado, tras la reunión del Consejo de Gobierno del jueves.

No se trata de criminalizar al sector de la hostelería, sino de plantear aquellas medidas restrictivas que vengan a restringir el contacto social sin llegar a ese confinamiento domiciliario que, tal y como avanzaba este periódico, la consejera de Sanidad ya pedía en el último consejo interterritorial de Sanidad al ministro Salvador Illa si el día 15 de noviembre no se producía un descenso en la curva de contagiados. El posible cierre o nuevas limitaciones a la hostelería, como la de obligar a clausurar el consumo en el interior de bares y restaurantes, se sumaría a otros cierre en el sector ya adoptados en Cataluña, sin ir más lejos.

Algunos restaurante como el estrella Michelin El Ermitaño de Benavente ya anunciaban ayer su cierre a partir del 3 de noviembre, inmediatamente después del puente,  por las «complejas y desproporcionadas» restricciones de la Junta,  que limitan la actividad hostelera. Así lo detallaban en un comunicado, en el que señalaban «la triste decisión de cerrar temporalmente», a la vez que indicaban que cumplían «rigurosamente» con todas las normas y medidas de seguridad, pero parecer «no ser suficientes». Por ello, destacan, desde la responsabilidad más absoluta creen que la prioridad en estos momentos es «la seguridad y salud de nuestros clientes y equipo».

Mientras, el presidente de la Asociación Soriana de Hostelería y Turismo, Asohtur, Pablo Cabezón, asegura que las informaciones que han recibido, sin ser confirmación oficial, les advierten de que se pongan «en lo peor» porque la Junta tiene intención de comunicar medidas muy restrictivas para el sector la próxima semana.

«Lo que nos dicen es que va a haber medidas más drásticas y que nos atengamos a ello, que estemos prevenidos, y puesto que ya se habló del cierre de la hostelería vemos que van a ir por esos derroteros», señala Cabezón, quien teme que la Junta opte finalmente por la clausura de los locales.

«Con todo, es casi preferible un cierre forzoso a medidas restrictivas tan duras que sean imposibles de cumplir en cuanto a las limitaciones de aforo por ejemplo. Con un cierre al menos podríamos acogernos a un Erte por fuerza mayor», expresa, a la vez que lamenta que se presione al sector hostelero mientras se mantiene la obligación del pago de impuestos. Sea como fuere, la decisión se está sopesando desde la Junta y aún no está tomada, pero según indican las mismas fuentes de la patronal todo apunta a ese cierre de la hostelería. Sin ir más lejos esta misma semana se anunciaba 17 millones de euros en ayudas para la hostelería y desde la Consejería de Empleo e Industria se indicaba a este periódico que la definición de las mismas se conocería después del puente, curiosamente justo cuando se está barajando cerrar la hostelería.

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