Aumentan un 11% los accidentes por animales, la mayoría de corzos
La accidentalidad que provoca la presencia de fauna en las carreteras sigue aumentando cada año, después del respiro que ofreció 2020 por razones obvias ante la nula movilidad durante meses. Un problema al que, a tenor de las cifras, es complicado poner solución, aunque la estadística deja claro que las autovías se salvan prácticamente de este riesgo.
El pasado año se registraron de media al mes 1.042 accidentes de tráfico causados por animales incontrolados en la calzada, un año antes eran 936, lo que arroja un incremento del 11%. Según las cifras facilitadas por la Jefatura Provincial de Tráfico de Valladolid, a cierre del mes de noviembre de 2022, en las carreteras de Castilla y León se habían contabilizado 11.470 siniestros que tuvieron a la fauna como protagonistas y de ellos 90 causaron víctimas. En ese mismo periodo de 2021 fueron 10.305, de los cuales 82 con daños personales.
La responsabilidad de este incremento apunta al corzo, puesto que en un año se evidencia también un aumento de su presencia en los accidentes registrados. Los corzos ya suponen el 60% de todos los accidentes causados por fauna, cuando un año antes estaban detrás del 58%. En concreto, en el pasado año, a falta de cerrar diciembre, estuvieron involucrados en 6.782 percances de tráfico. Muy lejos de los 2.782 que causaron los jabalíes o los 523 de los ciervos. A los tejones se atribuyeron 115, 111 a aves y 101 a diferentes animales no especificados.
Los animales domésticos también entran en escena cuando se trata de irrumpir en la calzada y sorprender a los conductores. Los perros fueron los causantes de nada menos que 400 accidentes, 82 el ganado vacuno, 56 los felinos y 52 las liebres. Otros 30 fue por atropello a caballos.
La carretera que se lleva la peor parte es la N-122, que cruza la Comunidad Autónoma de este a oeste conectando Aragón con el límite con Portugal, con una media de 40 siniestros de tráfico mensuales. En 2021 habían sido 402 los accidentes, 36 mensuales de media, lo que evidencia que esta vía sigue siendo una de las más peligrosas del territorio regional y urge su conversión en autovía para una mayor seguridad de sus usuarios.
Hasta el mes de noviembre se contabilizaron 472 accidentes en esta carretera, y aunque la N-234 –que comunica Sagunto con Burgos– también registra una elevada cifra de percances, 397, e igualmente un incremento de 44 accidentes más en un año –353 en 2021– no alcalza la siniestralidad de la N-122 actualmente en fase de conversión en autovía en varios tramos pero con un retraso de décadas.
También la N-110 –desde Soria comunica todo el sur de Castilla y León y el Valle del Jerte, en el norte de Extremadura. Su trazado es Soria-San Esteban de Gormaz-Segovia-Ávila-Plasencia– concentra un alto número de siniestros con fauna involucrada, 290. En la CL-626 –une el puerto de Cerredo, en el límite provincial entre Asturias y León, con la localidad palentina de Aguilar de Campoo– sumaron 207.
La mayoría de las vías más afectadas son nacionales o comarcales, y únicamente las autovía A-6 registró 157 accidentes con animales involucrados mientras que en la A-1 fueron 106.
VÍCTIMAS
Desde el 1 de enero al 30 de noviembre de 2022 en Castilla y León se registró un accidente mortal en la provincia de Ávila con balance de una persona fallecida en la N-502. La causante fue una cabra montesa.
En Ávila se contabilizaron 506 accidentes con daños materiales y ocho fueron con víctimas. La carretera con mayor numero accidentes es la CL-505 donde se produjeron accidentes con víctimas con un jabalí como responsable.
Burgos es la provincia con un mayor número de siniestros con animales involucrados, hasta 2.724, pendiente del cierre total del año. A ellos hay que sumar otros 13 con víctimas. La peor carretera es la BU-V-9101 con dos accidentes con víctimas debido a corzos. En León, con 2.069 siniestros, 25 más tuvieron como consecuencia daños personales. Las carreteras con mayor siniestralidad son la CL-626, protagonista de cuatro accidentes con víctimas por corzo y caprino, y la N-621, con otros tres, dos por corzo y un canino.
En Palencia sumaron 964 y siete accidentes con víctimas. La peor, la P-220 con dos siniestros con daños personales debido a un cierzo y un corzo. Mientras que en Salamanca, además de los 539 que causaron sólo un trastorno material, hubo siete más con víctimas. En la SA-201 se registraron dos, por corzo y jabalí.
En Segovia registraron 876 y 13 accidentes con víctimas. La carretera con mayor numero de accidentes es la N-603, tres en concreto, dos por jabalí y uno por corzo. En Soria, de los 1.714, cuatro tuvieron como consecuencia víctimas. La carretera que se lleva la peor parte es la N-122, que además aumentó su siniestralidad provocada por animales hasta un 38% más en el último año, una media de 20 mensuales. Hasta el mes de noviembre se contabilizaron 225 accidentes en esta carretera, y en la N-234 fueron 162.
Valladolid contabilizó 929 accidentes de los cuales nueve fueron con víctimas. La carretera con mayor numero accidentes es la VA-610, escenario de dos siniestros con daños personales y jabalíes como responsables.
Por último, en Zamora hubo 1.071 y cuatro más con víctimas. Las peores datos los arrojan la N-631, N-525, N-527 y ZA-912, por corzos, ciervos y jabalíes.