Nuevos rayos de luz sobre la vida de Miguel Hernández

A.S.R. / Burgos

«Las aportaciones han sido más significativas de lo que se había pensado. Se han hecho muchas revelaciones de la vida del poeta». Con la satisfacción del deber cumplido, José María Balcells, director del Congreso Miguel Hernández en su centenario, valoraba de forma muy positiva las jornadas celebradas estos tres últimos días en el Palacio de la Isla.

¿Cuáles han sido esas contribuciones? El profesor de la Universidad de León considera como una de las más significativas la que ilustra el paso del poeta por Salamanca en el marco de las Misiones Pedagógicas en 1935.

No menos importante resulta la que esclarece la relación entre Miguel Hernández y José María de Cossío. Una serie de cartas ilumina cómo fueron las visitas a la cárcel de Cossío. «Trató de convencerlo para que él diera algún paso al frente para desdecirse de su ideología comunista y su proyecto revolucionario. Si lo hubiera hecho habría estado en la calle enseguida, pero no aceptó este tipo de propuestas», cuenta y destaca que este epistolario también prueba que, a pesar de esta negativa, la amistad y la correspondencia entre ambos se mantuvo.

Con nueva luz se ha visto igualmente un viejo tema hernandiano como es el de los toros. Hasta ahora la creencia general era que la afición por este mundo venía tras conocer a José María de Cossío, autor de la enciclopedia taurina Los toros, pero el propio Balcells señala que la causa de la importante presencia taurina en su obra hay que buscarla en sus raíces en Orihuela: «Su pueblo fue un lugar emblemático para la tauromaquia, su padre había suministrado caballos para picadores y sus amistades más próximas eran muy aficionadas a la Fiesta».

Las otras dos contribuciones se refieren al exhaustivo rastreo de la presencia de la música en la obra de Miguel Hernández y al detalle con el que se ha expuesto la vida cotidiana de las cárceles franquistas.Su alma en el penal burgalésLa relación de Miguel Hernández con Burgos es escasa. No hay constancia de que el poeta de Orihuela pasara por estos lares. Pero sus gentes sí han sido sensibles a su poesía y a su vida. Es el caso de los presos del penal burgalés que en 1960 recordaron los cincuenta años de su nacimiento con Sino sangriento, una representación teatral, con guión de Marcos Ana, el recluso con más años, veintitrés, en las cárceles franquistas, que repasa la biografía de Hernández con hincapié en El rayo que no cesa, Viento del pueblo y Cancionero y romancero de ausencias. El historiador burgalés Isaac Rilova y el profesor de la Universidad de Granada Eladio Mateos recuperaron ayer este episodio, así como el epistolario mantenido entre Florentino Hernández Girbal, compañero en distintas prisiones del poeta alicantino, y la mujer de éste, Josefina Manresa, entre los años 1980 y 1984.