Un 'gramófono español' muy repartido

A.S.R. / Burgos

Es el hombre de moda en la ciudad por mucho que le pese... no serlo en el «mundo mundial». Diego Galaz responde al teléfono pronto y divertido, como siempre, y no tiene mucho tiempo porque una vez más está preparando la maleta. En un rato sale para Madrid y de allí viaja hasta Málaga, donde Mastretta y amigos darán hoy el primer concierto después de saber su triunfo en los Premios de la Música, que han distinguido ¡Vivan los músicos! como Mejor Álbum de Fusión del año. Aunque es el compositor Nacho Mastretta el que encabeza los títulos de crédito de este proyecto, en ellos también aparece el violinista burgalés. Y orgulloso, mucho, se siente por ello y de ser uno de los culpables de este éxito.

«Estoy encantadísimo», comenta Galaz, que últimamente se encuentra en todos los saraos de la ciudad y más allá, que si el pregón del Carnaval, que si colaboraciones en discos, que si conciertos con Zoobazar, con La Musgaña, con Bailes Vespertinos... Una omnipresencia que él se empeña en desmentir y quitar importancia.

El violinista burgalés se siente ganador. «Mogollón». Y lo siente porque así lo quiere y lo consigue el jefe, Nacho Mastretta. «Él cuida que todos nos sintamos parte del proyecto. Es un premio que es de todos y sé que él lo quiere así», anota Galaz. Unas palabras que se refuerzan con las declaraciones realizadas por el propio Mastretta el pasado mes de octubre antes de uno de sus conciertos en Burgos. Decía: «Lo que más nos gusta es estar juntos tocando. Podemos estar en una plaza del pueblo y que baile todo el mundo, hacer un concierto en un teatro, grabar una banda sonora...».

Para el instrumentista burgalés este galardón supone mucho. Resopla sólo de pensarlo. «Es un reconocimiento por parte de la industria a la música que es absolutamente alternativa. Es un logro importante. Es una pasada porque Nacho ya no está de moda, ya no está en ese circuito y aún así lo ha conseguido. Pero es un disco que ha costado mucho esfuerzo y dinero y se ha hecho de una manera que ya no se usa. Somos diez músicos grabando en directo, es música en vivo, de verdad. El disco es una declaración de principios de lo que considera Nacho y todos de lo que debe ser la música, algo sincero y algo hecho desde el corazón», expone a la vez que habla de ¡Vivan los músicos! como una combinación de muchos estilos, jazz, música popular, folk..., pero sobre todo como «fusión de alegría y buen hacer».

Considera igualmente que esta distinción es una manera de asomar la cabeza en unos medios de comunicación y promoción «copados de artistas pop y de moda y sin hueco para este tipo de proyectos muy importantes en la música española». Para él este Premio de la Música «abre, como poco, un hueco a la esperanza». Y lo dice a pesar de que reconoce vivir momentos de desilusión, fugaces, porque el chico de moda quiere seguir siéndolo, aunque sólo sea en su ciudad.