'Flamenco Kids' convierte en un juego las rumbas, bulerías y seguidillas

La receta parece sencilla: Cójase la experiencia de trabajar con niños durante un buen puñado de años; mézclese con letras sencillas en las que contar la historia de un erizo bailarín o un camaleón daltónico; añádanse las notas de una guitarra flamenca bien afinada y por último, los dedos de un músico que sueña a ritmo de rumba y bulerías desde que tiene uso de razón... -o antes incluso-, y el fruto será Flamenco Kids.

Ésta es así la original aventura en la que se embarcaron el músico José Luis Montón y la educadora y compositora Teresa del Pozo, quienes han logrado con este trabajo acercar el flamenco al público infantil a través del disco y espectáculo Flamenco Kids, que esta tarde traen a Cultural Caja de Burgos.

El primer paso lo dio ella hace más de seis años, al comenzar a plasmar en canciones las experiencias que surgían en su trabajo donde el contacto con niños y jóvenes es continuo, «y a quienes quería así explicar cómo las diferencias entre las personas hacen a éstas especiales», explicaba. De su imaginación surgieron también el camaleón daltónico, el erizo bailarín o el cangrejo moro, con cuyas historias los pequeños conocerán por ejemplo, la psicomotricidad, el lenguaje, los números o el color. «Quise además, crear personajes con los que ellos pudieran identificarse, en vez de tener que buscarlos en los cómics americanos o japoneses», añadió.

Un buen día se le ocurrió contárselo a José Luis Montón «quien a medida que las oía, se le iluminaba la cara porque él veía detrás una rumba, un tango, una bulería o una chirigota», recordaba la compositora, «con lo que decidimos unir ambas cosas y convertir la música y el flamenco en un juego de niños».

Jugar con el flamenco

El juego se convirtió así en un trabajo 'serio' en el que ambos artistas han contado con numerosas colaboraciones, para dar forma al disco que comparte nombre con su espectáculo, el cual seguirá de gira por toda España, logrando así hacer cantar por bulerías a los niños de aquí y de allá. «Se trata de 'picarles el gusanillo' por el flamenco, no de enseñarles a tocar y dar palmas». 

Ambos reconocen que fueron muchos los escépticos que les miraron de reojo cuando anunciaron su deseo de dar forma a este proyecto con el que acercar el flamenco al público infantil. Sin embargo, 'Insólito', 'original' y 'divertidamente didáctico' son algunos de muchos calificativos positivos que este trabajo recibió tras su publicación hace dos años, a pesar de estar, en cierta forma, alejado de la tradición flamenca. 

Montón explica que no era sólo un capricho, sino el deseo de inculcar en los pequeños el amor por el flamenco que él ha bebido en su familia desde la infancia. «Y sobre todo, darles la oportunidad de conocerlo y si les gusta, de seguir viviéndolo porque si no es así, no se andarán con chiquitas y lo sabrás al momento», comenta entre risas.

Éste, quien confiesa su amor por el flamenco, reconoce también un cierto malestar cuando se le intenta envolver en una falsa capa de 'divismo' «que la música no tiene ya que hablamos no sólo de saber sino sobre todo de sentir, y eso es algo esencial para todas las edades y para todos los estilos», matiza el músico.

Flamenco Kids se convierte así en la primera apuesta decidida por dar a conocer el flamenco a los pequeños, «a los que es divertido ver cantar por bulería sin saber que lo son», lo que remarca la labor de la música como vehículo, en este caso de un género musical unido por sus raíces con todo tipo de culturas.

Este original espectáculo -un ir y venir de personajes a los que el público familiar puede acompañar durante una hora-, protagoniza además el siguiente capítulo del programa 'Sonoridades' que Caja de Burgos desarrolla y que comenzó semanas atrás con la actuación en Burgos de Carlos Núñez.