'Los girasoles rotos' reivindicará a León Felipe en la Feria del Libro de Guadalajara
La producción del Ballet Contemporáneo se estrena mañana en el Teatro Principal
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A.S.R./ Burgos
La poesía de León Felipe sonaba hace poco más de un mes en el Teatro Clunia. Silencio. Se ensayaba Los girasoles rotos, una producción del Ballet Contemporáneo de Burgos en la que distintas artes se confabulan para reivindicar «al poeta español más maldito», en palabras del actor Javier Semprún. Ayer tocaba bajarse del escenario y hacer la presentación oficial del estreno. Será mañana en el Teatro Principal (20.30 horas, entre 4 y 10 euros).
Danza, teatro, poesía, pintura, audiovisuales y circo se cogen de la mano en este montaje que nació con humildad. Tras su presentación burgalesa viajaría a Guarda (Portugal). Su productor, Alberto Estébanez, siempre confió en que sería el inicio de una gira mayor y así ha sido. Se mostraba feliz ayer al anunciar que ya tienen apalabradas varias fechas más y que están negociando nuevas participaciones. Una tournée que culminará a finales de año en la Feria del Libro de Guadalajara en México, donde Castilla y León es invitada de honor.
Su participación será especial. El libro gigante que domina la escenografía, cuyos 300 kilos obligan su reconstrucción allí, se quedará en la ciudad mexicana como regalo de la Comunidad. Y en sus páginas estamparán su firma todos los artistas que crucen el charco para esta cita.
No se acabará aquí el periplo del montaje. Los versos de León Felipe se escucharán en el Festival de Artes Escénicas de Itálica en Sevilla y en la Feria de Teatro de Castilla y León en Ciudad Rodrigo. Sin confirmar está la presencia en la Feria de Teatro y Danza de Huesca y en conversaciones andan con el Instituto Cervantes.
Para Sabine Dahrendorf, coreógrafa del montaje, la danza es como escribir poesía en movimiento. Ella se dejó seducir por la de León Felipe, al que descubrió gracias a un amigo que le recitaba sus versos en los momentos más inesperados. Y eligió su Autorretrato como un sutil hilo que recorre todo el espectáculo, contenido de imágenes evocadoras. «Me interesa ofrecer al espectador un campo abierto para poder imaginar. No hay una única lectura», dice la alemana, quien destaca el trabajo del equipo y subraya el sugerente punto puesto por la música de Josep Sanau y la fuerza pictórica del alemán Anselm Kiefer.